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Sin noticias en las farmacias cubanas de los medicamentos prometidos para finales de julio

Las autoridades afirmaron que para estas fechas debían estar disponibles algunos fármacos cuya producción se retomó recientemente

Las empleadas de esta farmacia de San Lázaro no saben cuándo llegarán los medicamentos anunciados este domingo para finales de julio. (14ymedio)
14ymedio

26 de julio 2022 - 13:31

La Habana/Los finales de mes son eternos en Cuba, cuando se acumulan las promesas de los gobernantes. Este domingo se repitió la situación del pasado 25 de mayo, cuando Miguel Díaz-Canel afirmó que a finales de ese mes la situación eléctrica debía mejorar –algo que 60 días más tarde ni ha sucedido ni se espera. Luis Armado Alarcón, director general de la Empresa Laboratorios MedSol, emuló al gobernante cubano este 24 de julio, cuando dijo esperar que "entre finales de este mes de julio y principios de agosto, la población pueda acceder nuevamente a los medicamentos que han presentado un déficit productivo".

Finales de julio ya son y las farmacias no tienen la menor idea de cuándo llegará ese momento. Este lunes, una reportera de 14ymedio encontraba una farmacia de Centro Habana vacía y con sus empleadas jugando con sus teléfonos móviles. "¿Cuándo entra el montelukast?", preguntó a las trabajadoras que no supieron darle razón de la llegada del medicamento, empleado para el asma.

El montelukast es uno de los fármacos que no está disponible desde hace meses y que la prensa oficial mencionó este domingo. Granma informó de la visita del vice primer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella a una planta productora de medicamentos de BioCubaFarma que sirvió para anunciar la llegada de materias primas que permitirán recuperar productos ausentes del cuadro básico, entre ellos enalapril (antihipertensivo), sertralina (antidepresivo), moxifloxacino (antibiótico), loratadina 10 mg (antihistamínico), clopidogrel (antiplaquetario) y montelukast.

El funcionario no dejó excesivo espacio para la esperanza y, acto seguido, admitió que con la materia prima obtenida se resolvería la cobertura de dos o tres meses y no la de todo el año

"Vemos con optimismo cómo los trabajadores de la industria farmacéutica cubana se incorporan, sin descanso, a las labores de producción en las plantas", dijo Perdomo Di-Lella. No obstante, el funcionario no dejó excesivo espacio para la esperanza y, acto seguido, admitió que con la materia prima obtenida se resolvería la cobertura de dos o tres meses y no la de todo el año.

Luis Armado Alarcón acusó al "bloqueo" de la escasez de medicamentos, y no de forma genérica, sino muy concreta. "A veces se dice que queremos utilizar el bloqueo como justificación y no es así. Hoy mismo tenemos una planta de aerosoles, en la cual se produce Salbutamol y Fluticasona, para la que el proveedor habitual nos dejó de suministrar el gas, y el país ha tenido que importar productos de Salbutamol para garantizar que los pacientes tengan este fármaco. Seguimos haciendo gestiones para buscar otros proveedores y estabilizar la producción", añadió.

"Yo soy alérgico, padezco rinitis y me dan crisis fuertes", cuenta Juan Lázaro, un espirituano que debe comprar ketotifeno por la izquierda desde que en diciembre de 2021 dejó de encontrarlo en las farmacias. "Yo lo he ido consiguiendo por ahí, comprándolo a 200 pesos en la calle, pero no estoy haciendo el tratamiento como debo, cada 8 horas. Debo usar también fluticasona y, ahora mismo, tengo un aspirador, pero es para emergencias, no es para usarlo todo el tiempo". El medicamento, un corticosteroide utilizado también para el asma, se vende en los grupos de medicamentos y en la calle, pero cuesta 500 pesos el aplicador.

"Yo lo he ido consiguiendo por ahí, comprándolo a 200 pesos en la calle, pero no estoy haciendo el tratamiento como debo, cada 8 horas"

Para Juan Lázaro, la rinitis no solo es un problema que le genera constantes crisis por la falta de aire e incomodidad. Desde la llegada del covid-19 a la Isla, también le ha acarreado problemas laborales. Por su empleo, se ve obligado a visitar distintas entidades que a menudo siguen sin dejarlo pasar porque interpretan que su rinitis es un síntoma de coronavirus. "Y eso es porque no me puedo controlar la alergia", lamenta.

Bárbara usa benadrilina, como se conoce en Cuba a la difenhidramina, otro tipo de antihistamínico ausente de las farmacias desde hace tanto que no recuerda. "Yo lo compro por la izquierda, a 200 o 150 la tirilla, pero cuando aparece", admite. A sus 62 años no es la única afección. Además es diabética y necesita medir su nivel de glucosa e insulina por las noches, pero también tiene problemas de presión, muy comunes en la Isla, y usa enalapril, uno de los medicamentos más escasos a la vez que demandados.

Por último, tiene síndrome de Ménière y necesita para los mareos gravinol, que tampoco encuentra, por lo que debe sustituirlo con betahistina, que viene de España. "Para empezar, ponte a sumar. Y luego consiguelo, cuando no es uno es otro y hay que encargárselo y buscar a quién, porque nada de esto se encuentra", lamenta. La última vez que consultó a un especialista cubano sobre cómo podía aliviar sus mareos sin la medicación a mano, el médico le respondió: "Usted pone una mano en la cintura y otra en la cabeza. Eso la va a controlar".

En Villa Clara, la situación no difiere demasiado. Las farmacias de Camajuaní, Remedios y Taguayabón también siguen teniendo poca disponibilidad de medicamentos. "Actualmente solo hay jarabes y algunos otros líquidos, por lo que se rechazan diariamente gran cantidad de recetas médicas", cuenta Yantiel, según su balance en estos momentos no hay medicamentos para enfermedades como el asma o afecciones pulmonares, para la hipertensión, antibióticos, para los nervios o calmantes. Por supuesto, tampoco hay anticonceptivos.

En esta provincia, según fuentes de '14ymedio', la distribución estaba hasta hace meses en manos de los presidentes de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que iban con el dinero, las recetas y los tarjetones

Yantiel explica que el déficit se aceleró al terminar el primer año de la pandemia, pero los problemas persisten. Mientras,en las calles se siguen comercializando las mismas medicinas pero a precios alternados. "Algunos especulan sobre la confabulación de los administradores de las farmacias con los revendedores, como en el caso de las pastillas anticonceptivas. En las farmacias no hay, sin embargo, en la calle, se encuentran a un precio de 350 cada tirilla y lo mismo pasa con otros medicamentos", afirma.

En esta provincia, según fuentes de 14ymedio, la distribución estaba hasta hace meses en manos de los presidentes de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que iban con el dinero, las recetas y los tarjetones que usan los enfermos crónicos para registrar sus medicamentos. Ahora, las cosas han cambiado y cada persona acude a la farmacia con sus recetas, pero muchos medicamentos no llegan y, cuando lo hacen, no logran satisfacer todas las necesidades.

En Bayamo, en cambio, pueden darse por satisfechos porque el deseado enalapril no falta, aunque "el resto de medicamentos hay que esperar a que las farmacias sean surtidas para saber de su existencia", explica Jeancarlos. Mientras, en Telegram no faltan los anuncios. Azitromicina por 250, Naproxeno pore 90 y hasta Viagra por 150.

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