De país muy pobre que recibía ayuda de Cuba, Vietnam es ahora uno de los benefactores de la Isla

Cooperación

  • “Cuba enviaba una ayuda anual de 10.000 toneladas de azúcar, médicos y algunos asesores", recuerda un ex embajador del régimen en Hanói
  • Díaz-Canel llega a ese país para implorar inversiones a las empresas estatales y privadas de un aliado comunista que práctica la economía de mercado

El secretario general del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, con Miguel Díaz-Canel en Hanói.
El secretario general del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, con Miguel Díaz-Canel en Hanói. / VNA
14ymedio

01 de septiembre 2025 - 06:38

Madrid/En plena visita oficial de Miguel Díaz-Canel a Vietnam, un país que ha ido ganando terreno en Cuba –incluso literalmente, al convertirse una de sus empresas en arrendataria de tierras en la Isla– Cubadebate publica una entrevista al ex embajador Fredesmán Turró que, sin quererlo, resulta muy reveladora sobre cómo ambas naciones comunistas han seguido caminos divergentes y han llegados a resultados opuestos.

De ser un país muy pobre que recibía ayuda económica de Cuba, Vietnam se ha abierto a la economía de mercado y se ha convertido en una sociedad en pleno desarrollo que ayuda a una Cuba empobrecida y aferrada a la planificación centralizada.

“Cuba enviaba una ayuda anual de 10.000 toneladas de azúcar, médicos y algunos asesores; y en plena guerra se construyeron dos centros genéticos avícolas y un centro genético vacuno”, cuenta Turró, que llegó a Vietnam en 1968 –con apenas 18 años– junto a otros nueve estudiantes. El grupo formaba parte de un compromiso formalizado por Raúl Castro, entonces comandante, durante una visita dos años atrás al país y en la que se reunió con Ho Chi Minh.

“Fue realmente una visita muy, muy emotiva. En su discurso, Raúl diría que incluso Cuba estaría dispuesta a enviar voluntarios a combatir al lado de los vietnamitas”, señala. El líder asiático, que falleció en 1969, nunca llegó a conocer a Fidel Castro –que no visitó Hanói hasta 1973– aunque, según Turró “Hay innumerables anécdotas que muestran el cariño, el respeto que se tenían”. El cubano envió, afirma, helado de Coppelia al líder vietnamita y “especies de ranas toro para que el Tío Ho las criara en el estanque aledaño a la humilde cabaña donde vivía, en el área de servicios del Palacio Presidencial”.

“Fue realmente una visita muy, muy emotiva. En su discurso, Raúl diría que incluso Cuba estaría dispuesta a enviar voluntarios a combatir al lado de los vietnamitas”

El ex embajador relata, con épica, la primera visita de Castro a Vietnam, que se produjo en plena guerra, siendo “el primer político extranjero en visitar zonas liberadas del sur, a muy poca distancia del enemigo”. Los vietnamitas, abunda, “la recuerdan con mucho agradecimiento y admiración por la osadía que tuvo el Comandante, porque aquello fue realmente peligroso, pero también por la decisión del líder cubano de que se construyera y donara a la zona un hospital”. En él trabajan actualmente médicos cubanos, aunque el régimen no ha precisado en fechas recientes cuántos sanitarios componen el contingente. 

A mitad de la entrevista, la conversación gira en torno a la reconversión de Vietnam y cómo pasó de ser un país pobre y sin servicios básicos a la economía emergente que es hoy. Según Turró –que reconoce no saber de economía y limitarse a contar lo que vivió–, el primer error del país fue intentar una industrialización similar a la de los países del campo socialista en Europa, cuando carecía de las bases necesarias para ello. Por eso, decidieron tomar otro rumbo. 

“Adoptaron una economía de mercado con control estatal, no una economía de mercado salvaje, a la vez que se decidieron a mantener las políticas sociales (...). En las zonas pobres construyeron infraestructuras, electrificaron, aplicaron nuevas políticas para el campesinado y fueron a un proceso que ellos llamaron 'de socialización de los servicios públicos', donde empezaron a cobrar, por ejemplo, la educación y la salud, con servicios subsidiados, pero con un aporte directo de la sociedad a esos servicios”, destaca.

Primera visita de Fidel Castro a Vietnam, en septiembre de 1973.
Primera visita de Fidel Castro a Vietnam, en septiembre de 1973. / Prensa Latina

El ex funcionario también pone el dedo en una llaga, la que llevan mucho tiempo reivindicando los productores, cuentapropistas y pequeños empresarios de la Isla. “Una de las medidas iniciales de ese proceso de renovación fue liberar las fuerzas productivas y desarrollarlas”, dice, aunque también reivindica la importancia del Partido Comunista en el proceso y que “el pensamiento de Ho Chi Minh sigue siendo la guía”. 

El desarrollo de Vietnam, a partir de esos cambios en su economía, lo han llevado, destaca, a ser “en los últimos años (...) fundamental para vencer, para superar las dificultades que tenemos en Cuba. Como sabemos, es el segundo inversor en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) y el segundo socio comercial de Asia”. Y añade: “Nos ha ayudado y nos ayuda en varios proyectos que son claves, como en la siembra de arroz, de maíz; sus empresas en la ZEDM producen artículos de primera necesidad". Además, en estos momentos, el país ha recaudado 14,8 millones de dólares en donaciones para la Isla.

Turró, preguntado por qué medidas podría adoptar Cuba para penetrar en el mercado vietnamita, reconoce que hay que “tener más iniciativas, ser más creativos” y subraya que la parte cubana debe entender que en el país asiático hay libre competencia y puede costar mucho hacer negocios. “Si una empresa cubana va a ir, por ejemplo, a vender café —que no es el caso—, tiene que saber que deberá competir con varias marcas de café vietnamita, incluidas marcas de café extranjera”, dice, a la par que recuerda que la competencia, de hecho, se alienta y fomenta.

“La compra de medicamentos en Vietnam es por licitación. Tienes que ir a un proceso de licitación y, esto no es secreto para nadie, esas licitaciones a veces las ganan las grandes transnacionales farmacéuticas, que dominan el comercio global”, admite. 

La voluntad política, no obstante, abre parcialmente caminos a Cuba. Es por ello que entre las actividades de Díaz-Canel en Hanói ha estado la inauguración de la planta de alta tecnología para la producción de medicamentos de Genfarma, la empresa mixta fruto de un acuerdo entre BCF S.A. –una entidad del grupo estatal BioCubaFarma– y la vietnamita Genfarma Holdings.  

“Tenemos el propósito de, en el corto plazo, producir allí hemoderivados. Será otro hecho extraordinario que va a dar soberanía tecnológica a Vietnam no solamente en el caso de las vacunas y productos biotecnológicos de muy alto valor agregado”, contó a la prensa oficial Mayda Mauri Pérez, presidenta de BioCubaFarma, que añadió que esto “tendrá, de manera decisiva, un alto impacto en la salud de la población cubana, porque todo lo que hagamos con Vietnam va a tener un retorno hacia nuestro cuadro básico de medicamentos; o sea, con la participación de los vietnamitas vamos a contar con recursos financieros que nos permitirán producir a gran escala y satisfacer tanto la demanda de su población como la de la nuestra”, afirmó.

Díaz-Canel subrayó en Hanói que “es esta la empresa mixta más rápida que hemos logrado”, ya que se acordó durante la visita del presidente To Lam a Cuba en septiembre de 2024

Díaz-Canel subrayó en Hanói que “es esta la empresa mixta más rápida que hemos logrado”, ya que se acordó durante la visita del presidente To Lam a Cuba en septiembre de 2024, lo que demuestra la eficiencia de los asiáticos, que están logrando, también, algunos avances importantes en la siembra de arroz en la Isla. 

La parte cubana se ha comprometido a dar un trato preferencial a sus socios vietnamitas, que habían expresado su molestia ante la ineficiencia de sus interlocutores en la Isla. En 2024, la empresa Agri VMA –con varios negocios en la Isla, incluyendo su presencia en la ZEDM– envió una carta a tres ministros del Gobierno cubano solicitando poder acceder a 300.000 dólares congelados en su cuenta del Banco Financiero Internacional. La compañía aseguraba que necesitaba esos fondos para importar materias primas y mantener su producción, que se había reducido al 10% debido a la escasez de insumos, y le recordaba su papel como proveedor de pienso animal.

Poco antes de la llegada de Díaz-Canel a Hanói, la viceministra cubana de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Deborah Rivas Saavedra, fue la encargada de limar las asperezas y aseguró que Cuba “está abierta y lista” para adoptar medidas que faciliten los proyectos de inversión vietnamita.

También te puede interesar

Lo último

stats