Richmeat lleva la dolarización a la Plaza de Cuatro Caminos de La Habana
Comercio
La misteriosa firma, falsamente mexicana, abrió una carnicería La Favorita en el céntrico mercado
La Habana/Un nuevo comercio acaba de sumarse a la fiebre de la dolarización en La Habana. Y no en un lugar cualquiera, sino en el mercado más grande y antiguo de la capital, Cuatro Caminos, en Centro Habana. Se trata de una carnicería de la firma Richmeat, que hace tres meses firmó un acuerdo con Cimex para gestionar todo un complejo de comercios con el nombre de La Favorita, como se llaman algunos de sus productos.
Apenas unos días después de su apertura, el local se ve impoluto, limpio y perfectamente climatizado. Una decoración de globos azules y amarillos acredita que la inauguración es reciente. Todos los empleados del lugar interpelan a cualquiera que entra con la misma pregunta: “¿Le puedo ayudar en algo?”.
La variedad de la oferta –carne de cerdo, pollo deshuesado o sazonado, picadillo de la marca de la casa (El Cocinerito), salchichas, hamburguesas…– contrastaba con la parte en moneda libremente convertible (MLC) de la Plaza, hace apenas unos años bien surtida y hoy languideciente.
Como para separar el nuevo local de la vieja divisa, que poco a poco se va abandonando, le cambiaron la entrada. Si antes se accedía por una puerta frente a los productos en MLC, ahora se hace por la fachada principal de Cuatro Caminos. “Para los fulas, alfombra roja”, ironizaba un anciano frente a la nueva carnicería.
“Aquí no hay casi nada, pero mira allá, muchacha, en dólares”, indicaba una custodia del lugar a una clienta. Nada comentaba, eso sí, de la mala calidad de los productos de la factoría Richmeat, que no impide que la empresa sea cada vez más próspera.
Pronto abrirá una sucursal de La Favorita en un enclave privilegiado, el Náutico de La Habana, centro comercial cercano al exclusivo club del mismo nombre, en el municipio de Playa. Ese iba a ser el primero de los comercios del acuerdo de Richmeat con Tiendas Caribe, según habían anunciado las autoridades, pero la de Cuatro Caminos se ha adelantado sin explicaciones.
Una empleada confirmó a este diario que sigue en marcha el plan de abrir aquella carnicería, en la parte oeste de la ciudad, previsiblemente también en dólares.
La mala calidad de los productos de la factoría Richmeat, no impide que la empresa sea cada vez más próspera
La prensa oficial indicó el pasado marzo que en una “primera etapa” del convenio con Cimex tendrían no solamente la tienda de Playa, sino tres más. A medida que “el proyecto avance”, detalló Cubadebate, “se planificará su expansión a otros territorios del país”. No dijeron en aquella ocasión, sin embargo, que la venta de productos sería en dólares.
Ese acuerdo era el segundo de su tipo que concretaba la corporación estatal perteneciente al Grupo de Administración Empresarial (Gaesa), después del firmado con Vima para la tienda de Infanta y Santa Marta, en Centro Habana, inaugurada el pasado enero.
No es la única similitud entre ambas marcas. Al igual que ocurre con la fundada por el español Víctor Moro Suárez, los productos de Richmeat son poco estimados por los cubanos, aunque a menudo suponen la única opción proteínica en la canasta en medio de la escasez perpetua. “Ese picadillo no hay quien se lo coma”, es el comentario de numerosos consumidores cuando reciben esos tubos de 400 y 800 gramos, que se comercializan bajo la marca de El Cocinerito y La Favorita, respectivamente.
Otra coincidencia con Vima: ambas empresas están registradas en el extranjero, en México en el caso de Richmeat, pero ninguna de las dos son conocidas en sus respectivos países. Es en Cuba donde tienen preeminencia y donde reciben todo tipo de agasajos.
No hay indicios de que Richmeat sea una empresa realmente mexicana y no una firma cubana “disfrazada” de extranjera
Más allá de su registro legal, efectivamente en México, y la nacionalidad tanto de su presidente, Luis Alberto González Hernández, como de su vicepresidenta, Alejandra Chapela Díaz –ambos presentes en la firma del reciente acuerdo con Tiendas Caribe–, no hay indicios de que Richmeat sea una empresa realmente mexicana y no una firma cubana “disfrazada” de extranjera.
Tal y como comprobó 14ymedio, los más importantes organismos mexicanos de la industria cárnica no tienen esa empresa registrada. Ni el Organismo Nacional de Certificación y Verificación Agroalimentaria, ni la Asociación Nacional de Establecimientos Tipo Inspección Federal (Anetif), ni el Consejo Mexicano de la Carne.
Aún más significativo es que no tenga noticias de Richmeat el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), la instancia mexicana encargada de emitir los certificados zoosanitarios para exportar carne y productos derivados. “Esto ha de ser porque opera sus productos directamente en Cuba, es decir, no salen desde México”, argumentó a este diario un funcionario de ese organismo que pidió anonimato.
Esto explicaría la pésima calidad de los productos. La carne en México tiene fama acreditada, y no en vano el país es uno de los principales exportadores de vacuno del mundo. De acuerdo a una fuente conocedora, Richmeat adquiere la carne en la Isla, y uno de los sitios donde compran es la CCS (cooperativa de crédito y servicio) Rigoberto Corcho, en Artemisa.
Que sea verdaderamente cubana y no mexicana explicaría esa “presencia constante” de Richmeat “durante más de ocho años”, en la que hace hincapié con frecuencia la prensa oficial, “incluso en los períodos más críticos durante la pandemia de covid-19”.
Lo que están claros son los privilegios con los que cuenta la firma, a menudo alabada por las autoridades, y ahora con un local en el principal mercado de La Habana. Esto y los gruesos dividendos que obtiene Richmeat en la Isla llevan a pensar que se trata muy probablemente de una empresa controlada por la cúpula del poder cubano. Y, a la vista está, en expansión.