La Uneac pide un castigo penal contra los jóvenes cubanos disfrazados de Ku Klux Klan

La Habana/La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y la prensa oficial prosiguen su cacería de brujas contra los jóvenes que, durante la celebración de Halloween este domingo, salieron al parque Calixto García de Holguín vestidos como miembros del Ku Klux Klan.

Varias fotografías, publicadas en las redes sociales por un profesor holguinero, muestran a tres muchachos ataviados con disfraces blancos, capirotes y cruces, a los que presuntamente se les escuchó decir: "¿Dónde están los negros?".

La prensa oficialista salió inmediatamente a la carga, calificando el hecho como un ejemplo de "colonización cultural" de EE UU, que "opera siempre a nivel ideológico". Considerarlo como una broma es, a su juicio, "una lectura superficial". Por su parte, al periodista Pedro de la Hoz le alarmó "la pasividad y la permisividad que arroparon el acto".

"Solo bromistas de pésimo gusto –si lo miramos sarcásticamente– pueden prestarse a ¿celebrar? una noche de brujas en el contexto cubano"

No conformes con la intervención de varios ministros, como Alpidio Alonso Grau e Inés María Chapman, y de intelectuales afines al régimen como Abel Prieto, los miembros de la Uneac delegaron el problema en la Comisión José Antonio Aponte, que analiza casos de racismo en la Isla y es dirigida por el propio Pedro de la Hoz.

El presidente de la filial holguinera de la Comisión, Lino Verdecia, firmó un comunicado contra el "minúsculo grupo" que "irrumpió"en la celebración. "Tal vez haya sido una ingenuidad. Lo pongo en duda", dijo, repitiendo el discurso magnificador de la prensa oficial. "Solo bromistas de pésimo gusto –si lo miramos sarcásticamente– pueden prestarse a ¿celebrar? una noche de brujas en el contexto cubano".

Desaprobó, de pasada, que los comercios privados en Holguín utilizaran decoración de Halloween "para atraer clientes".

Fue la antesala de un comunicado de la Comisión Aponte, donde ya se pide un trato ejemplarizante para los jóvenes y se cita la Constitución y el Código Penal. El texto ya atribuye a los encapuchados "gritos agresivos y provocadores".

Expusieron que la celebración no forma parte del acervo cultural cubano, y que si bien podía asimilarse, tenía que adquirir rasgos propios, "a nuestra manera"

No faltó el ataque a la propia idea de celebrar Halloween en Cuba, una fiesta anglosajona "que nada tiene que ver con nuestra cultura e identidad", lo cual dio lugar a una petición oficial para que los jóvenes asuman "las responsabilidades penales que merecen", además de los organizadores y participantes del encuentro en el parque Calixto García, por haber violado el "derecho de igualdad".

Expusieron que la celebración no forma parte del acervo cultural cubano, y que si bien podía asimilarse, tenía que adquirir rasgos propios, "a nuestra manera", como ocurrió en la música con el jazz cubano. En conclusión, el disfraz de los jóvenes constituía una "felonía", resultante de su "odio racial".

La Comisión Aponte aspira a que se juzgue a los implicados de acuerdo al Artículo 388.1, Capítulo VIII, del Código Penal, que castiga la violación del derecho contra la igualdad con "la privación de libertad de seis meses a dos años o multa de 200 a 500 cuotas, o ambas".

El énfasis que han puesto las instituciones culturales del régimen en este acontecimiento ha provocado suspicacias de varios usuarios en las redes sociales, quienes consideran que la sobredimensión y el carácter ejemplarizante con que se ha tratado el hecho responde a una estrategia para distraer la atención de la ciudadanía de la muerte de al menos siete balseros durante la embestida de una lancha de las Tropas Guardafronteras a una embarcación que pretendía llegar a EE UU.

En contraposición a la abundancia de materiales publicados sobre Halloween, el Gobierno ha intentado sin éxito manejar estas muertes con discreción y ha prometido una "minuciosa investigación" sobre la actuación de los involucrados.

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