Urquiola: “Si no cambian las cosas en el béisbol cubano, no dirijo más un equipo”

Alfonso Urquiola, con camiseta blanca, sentado en el lugar de los invitados. (Juan Carlos Fernández/14ymedio)
Alfonso Urquiola, con camiseta blanca, sentado en el lugar de los invitados. (Juan Carlos Fernández/14ymedio)
Juan Carlos Fernández

13 de abril 2015 - 07:20

Pinar del Río/La logia Paz y Concordia homenajeaba este viernes al otrora estelar segunda base Alfonso Urquiola. La conversación con el deportista estaba salpicada de aplausos y frases de apoyo. Hasta que alguien en la sala le lanzó una pregunta que provocó un pesado silencio. "¿Volverá el año que viene a dirigir el equipo de Pinar del Río?", dijo una voz sonora desde la audiencia.

"Esa pregunta está dura", dijo el exmanager del equipo pinareño restando tensión al momento. Pero inmediatamente abrió su corazón ante los presentes. "Yo les digo con toda sinceridad, porque con ustedes, los que están aquí hoy y con el pueblo, tengo que ser sincero y transparente. En estos momentos no pienso volver el año que viene". No se movió ni una mosca después de aquellas palabras.

"Si no se arreglan las cosas y no marcha el béisbol como tiene que marchar, no vuelvo a dirigir un equipo. Lo dije en la entrevista con Michel Contreras y que la ponga donde tenga que ponerla. Quizás me excedí, pero no puedo decir mentira". La expectativa era elevada después de la entrevista ofrecida días atrás por Urquiola al periodista de Cubadebate. En esa ocasión denunció la deplorable situación en que se encuentra la pelota cubana y la complicidad, por omisión consciente y complicidad, de muchos funcionarios, periodistas, managers de equipos y comentaristas deportivos. Urquiola llegó a denunciar, en los últimos días, "la corrupción y las inmoralidades" que existen en la pelota en la Isla.

"Me he decepcionado de muchas cosas (...) soy un hombre de béisbol, lo único que yo sé hacer es eso, es lo mío y me duele grandemente porque ha sido la vida mía, sin eso no sé cómo me acostumbraría a vivir a pesar de la edad que tengo".

Alfonso Urquiola, que dirigió el equipo que llevó a Cuba al título de la Serie del Caribe 2015, reconoció: "Nos estamos enfrentando a un béisbol de un alto nivel, organizado desde todos los puntos de vista, en infraestructura y económicamente", en alusión al panorama internacional. "Con lo que tenemos, a veces ganamos y entonces decimos que somos los mejores del mundo y el béisbol cubano está en un gran momento, pero eso es mentira".

Durante la velada, a la que acudió un numeroso grupo de admiradores del expelotero, se proyectó el documental El relámpago de Bahía Honda, del realizador pinareño José "Pepe" Vera, que relata gran parte de la vida de Alfonso desde su niñez y repasa desde sus primeros años en el Central Orozco de Bahía Honda, hasta su madurez como atleta y posteriormente sus glorias como director técnico.

"Con lo que tenemos, a veces ganamos y entonces decimos que somos los mejores del mundo y el béisbol cubano está en un gran momento, pero eso es mentira"

Urquiola también dejó hueco para los buenos momentos y gratificaciones que le ha traído su experiencia como manager. "Sin dudas ha sido la 50 Serie Nacional. Nadie nos daba, no ya como favoritos", aseguró, en referencia al equipo Pinar del Río que dirigía en ese momento.

"Nos menospreciaron y olvidaron la tradición beisbolera de la provincia y nosotros supimos salir adelante. Lo mismo sucedió el año pasado, y sin embargo ganamos", concluyó. Esa diferencia entre los pronósticos y los resultados, ha acompañado al equipo pinareño en los últimos años.

Urquiola aseguró que la deuda "más grande" la tiene con "el público de Pinar del Río, que siempre nos ha apoyado. Yo les digo a los muchachos que nosotros tenemos dos equipos, el primero es el físico, el que está en el terreno y el otro es más grande que es el apoyo del pueblo y de la afición. Por eso me siento realizado grandemente", subrayó.

La Logia Armando Díaz Bravo entregó la Distinción Armando Díaz Bravo a Urquiola, cuyas virtudes de sencillez y humildad fueron enfatizadas antes de cerrarse el homenaje con una larga ovación como agradecimiento a su carrera deportiva y a su sinceridad en la velada.

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