5 por 6 son 90
La Habana/Cinco imágenes tomadas en un lapso de seis décadas conforman la valla oficial para celebrar el 90 cumpleaños del expresidente Fidel Castro. Las dos primeras captan al joven abogado que asaltó una fortaleza militar y al comandante guerrillero que dirigió un ejército rebelde en las montañas del oriente del país. Apenas hay un lustro de diferencia entre una y otra.
Entre las tres últimas media solo una década. En la primera de ellas, un desenfocado mar de banderitas evoca la época de las tribunas abiertas de principios de este siglo; en la segunda aparece un elemento inseparable de su biografía: el micrófono. La última atrapa la ocasión en la que, ya enfermo y retirado, se presentó ante las cámaras con una inexplicable estrellita metálica enganchada en la gorra verde olivo.
Cuarenta años de su iconografía, ausentes en la composición, lo hubieran mostrado en sus momentos más intensos, cuando dictaba leyes, ordenaba la construcción de escuelas en el campo, regalaba centrales azucareros a otros países, dirigía una guerra al otro lado del mundo o firmaba sentencias de fusilamiento. Faltan también las imágenes más recientes, las de la ancianidad: el labio inferior caído, la barba rala, las manchas en la piel y ataviado con la ropa deportiva de Adidas.
Se podrá discutir si Fidel Castro fue o no el cubano que más seguidores ha logrado convocar en una plaza, el más amado o el más odiado, pero sin dudas tiene el mérito de haber sido el más fotografiado de todos los tiempos.
