El senador Bob Menéndez pide más esfuerzos para poner fin a la "trata" de médicos cubanos
En una carta al secretario de Estado, Antony Blinken, el demócrata llama la atención sobre la venta de servicios médicos en el contexto de la pandemia
Madrid/A tan solo 20 días del anuncio del Nobel de la Paz, un premio intensamente buscado durante el último año por el Gobierno cubano para su brigada Henry Reeve, y en medio de la polémica por la contratación de médicos cubanos por parte de México, el senador demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de EE UU, ha pedido a la Administración de Biden redoblar sus esfuerzos diplomáticos para "poner fin a la trata de personas patrocinada y facilitada por el régimen cubano".
El senador, de origen cubano, envió una carta este martes al secretario de Estado, Antony Blinken, en la que llama la atención sobre los esfuerzos realizados por las autoridades de la Isla para vender servicios médicos a otros países en el contexto de la pandemia.
"Pido al Departamento de Estado que use todos los canales diplomáticos para instar a nuestro aliados internacionales, incluyendo a México, a dejar de participar en las prácticas de trata de personas del régimen cubano o cambiar radicalmente los términos de estos programas para cumplir con las normas internacionales de labor y derechos humanos", pidió el legislador.
Menéndez es promotor, junto con Marco Rubio, de un proyecto de ley con el que se busca que el Gobierno cubano "rinda cuentas por la trata de médicos, enfermeros y otros profesionales de salud cubanos sirviendo en misiones médicas en el extranjero".
Menéndez es promotor, junto con Marco Rubio, de un proyecto de ley con el que se busca que el Gobierno cubano "rinda cuentas por la trata de médicos, enfermeros y otros profesionales de salud"
El senador recuerda que el último informe del Departamento de Estado sobre la Trata de Personas reflejaba que los sanitarios que participan en los programas internacionalistas de Cuba reciben entre el 5% y el 25% del dinero que los países que contratan el sevicio pagan por persona, ya que el resto va a parar a las arcas del Estado cubano, que considera un trato justo la distribución como compensación a los estudios universitarios gratuitos.
Además, Menéndez recuerda que esta no es la única vulneración de los derechos de los trabajadores, que también están sujetos a vigilancia, no pueden relacionarse con nacionales del país de destino, están obligados a participar en la propaganda de apoyo al Gobierno y sometidos a amenazas.
"En lugar de proteger a sus trabajadores de atención médica de primera línea, el régimen de Cuba está utilizando la pandemia global como una oportunidad para exportarlos aún más para apoderarse de sus ingresos. Ingresos que inevitablemente son utilizados para enriquecer a los propios funcionarios del régimen y poder seguir reprimiendo a su propio pueblo", dice el senador.
La organización Cuban Prisoner Defenders sitúa en 8.500 millones de dólares netos el beneficio de las misiones internacionales (6.400 millones de dólares en 2018, antes de la pandemia, según los últimos datos oficiales). La cantidad supone hasta el triple de lo que, en tiempos anteriores a la crisis del covid, reporta el turismo.
La organización con sede en Miami Archivo Cuba considera que hay "pruebas abundantes y contundentes que hacen de este cuerpo médico parte intrínseca de un esquema de trata de personas por parte del Estado cubano, que supone una violación del derecho internacional".
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