Chevron seguirá operando en Venezuela, revela el 'Wall Street Journal'
Petróleo
El diario estadounidense explica que el trato no implica el pago de derechos ni de impuestos al régimen de Nicolás Maduro
Madrid/La Administración de Donald Trump permitirá que Chevron siga bombeando petróleo en Venezuela, según asegura este jueves The Wall Street Journal. Aunque los detalles del acuerdo no están claros, fuentes conocedoras del asunto dijeron al diario estadounidense que tuvo lugar tras conversaciones recientes del presidente y del secretario de Estado, Marco Rubio, y que tiene que ver con el reciente canje de 10 presos en Venezuela con nacionalidad o residencia estadounidense a cambio de la devolución a Caracas de 252 migrantes venezolanos deportados a cárceles salvadoreñas.
El Wall Street Journal –que no menciona el caso de Dahud Hanid Ortiz, incluido entre los canjeados y que había sido condenado a 30 años por el asesinato en 2016 de dos cubanas y un ecuatoriano en Madrid– explica que el trato no implica el pago de derechos ni de impuestos al régimen de Nicolás Maduro.
“Chevron opera a nivel mundial en cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables, así como del marco de sanciones establecido por el Gobierno de Estados Unidos, incluso en Venezuela”, declaró al periódico Bill Turenne, portavoz de la petrolera.
Nada más acceder a la Casa Blanca, Trump anunció el fin de la ampliación de la licencia concedida a Chevron por su antecesor, Joe Biden, que permitía a la compañía operar en Venezuela. En un principio, estableció como límite para poner fin a sus operaciones el 3 de abril, aunque después extendió el permiso hasta el 27 de mayo.
“Chevron opera a nivel mundial en cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables, así como del marco de sanciones establecido por el Gobierno de Estados Unidos, incluso en Venezuela”
Un día antes de que expirara ese plazo, medios locales informaron de que el Gobierno estadounidense se disponía a conceder a la petrolera una nueva licencia de “actividad mínima” en el país sudamericano, que permitiría “operaciones esenciales de mantenimiento”, pero no nuevas inversiones y la exportación de crudo.
Las idas y venidas de información reflejaban la pugna dentro de la Administración. La medida era celebrada por los críticos del chavismo, Marco Rubio incluido, pero duramente criticada tanto por el sector petrolero como por los políticos más afines al trumpismo, quienes argumentaban que, de esa manera, se entregaban los yacimientos en Venezuela a China y se socavaría la influencia energética estadounidense en la región. Estas razones encontraron eco en el Gobierno, para finalmente cambiar de opinión, sugiere The Wall Street Journal.
Apenas el viernes pasado, y tras un proceso arbitral que lo enfrentaba a ExxonMobil, Chevron concluyó la compra de Hess Corporation por 53.000 millones de dólares, lo cual le da los derechos de explotación de una rica plataforma petrolera marítima en aguas de Guyana.
De ese país reclama Maduro, precisamente, la posesión del Esequibo, territorio rico en petróleo y minerales. Este mismo jueves, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, aseguró que harán “todas las acciones bajo el liderazgo y el comando de nuestro comandante en jefe, para defender nuestra soberanía en cualquier espacio geográfico, sea la mar, sea en territorio continental”.
Las idas y venidas de información reflejaban la pugna dentro de la Administración
En un acto oficial, Padrino recordaba que hace más de un mes un buque con bandera panameña que venía a “hacer exploración oceanográfica” fue interceptado a “pocas millas” de Delta Amacuro, cerca de la zona en reclamación con Guyana. “En un mar que no está pendiente por delimitar, es nuestro mar, es la salida nuestra allí al frente del Delta, sin pedir permiso y diciendo ellos que estaban en aguas guyanesas”, declaraba el ministro.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela informó el 19 de junio, en efecto, que una semana antes había interceptado, en aguas que aseguraba son del país caribeño, un buque con bandera panameña que estaba realizando prospecciones científicas. Ante “las dudas sobre sus verdaderas intenciones”, fue puesto en “custodia preventiva”, al igual que su tripulación.
La tripulación se compone de nueve personas: dos neerlandeses, incluyendo el capitán, tres hondureños, un español, un indonesio, un panameño y una húngara. Según recoge la agencia EFE, las autoridades consulares españolas aseguraron el pasado 1 de julio estar haciendo las gestiones necesarias para recabar información del español retenido y poder prestar asistencia consular.