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Ecuador celebrará la segunda vuelta de las presidenciales el 2 de abril

Ciudadanos ecuatorianos depositan su voto en una mesa instalada en el Pabellón Polideportivo de la Universidad Politécnica de Valencia, Ecuador. (EFE)

23 de febrero 2017 - 09:37

Quito/(EFE).- El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador confirmó este miércoles que ninguno de los ocho aspirantes a la Presidencia del país obtuvo los votos suficientes en los comicios del domingo, por lo que convocará a segunda vuelta entre los dos más votados: el oficialista Lenín Moreno y el opositor Guillermo Lasso.

En una cadena nacional, el presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, señaló que con el 99,5% de las actas de escrutinio procesadas, Moreno alcanzó el 39,3%, mientras que Lasso el 28,1%.

La normativa electoral ecuatoriana establece que, para lograr la presidencia en primera vuelta, un candidato requiere de la mitad más uno de los votos o, al menos, un 40%, con una diferencia de diez puntos porcentuales respecto al segundo más votado.

Por ello, Pozo indicó que a partir de mañana jueves el CNE comenzará a organizar la segunda vuelta electoral, que se celebrará el domingo 2 de abril.

El anuncio del titular del CNE puso fin a una situación de tensión por el reclamo de los seguidores de Lasso, que habían establecido una "vigilia" en las inmediaciones de la sede del Consejo, en Quito, para exigir la segunda vuelta, petición sazonada con sospechas de un supuesto "fraude".

El anuncio puso fin a una situación de tensión por el reclamo de los seguidores de Lasso, que habían establecido una "vigilia" para exigir la segunda vuelta, petición sazonada con sospechas de un supuesto "fraude"

Pozo defendió la institución electoral que dirige "cuyas resoluciones son legales y autónomas", dijo.

"Nuetras resoluciones jamás serán el resultado de condicionamientos, presiones o violencia", agregó, y aseguró que el CNE continuará trabajando de acuerdo con la Constitución y al Código de la Democracia "para garantizar la voluntad ciudadana expresada a través del sufragio".

El titular del CNE hizo público el anuncio después de revelar el día anterior que era imposible un cambio en la "marcada" tendencia que señalaba el escrutinio de los votos.

El presidente del país, Rafael Correa, por su parte, admitió, antes del anuncio de Pozo, que habrá una segunda vuelta de las elecciones Presidenciales y dijo que confía en una nueva victoria del oficialismo, como la del domingo, cuando sacó un millón de votos más que la oposición.

Cerca de 12,8 millones de ecuatorianos fueron convocados a las urnas el domingo para elegir al presidente y al vicepresidente, a los 137 legisladores de la Asamblea Nacional y a cinco parlamentarios andinos.

También se pronunciaron en una consulta popular sobre una iniciativa del Gobierno que busca prohibir que los cargos de elección popular posean bienes en paraísos fiscales.

La misión de la OEA que supervisó el proceso destacó avances en la organización y remarcó que la autoridad electoral "demostró ser el guardián de la voluntad del pueblo", por lo que rechazó los ataques a la institución rectora del sufragio en Ecuador.

Sin embargo, presentó unas recomendaciones para mejorar los niveles de confianza y la organización del proceso de cara a la segunda vuelta, entre ellas el uso de tinta indeleble para manchar un dedo del votante, como un mecanismo adicional de seguridad en la votación.

También sugiere modificar el diseño de las urnas-biombos implementadas en esta ocasión por el Consejo Nacional Electoral (CNE) ecuatoriano.

La misión de la OEA que supervisó el proceso destacó avances en la organización y remarcó que la autoridad electoral "demostró ser el guardián de la voluntad del pueblo"

"Sumado a las complicaciones en su ensamblado, se constató que en algunas urnas no estaban puestas las cintas de seguridad proporcionadas por el CNE y que los espacios destinados al almacenamiento de las papeletas eran pequeños para el tamaño y la cantidad de boletas", precisó la misión.

Además, indicó que observó "confusión en el momento en el que los ciudadanos depositaban su voto dado que una vez dobladas las papeletas no se podía identificar a qué dignidad pertenecían".

Por ello, sugirió modificar el diseño de las urnas y establecer un mecanismo para facilitar la identificación de las papeletas por parte del votante.

Otra de las recomendaciones se refiere a la eliminación de un marcador de color rojo, del material electoral, ya que esa tonalidad no puede ser identificada por los escáner usados en el proceso de transmisión de los datos.

También apuntó a un fortalecimiento de la capacitación a los miembros de las Juntas Receptoras del Voto (JRV) y a la mejora en la coordinación de los técnicos del CNE con los representantes de los grupos políticos.

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