Los israelíes afectados por misiles de Irán: "Es una guerra terrible, pero necesaria"

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"Lamentablemente hay víctimas, pero es algo que debemos hacer. Irán es una amenaza para nuestra existencia judía, y queremos vivir en paz en este hermoso país"

Los equipos de rescate, apoyados por excavadoras y remolques, intentaban encontrar a dos personas desaparecidas.
Los equipos de rescate, apoyados por excavadoras y remolques, intentaban encontrar a dos personas desaparecidas. / EFE
Verónica Snoj/EFE

15 de junio 2025 - 12:32

Bat Yam (Israel)/En la calle Jerusalén de la ciudad costera israelí de Bat Yam, decenas de curiosos se congregaban este domingo para observar los edificios dañados por el impacto de un misil iraní que mató a seis personas. A pesar de las escenas de devastación, para estos israelíes la destrucción y la pérdida de vidas son el precio que el país debe pagar en su lucha contra Irán.

Detrás del cerco policial, los vecinos graban con sus teléfonos móviles los trabajos de remoción de escombros que llevan a cabo los equipos de rescate, apoyados por excavadoras y remolques, para encontrar a dos personas desaparecidas. En la cara frontal del edificio impactado directamente se ven las cicatrices del ataque. En la parte trasera, las paredes prácticamente han desaparecido.

"Oímos una explosión como nunca antes. El corazón se me aceleró, estábamos en estado de shock", relata a EFE Michelle, una residente de 52 años de esta localidad al sur de Tel Aviv que vive a escasos metros del lugar del impacto. Tras sonar la alarma antiaérea a las tres de la madrugada, ella y su familia corrieron al refugio.

"No teníamos señal, así que no sabíamos lo que pasaba. Cuando salimos y vimos a los equipos de rescate, entendimos la magnitud del desastre: el edificio y toda la calle habían desaparecido", cuenta frente al lugar, donde efectivos del Comando del Frente Interior –la unidad encargada de gestionar emergencias civiles– se afanan en quitar escombros, mientras las fuerzas de seguridad restringen el acceso al epicentro del impacto.

Aunque teme por su seguridad, Michelle respalda la ofensiva israelí. "Esto tenía que pasar en algún momento"

Aunque teme por su seguridad, Michelle respalda la ofensiva israelí. "Esto tenía que pasar en algún momento, y ahora es el momento. Lamentablemente hay víctimas, pero es algo que debemos hacer. Irán es una amenaza para nuestra existencia judía, y queremos vivir en paz en este hermoso país", opina.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, acudió este domingo al lugar, acompañado del ministro de Defensa, Israel Katz, y el de Seguridad Nacional, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir. Los vecinos los reciben con aplausos y gritos emocionados de "¡Bibi, Bibi!", como se conoce popularmente al jefe del Gobierno. "Es el mejor líder del mundo. Es el Churchill de hoy", asegura Eli, un señor de 61 años que también vive cerca. "Esto da miedo, claro, pero es solo un edificio. En la guerra hay víctimas, y este es el precio de vivir en Israel", añade con firmeza frente a las fachadas destrozadas, ventanas hechas añicos y marcos metálicos retorcidos por la explosión.

Lisi, de 47 años, también sintió la explosión desde el refugio y pensó que su propio edificio había sido alcanzado. A pesar del miedo, cree que el conflicto es inevitable. "Israel está haciendo el trabajo que todo el mundo debería hacer. Si no detenemos a Irán, todo el mundo estará en peligro, Europa, América… No tenemos otra opción que luchar", concluye.

Para Yerin, que acudió este domingo a otro barrio de la ciudad a ayudar a sus padres, cuyo apartamento resultó dañado, "es una guerra terrible, pero necesaria". "No tenemos otra opción, es ahora o nunca", dice frente a los destrozos causados por el misil.

Horas después de la visita de Netanyahu, cuando los rescatistas aún buscan desaparecidos entre los restos de los edificios, las alarmas suenan de nuevo en Bat Yam

Horas después de la visita de Netanyahu, cuando los rescatistas aún buscan desaparecidos entre los restos de los edificios, las alarmas suenan de nuevo en Bat Yam y en todo el centro y norte del país: Irán dispara otra oleada de misiles. Los vecinos acuden entonces a los refugios, unos más calmados y otros corriendo con los niños de la mano, en una escena que se está convirtiendo en habitual en Israel. Unos indican a otros dónde refugiarse de los misiles, y tiran a la calle, desde las ventanas, las llaves de las habitaciones seguras.

Una vez dentro, cargando con agua y también con sus mascotas –perros con correa y gatos en transportines–, esperan impacientes no volver a oír el sonido que acarrea muerte y destrucción. La séptima andanada de misiles iraníes pasa, sin reportar daños ni víctimas por primera vez desde que Israel atacó Irán, el pasado viernes.

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