Naufragios
Piglia, detective del caso 'Che' Guevara
Nueva Jersey/El tal López Obrador
—presidente mexicano—
de ese cuerpo represor
del Estado de terror
de Cuba totalitaria
y darle una distinción,
porque esa Revolución
es mezquina y sanguinaria.
El tal López Obrador
comparten mesa y cuartel,
y comparten el fervor
por el previo dictador
que desoló a la nación
caribeña cuál ciclón.
También comparten el vino:
brindan por el asesino
que hizo la Revolución.
Una visita oficial
a México del tirano
que asola al pueblo cubano
con su cuerpo policial
—y su cuerpo de tamal,
celebra el terror de Estado
con que la Revolución
que destrozó a la nación
nos ha mentido y matado.
El encuentro fue en Campeche.
Así lo dictó el destino.
Hubo fiestas. Hubo vino
y chiles en escabeche.
Ay, pero en Cuba no hay leche,
y el pueblo siente terror.
¿Por qué López Obrador
le dio ese abrazo tan fuerte
al patán del "Patria o muerte",
al del cuerpo represor?
¡Se han visto en cinco ocasiones!
"Relación bilateral",
narra la prensa oficial
que sigue a estos manganzones
que a diario se dan la mano
y celebran al tirano
que nos arruinó: ¡a Fidel!
Le encanta a Díaz Canel
el tequila mexicano.
Hablaron de independencia
y amistad estos señores
que matizan la violencia,
la censura, la indigencia,
y que imponen el olvido,
y dan gracias al Partido
que ordena la represión,
hoy que esa Revolución
no es más que un gran sinsentido.
El tal López Obrador
condecoró al dictador
que puso a dedo el Partido
de la furia y del sonido,
contra el pueblo. Qué dislate
entregar tal distinción
a ese cubano sangrón.
Ese esbirro no es tu cuate.
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