“Esas piscinas no son para la gente”

Las dos únicas albercas en función están reservadas a los militares y al MININT

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Piscina de la vocacional Federico Engels de Pinar del Río. (Juan Carlos Fernández)
Juan Carlos Fernández

13 de agosto 2015 - 16:01

Pinar del Río/"Películas de estreno, mucho helado y una buena piscina", así resume sus deseos para estas vacaciones escolares un adolescente residente en Pinar del Río. El primer antojo lo ha cubierto con varias visitas al Coppelia local, pero su ciudad tiene el triste récord de contar con un sólo cine en activo y ninguna piscina funcionando.

Las once albercas construidas en la ciudad están deterioradas o sufren algún proceso de reparación que las mantiene cerradas al público. A pesar de sufrir un verano especialmente caluroso, con temperaturas que superan los 36 grados centígrados, los pinareños deben conformarse con el aire del ventilador para refrescarse un poco. O hacen como Yoankys y Maykel, que utilizan "una manguera en el patio" cuando el sofoco se vuelve insoportable. Hace tiempo ambos se zambulleron un par de veces en la piscina del hotel Pinar del Río, después de pagar en pesos convertibles por la entrada, pero ya ni siquiera existe esa opción.

"Esto es una falta de respeto", considera Yoankys, quien además apunta que en los repartos Galiano y Mijares, colindantes con la piscina del Tecnológico Pedro Téllez, el descontento es mayor. "Es que la gente está viendo que la infraestructura está ahí, pero lo que falta es la voluntad para ponerla a funcionar". El rectángulo azul, seco y deteriorado, hiere la vista de todo el que se asoma al área deportiva del centro escolar.

“Sería muy escandaloso tener la piscina llena mientras en las casas tenemos problemas hasta para llenar un tanque”

Orestes, un antiguo vecino de la zona que trabaja en una cochiquera estatal, refiere que le da lo mismo si hay piscina o no, pero "los chamas están achicharrados y no hay ni una laguna con agua". El hombre, que ha vivido siempre en las inmediaciones, cuenta que "lo único que había para recrearse por aquí era la piscina del Tecnológico, pero como no le cambiaban el agua hubo que cerrarla".

Mariela, un ama de casa que se mudó al barrio hace apenas dos años, achaca a la sequía el vaciado de la alberca. "Sería muy escandaloso tener la piscina llena mientras en las casas tenemos problemas hasta para llenar un tanque". Pinar del Río enfrenta las precipitaciones más bajas del último medio siglo. Los 24 embalses de la provincia se hallan a poco más del 30 % de su capacidad total, entre ellos siete en estado crítico.

"No se puede derrochar agua en diversión cuando apenas tenemos para fregar o bañarnos", refuerza la mujer.

Jorge, el custodio que hace sus turnos a las afueras del Tecnológico asegura que Salud Pública ordenó cerrar la piscina porque era un foco de mosquitos". El deficiente suministro de cloro es una de las causas que con más frecuencia atenta contra la salubridad de las piscinas en todo el país, unido a la rotura de los sistemas de bombeo y de tratamiento del agua.

"Esto se había convertido en un problema higiénico", detalla Mariela, que recuerda que "varios jóvenes se enfermaron de hongos, infecciones en la piel y otitis en este lugar", y dice sentirse "aliviada de que la hayan vaciado, porque esto era una permanente fuente de enfermedades".

En su opinión "la gente no está acostumbrada a usar piscinas, ni siquiera se dan una ducha antes de meterse, además de que se orinan o consumen alimentos dentro. Eso sin contar los que, a pesar de tener alguna herida infectada en el cuerpo, se tiran a darse un chapuzón".

“Queremos que nuestros hijos sepan nadar, que practiquen deportes, que empleen su tiempo libre en diversiones sanas,... pero tenemos 10 piscinas cerradas en la ciudad”

Sin embargo Antonio Vázquez, funcionario del Ministerio de Educación Municipal, se resiste a creer que la solución ante esos problemas sanitarios sea cerrar las piscinas. "Queremos que nuestros hijos sepan nadar, que practiquen deportes, que empleen su tiempo libre en diversiones sanas,... pero tenemos 10 piscinas cerradas en la ciudad", exclama con molestia.

Vázquez explica que "las piscinas de la ciudad de Pinar del Río son dependientes de diferentes organismos del Estado". Según el funcionario, la alberca del Tecnológico es gestionada por el Ministerio de Educación y "la mandó a cerrar Salud Pública, porque con la sequía no se le pude cambiar el agua y cuando pasa un mes ya está contaminada".

En el Hotel Pinar del Río, un camarero explica a 14ymedio que el cierre de la alberca se debe a que le están haciendo remodelaciones "y está quedando muy buena. La vamos a inaugurar el 13 de agosto, con un cover de 10 pesos convertibles, a consumir ocho". El empleado puntualiza que "había que cerrarla, porque estaba en muy malas condiciones y ahora va a quedar perfecta. Lo sentimos por la gente, pero había que cerrar".

Como un gigante venido a menos, la piscina olímpica del Instituto Superior de Cultura Física Nancy Uranga se ve abandonada y seca. "Tuvimos que vaciarla", cuenta el custodio "porque venían jóvenes con bebidas y armas blancas y ponían esto malo". La instalación estaba bajo vigilancia policial pero el problema persistía. "El caso del tanque de clavados es otro", explica, "ese está contaminado". Un agua verde con una capa de suciedad confirma las palabras del empleado.

Villa Guamá, perteneciente al Ministerio del Interior, es un lugar privilegiado con el alivio de una alberca que funciona y está limpia

Lejos de ahí, las malas hierbas cubren el sendero de entrada a la escuela vocacional Federico Engels, inaugurada por Fidel Castro. Las dos piscinas que una vez fueron su orgullo llevan casi cinco años sin que ningún estudiante pueda sumergirse en ellas. "A nadie le importa un pito esto, se echaron a perder por falta de mantenimiento", se queja un empleado. Una situación similar le ocurre a la alberca de la Facultad de Ciencias Médicas.

La escuela de deportes Ormani Arenado se convierte en la última esperanza para un bañista desesperado. Sin embargo dos de las tres piscinas no se llenan hace meses y la pileta olímpica rebosa de un líquido en el que flota el lino verde y del que sale un fuerte hedor.

En contraste con este desolador panorama, la Casa Central de las FAR, localizada en la carretera central a las afueras de la ciudad, muestra una piscina bien mantenida pero está reservada a los militares. Villa Guamá, perteneciente al Ministerio del Interior y ubicada en el kilometro 4 de la carretera a Viñales, es otro de los lugares privilegiados con el alivio de una alberca que funciona y está limpia.

"Pero esas piscinas no son para la gente", refiere frustrado Yoansky, el joven que se moja con una manguera en el patio de su casa para aliviar el calor. "Esas son como si no existieran".

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