Buñuelos de yuca

Unos buñuelos de yuca. (14ymedio)
Unos buñuelos de yuca. (14ymedio)
María Sampedro

20 de marzo 2015 - 17:49

La Habana/Si hay una receta de postre casero que le gusta hacer a los niños junto a sus padres, es la de los buñuelos de yuca. Jugar a darle a la masa forma de un número ocho o cualquier otro garabato es un simpático divertimento que después se convertirá en un sabroso bocado.

Los ingredientes que necesitamos para lograrlo son:

2 libras de yuca

1 huevo

1 cucharadita de sal

1 cucharadita de anís, canela, cáscara de limón o de naranja rallada

½ taza de harina de trigo

Aceite para freír

Debemos elegir en el mercado una yuca que se vea buena y fresca. Las abuelas nos enseñaron el truco de partir la punta y, si cruje, es un indicador de que esta raíz de cáscara leñosa ha sido recientemente recogida del campo. Si al quitar la punta se deja ver la blancura de la masa interior, sin vetas grises ni tono amarillento, pues habremos confirmado que la yuca es perfecta para nuestra receta.

Debemos lavarla bien, pelarla y ponerla a hervir sumergida en agua en una cazuela preferentemente alta, hasta que se ablande. Antes de que se enfríe del todo, procederemos a quitar la hebra del centro. Después moleremos la yuca en una de esas máquinas que son tan comunes en las cocinas cubanas o, en caso de no tener una, la podemos convertir en puré con un tenedor.

Cuando ya tengamos la yuca totalmente molida, le añadiremos un huevo batido, una pizca de sal, anís o canela, o también puede ser la cáscara de limón o naranja rallada, según el gusto.

Ahora viene la parte más divertida, donde le agregaremos la harina y comenzaremos a amasar hasta que no se nos pegue en los dedos. Ese es el momento en el que podemos incorporar a nuestros hijos a la receta, pues será divertido para ellos dar forma a los buñuelos y también es una manera de introducirlos poco a poco en las artes culinarias.

Cuando ya estén listos los buñuelos en forma de ocho -o con cualquier otro garabato- podemos comenzar a freírlos en aceite bien caliente hasta que queden dorados.

El plato se puede servir acompañado de miel, sirope o incluso con helado. ¡Buen provecho!

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