APOYO
Para ayudar a 14ymedio

El segundo Congreso Internacional con el Libro Cubano Exiliado

Cultura

Los autores cubanos han sido víctimas de la guerra cultural que el castrismo inició en 1959

La idea de Mancha fue asumida como muy válida por escritores y editores. / Captura
Pedro Corzo

11 de mayo 2025 - 08:23

Miami/Hace diez años, el periodista cubano Silvio Mancha propuso convocar a un grupo de escritores y editores para celebrar un encuentro literario que reuniera libros, autores y casas editoriales que el totalitarismo castrista no permite en Cuba. O, dicho de otra manera, creadores y creación que padecieran destierro.

El castrismo desde su primer día en el poder declaró una ofensiva en toda regla contra quienes no pensaran como ellos. Practicaron el sectarismo y la discriminación ideológica, imponiendo un control de la información que culmino en una guerra real contra la oposición política y el fusilamiento moral de quienes pensaran libremente.

Desde el primer momento las personas de criterios, los que rechazaban que le pusieran precio a su creación, padecieron un destierro interno que les obligó a escribir, pintar y pensar en la oscuridad. La vida se nos complicó a todos porque escuchar una canción de Jose Feliciano o simplemente comentar un chiste de Guillermo Álvarez Guedes, era suficiente para terminar en una mazmorra.

La cruda realidad es que los autores cubanos han sido víctimas de la guerra cultural que el castrismo inició en el mismo año del triunfo de la insurrección, en 1959. La censura se estableció de inmediato, la confiscación de casas editoriales, imprentas y librerías no se hizo esperar, junto a la incautación de todos los medios de información o difusión, radio, televisión o prensa. La palabra la hicieron suya y como dice el escritor Jose Antonio Albertini, “empezaron a matar con tinta, no solo con balas”.

La palabra la hicieron suya y como dice el escritor Jose Antonio Albertini, “empezaron a matar con tinta, no solo con balas”

La idea de Mancha fue asumida como muy válida por escritores y editores, entre ellos Jose Antonio Albertini, Ángel Cuadra, Rosa Leonor Whitmarsh, Luis de la Paz, Ángel de Fana, Rolando Morelli, Alberto Muller y Juan Manuel Salvat, entre otros. El evento se celebró durante dos días en una instalación de la Universidad Internacional de la Florida y se dedicó a la memoria de un grande del exilio, Enrique Ros, escritor y luchador incansable contra el totalitarismo.

El encuentro fue realmente un éxito, muy definido políticamente. Ningún sicario del castrismo fue invitado y se rechazó la participación de personas e instituciones que sostuvieran algún vínculo con el totalitarismo, dentro o fuera de Cuba, porque los organizadores, siguiendo las enseñanzas de José Martí, están convencidos que la esclavitud del pensamiento, al igual que la esclavitud física, son una forma de opresión que impide el desarrollo individual y colectivo.

La invitación y convocatoria emitida es de carácter internacional y se ha extendido a Estados Unidos, Canadá, Sudamérica y Europa

Este año, el académico Daniel Pedreira, actual presidente del Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio, compartió la idea de convocar a un segundo encuentro que de inmediato contó con el respaldo de varias instituciones y personalidades del destierro, entre ellas el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo, Plantados hasta la Libertad de Cuba, las editoriales El Ateje y Gota de Agua y la Academia de la Historia de Cuba en el Exilio, que junto a otras instituciones y personalidades se incorporaron al proyecto decidiendo identificarlo como “Juan Clark, in memoriam”, en homenaje a un académico cubano que participó como paracaidista en la incursión a Cuba de la Brigada 2506 y posteriormente impartió clases en el Miami Dade College, además de ser el autor de una de las obras cumbres del exilio cubano, Cuba, Mito y Realidad, Testimonio de un Pueblo.

La invitación y convocatoria emitida es de carácter internacional y se ha extendido a Estados Unidos, Canadá, Sudamérica y Europa, y a todo autor nacional cubano que tenga una obra que la censura totalitaria no permita circular en Cuba sin importar donde se encuentre, ya que autores residentes en la Isla han aceptado sumarse a este encuentro que una vez más busca denunciar las numerosas limitaciones a la creación que el castrismo ha impuesto a la ciudadanía en general, incluido sus propios partidarios, quienes tampoco disfrutan de libertades para elogiar sin restricciones a sus amos.

No hay comentarios
Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último