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Altos consumidores de combustible, los todoterrenos rusos que rodarán por las calles cubanas

Vehículos

A estos vehículos se sumará próximamente el modelo Pickup, igualmente adaptado a las condiciones viales y climáticas de la Isla

El UAZ Patriot es un vehículo diseñado para enfrentar condiciones extremas de terreno y clima. / Embajada de Rusia en La Habana/ Facebook
14ymedio

27 de julio 2025 - 09:00

La Habana/La empresa UAZ ha entregado el primer lote de todoterrenos Patriot ensamblados en Cuba, como parte de un acuerdo bilateral que contempla el montaje local de vehículos mediante kits importados, anunció en Facebook la Embajada de Rusia en La Habana. El proyecto se desarrolla en la planta de la Empresa Integral de Servicios Automotores (EISA) y forma parte del impulso ruso a sectores industriales de la Isla, que atraviesa una profunda crisis.

El ensamblaje comenzó oficialmente en abril, durante una visita del viceprimer ministro ruso Dmitri Chernyshenko, quien participó en la ceremonia de lanzamiento del primer modelo armado en Cuba. Según la compañía, la capacidad de la planta ronda las 500 unidades anuales, aunque con turnos adicionales podría alcanzar los 1.500 vehículos. A los todoterrenos Patriot se sumará próximamente el modelo Pickup, igualmente adaptado a las condiciones viales y climáticas de Cuba.

El UAZ Patriot es un vehículo diseñado para enfrentar condiciones extremas de terreno y clima. Equipado con tracción total, motor ZMZ Pro de 2,7 litros a gasolina y transmisión manual de cinco velocidades, este modelo ofrece una capacidad de carga útil de hasta 525 kilogramos y puede remolcar hasta 2.650 kilos. Su altura le permite sortear obstáculos en caminos no asfaltados, muy comunes en Cuba.

El todoterreno ha sido valorado en medios rusos como un vehículo robusto y ha recibido críticas por su consumo elevado de combustible

El todoterreno ha sido valorado en medios rusos como un vehículo robusto, de mecánica simple y fácil mantenimiento, aunque también ha recibido críticas por su consumo elevado de combustible, una característica muy negativa en la Isla que enfrenta serios problemas con el suministro petrolero. En su versión más reciente, el auto incorpora dirección asistida, aire acondicionado y sistema multimedia, que lo hacen adecuado para entornos rurales o institucionales, especialmente en países con infraestructura deficiente.

Esta iniciativa marca un nuevo paso en la cooperación técnico-industrial entre La Habana y Moscú, aunque no es la primera experiencia. En 2018, se enviaron desde Rusia kits para el ensamblaje de 500 camiones Ural y 120 automóviles GAZ. Ese proyecto, sin embargo, terminó en los tribunales: la planta de camiones Ural, en Cheliábinsk, presentó una demanda contra la estatal cubana Tecnoimport y el Banco Internacional de Comercio S.A. (BICSA) por un impago valorado en 23,4 millones de euros. La reclamación, que incluyó daños e intereses, también involucró a la corporación financiera rusa VEB.RF, que actuó como intermediaria.

A pesar de las quejas cubanas sobre supuestos problemas técnicos, imágenes publicadas en medios oficiales mostraron camiones Ural desfilando en actos militares, lo que contradice los argumentos de La Habana. La planta rusa incluso había capacitado a técnicos cubanos y producido materiales audiovisuales para apoyar el proceso de ensamblaje.

En enero de 2023, dos camiones Ural-4320 de reciente factura fueron exhibidos por el Ejército cubano durante la Caravana de la Libertad, una reedición simbólica del recorrido de Fidel Castro hacia La Habana en enero de 1959. Las unidades, relucientes y escoltadas por jóvenes en uniforme, encabezaban la columna militar en varios municipios orientales. Detrás circulaban también camiones chinos Sinotruck Howo, cuya existencia en el parque vehicular cubano no había sido divulgada oficialmente hasta ese momento.

El modelo Ural-4320 es un vehículo de tracción total 6x6 con capacidad para 5,5 toneladas, idéntico al que utiliza el Ejército ruso en operaciones tácticas en Ucrania. Junto a modelos anteriores como el Ural-375 o el ZIL-131, forma parte de un parque automotor militar envejecido, mantenido con grandes esfuerzos por la falta crónica de repuestos.

La historia de los vínculos automotrices entre Cuba y la antigua URSS se remonta a los años 70 y 80, cuando miles de vehículos Lada y Moskvitch fueron importados masivamente a la Isla

La historia de los vínculos automotrices entre Cuba y la antigua URSS se remonta a los años 70 y 80, cuando miles de vehículos Lada y Moskvitch fueron importados masivamente a la Isla. El Lada, símbolo de estatus en la época, destacaba por su durabilidad y por la red de talleres estatales que lo mantenía operativo. Los Moskvitch también circularon en grandes cantidades y aún sobreviven gracias a la creatividad de los mecánicos cubanos.

La entrega de los nuevos vehículos rusos se produce en un contexto marcado por un sostenido respaldo financiero del Kremlin a La Habana. En 2014, Rusia condonó el 90% de la deuda cubana heredada de la era soviética, equivalente a 35.000 millones de dólares. Más recientemente, el pago de un préstamo para una central eléctrica no construida fue pospuesto hasta 2040. En 2022, la Duma rusa reestructuró otros préstamos concedidos entre 2006 y 2019 por un valor de 2.300 millones de dólares. La mayoría de estos créditos estaban destinados a proyectos en energía, transporte y metalurgia.

Según el medio The Moscow Times, Moscú ha retomado una estrategia de influencia similar a la soviética, perdonando deudas millonarias a cambio de lealtad política. Mientras tanto, la efectividad real de estos acuerdos en la economía cubana sigue siendo cuestionada. La entrega de los nuevos UAZ, aunque representa un gesto visible de cooperación, pone en evidencia la persistencia de desequilibrios estructurales y dudas sobre la capacidad de pago de la Isla.

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