Las autoridades cubanas deciden actuar contra el chikungunya, luego de meses ignorando la epidemia
Salud
- El Ministerio de Salud da por primera vez una cifra de afectados por ese virus: más de 20.000 hasta ahora
- La mala nutrición, el mal manejo médico y la falta de medicamento agravan los síntomas de la enfermedad
La Habana/Más de un mes después de que Estados Unidos emitiera una alerta de viaje para Cuba por el alza en los contagios de chikungunya y mucho más tiempo desde que la población de la Isla comenzara a sufrir –al menos desde este verano– el embate de arbovirus sin identificar por falta de reactivos, las autoridades empiezan a actuar.
Este mismo martes, en una nota aparecida en 5 de Septiembre, se da por primera vez una cifra concreta: hasta ahora, el país ha atendido hasta ahora un total de 20.062 casos de chikungunya, que, especialmente, afecta a las provincias de La Habana, Matanzas, Camagüey, Cienfuegos Artemisa y Villa Clara. De igual manera, se aclara que "no existen reportes de oropouche", si bien hasta el momento era uno de los padecimientos posibles de la población y, dicen, "se mantiene vigilancia sobre esa enfermedad".
Según afirmó en una conferencia de prensa Carilda Peña García, viceministra de Salud Pública, "la atención está centrada en el dengue con el serotipo 4", además del chikungunya. La funcionaria explicó que llevan a cabo un protocolo que comienza con enfermos con "síndrome febril inespecífico" y, ante signos de alarma, "sobre todo por dengue, el paciente va una sala de vigilancia intensiva y de terapia hasta que los signos cesen, y así evitar la gravedad".
La tasa de pacientes sospechosos de dengue en la última semana semana fue de 20, 66 por cada 100.000 habitantes
Esto ha disminuido, asegura, los casos graves por dengue. Para esta enfermedad, según se infiere de la nota del diario de Cienfuegos, sí se disponen de reactivos. La tasa de pacientes sospechosos de dengue en la última semana semana fue de 20, 66 por cada 100.000 habitantes, y las provincias mayor presencia son Cienfuegos, Guantánamo, Matanzas, Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Mayabeque, Villa Clara y Pinar del Río.
En la misma nota, se hicieron eco del comunicado publicado el domingo por el Ministerio de Salud, donde se refiere que en los próximos días comenzará el primer estudio clínico sobre el chikungunya, en cuatro hospitales de las provincias de Matanzas y La Habana. El objetivo del ensayo, indicaba el comunicado, es “evaluar la eficacia del medicamento cubano Juzvinza en el tratamiento de las manifestaciones inflamatorias articulares que persisten en muchos pacientes una vez superada la infección”.
El texto venía a ratificar la presencia mayoritaria de este virus, cuyo aumento se debe, explica María Guadalupe Guzmán Tirado, directora de Investigación, Diagnóstico y Referencia del Instituto Pedro Kourí (IPK), “a que el virus no había circulado antes con la actual intensidad, lo cual explica los bajos niveles de inmunidad en la población”.
La prioridad, insistió Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud, es “el inicio” de las investigaciones relacionadas con el chikungunya, “una enfermedad de presencia más reciente en la Isla”.
El objetivo del ensayo, indica el texto, es "evaluar la eficacia del medicamento cubano Juzvinza en el tratamiento de las manifestaciones inflamatorias articulares"
Salud publicó su comunicado justo un día después de que la doctora Perla María Trujillo Pedroza, especialista en Medicina General Integral en el Policlínico Manuel Piti Fajardo de Santo Domingo (Villa Clara) y con años de experiencia en hospitales provinciales, decidiera romper el silencio en su muro de Facebook con un escrito en el que denunciaba la situación sanitaria en el país.
En él, la especialista se mostraba “muy preocupada con esta situación del chikungunya”, y clamaba: “Si los primeros casos se remontan a julio de 2025, ¿cómo es posible que aún no exista una guía clínica para el manejo de esta enfermedad?”. A la vez, pedía: “Despierten. Los médicos cubanos estamos improvisando sobre la marcha en el tratamiento del chikungunya, sobre todo en su fase subaguda”.
La doctora contaba que en una guardia hospitalaria llegó a atender a 47 pacientes con síntomas compatibles con el virus. “De ellos, 34 tenían más de 15 días de evolución y 28 estaban en la etapa subaguda. Eso es un 82%, muy por encima de lo que recoge la bibliografía”. Su testimonio alertaba, además, de las complicaciones de la enfermedad cuando evoluciona a un padecimiento crónico: “Esto provoca una poliartritis violenta, invalidante. ¿Qué será de la poca economía de este país cuando lluevan los certificados médicos o las licencias de trabajadores que deben cuidar a sus ancianos casi inválidos?”.
Al día siguiente, la especialista escribió sobre el tema de nuevo, exponiendo varias hipótesis de por qué en Cuba hay tantos pacientes “evolucionando a una etapa subaguda”. Entre ellas, un “mal manejo de la etapa aguda de la enfermedad (desde que comienzan los síntomas hasta los 15 días)” y un mal manejo médico en general, por falta de medicamentos o uso inadecuado de los que recetan en los centros de salud.
La mala nutrición de la gente, que les lleva a tener un mal sistema inmunológico, y “factores relacionados con el estrés crónico que sufre un elevado porcentaje de nuestra población, lo cual se asocia con un sistema neuro-inmuno-endocrino no competente” son otras de las posibles razones que apunta. Además, indica, pueden tener lugar casos de “coinfección” con otras arbovirosis circundantes o un elevado número de cubanos con enfermedades preexistentes, que también los debiliten.
La especialista escribió sobre el tema de nuevo, exponiendo varias hipótesis de por qué en Cuba hay tantos pacientes “evolucionando a una etapa subaguda”
Nada de esto menciona el comunicado ministerial de hace dos días, que asegura de manera general que “el país despliega acciones integradas dentro del Plan Nacional de Control de las Arbovirosis”, y que esas acciones “se inscriben en una estrategia nacional que articula esfuerzos desde la ciencia, la salud pública y la innovación, y responden a la compleja situación epidemiológica que presenta la enfermedad en el país”.
Lo hacen, indican, “aprovechando las valiosas experiencias” dejadas por el enfrentamiento a la pandemia de covid-19, y con tres objetivos fundamentales, de acuerdo a las declaraciones de Morales Suárez: “contrarrestar los índices de infestación del mosquito vector, perfeccionar el tratamiento clínico de la enfermedad y reducir o eliminar las secuelas que deja en los pacientes recuperados”.
Mientras tanto, las denuncias ciudadanas siguen multiplicándose. “¿Cuándo van a decir que este virus, que esta pandemia, sí está matando gente?”, se preguntaba este lunes Kenia Tumbarell Tamayo, alias Lola La Negrita Cubana, en un video al borde de las lágrimas publicado en su cuenta de TikTok. “¿Cuándo van a reconocer que no hay medicamentos? ¿Cuándo van a reconocer que los pocos medicamentos que estamos adquiriendo es por la calle? Es porque algún familiar, algún amigo, los envía, o porque tenemos la posibilidad de adquirirlos a sobreprecio, porque no hay para suplir una necesidad tan básica como esa”.
Tumbarell sigue desgranando a continuación, llorando ya, preguntas que contienen lo que todo el mundo sabe: “¿Cuándo van a decir que esas cosas se hubieran evitado si no hubiera tantas alcantarillas, si no hubiera tanta suciedad, si no hubiera proliferado tanto el mosquito?”. ¿Hasta cuándo?, clama al cielo Tumbarell, que asevera: “No quiero hablar y quiero decir todo, y no quiero buscar problemas y me los quiero buscar todos, porque lo más difícil para un ser humano es sentirse atado de pies y manos, y perder las esperanzas y perder la compostura y perder la ecuanimidad”.
“¿Cuándo van a decir que sí, necesitamos ayuda, cuando aquí no quede nadie, cuando se extinga la especie, cuando esta tierra tan hermosa desaparezca?”, reprocha al Gobierno. Cuba solo duele, concluye, “a nosotros los cubanos, a los de a pie, que ya no aguantamos más”.