La canadiense Blue Diamond toma la gestión del lujoso hotel Paseo del Prado
El establecimiento, que antes manejaba la francesa Accor, se llamará Royalton Habana
La Habana/La cadena canadiense Blue Diamond informó este lunes de que reabrirá el hotel Paseo del Prado, con el nombre de Royalton Habana, el próximo 1 de agosto. La noticia no deja de ser una sorpresa, pues el establecimiento, uno de los más lujosos de la capital cubana, era gestionado, junto al estatal Grupo Gaviota, por Accor.
Apenas en diciembre de 2019, la firma francesa anunciaba a bombo y platillo la apertura del hotel, con 250 habitaciones, diseñadas por el arquitecto Michel Regembal con inspiración en la danza. En el proyecto también colaboraba, según informó entonces Accor, la española Ágatha Ruiz de la Prada, quien diseñó los uniformes del personal.
Sin embargo, el establecimiento, situado en una de las esquinas más privilegiadas de La Habana, entre el Malecón y el Paseo del Prado, enfrentó meses después el cierre de las fronteras debido a la pandemia de covid-19.
En un comunicado emitido este lunes, Blue Diamond no detalla si ha rediseñado el interior, y simplemente anuncia que "brindará impresionantes vistas desde el interior y el exterior", gracias a "su aspecto moderno, así como a las vistas que brindan las habitaciones, sus tres restaurantes y bares, y la piscina infinita en la azotea que da a la Bahía de La Habana y al Castillo de San Salvador de la Punta".
La canadiense, a la que recientemente le fue concedida en exclusiva la administración de Cayo Largo del Sur, se promociona a sí misma como "la cadena hotelera de mayor crecimiento"
La canadiense, a la que recientemente le fue concedida en exclusiva la administración de Cayo Largo del Sur, se promociona a sí misma como "la cadena hotelera de mayor crecimiento, ahora con 36 propiedades en cartera y más de 10.000 habitaciones".
La construcción de este hotel, el tercero de cinco estrellas en la misma zona de la capital, no estuvo exenta de polémica. Arquitectos y ciudadanos de a pie lamentaban la enorme altura del nuevo edificio, que no respeta la de los inmuebles colindantes y que levanta un muro que impide la visión entre Centro Habana y el litoral habanero.
Otro reproche recurrente por parte de los cubanos hacia el Gobierno es que, en mitad de la más grave crisis económica de los últimos treinta años, siga sin escatimar gastos en la construcción de hoteles de lujo, a la caza desesperada por recuperar terreno en un sector, el turístico, que no levanta cabeza después de la pandemia de covid-19.
A diferencia de sus competidores en el Caribe, como México, República Dominicana o Costa Rica, que tras las restricciones por el coronavirus han mejorado sus cifras y se acercan a las anteriores a la pandemia, el turismo en la Isla ha caído un 73% respecto a 2019.
Las obras de los grandes hoteles, sin embargo, no se ha detenido. Uno de ellos estará en el que será el edificio más alto de la capital, la llamada "torre López-Calleja" por ser obra del conglomerado militar Gaesa, comandado, hasta su reciente muerte, por el general ex yerno de Raúl Castro. Junto a esa mole, otros alojamientos en contrucción son el de 1ª y D, en El Vedado, o el de 3ª y 70, en Playa.
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