El dueño del "Costco cubano" cumple dos semanas en huelga de hambre y su salud se deteriora

Cuba

"Está mal", detalla a '14ymedio' una persona cercana a la familia del empresario

El caso de Cuspinera ha provocado una honda preocupación en el sector empresarial privado.
El caso de Cuspinera ha provocado una honda preocupación en el sector empresarial privado. / Collage
14ymedio

14 de junio 2025 - 08:43

La Habana/Dos semanas sin ingerir alimentos cumple este sábado Frank Cuspinera, dueño de Diplomarket, el "Costco cubano", encarcelado en el Combinado del Este. El empresario cubanoamericano comenzó su ayuno el pasado 1 de junio y su salud se deteriora rápidamente, según una persona cercana a la familia con la que conversó 14ymedio. "Sigue decidido a continuar hasta que se haga justicia con su caso", confirma la fuente.

"Está mal", detalla Luis, cercano al círculo íntimo de Cuspinera, de 48 años, pero con el nombre cambiado por temor a represalias. El emprendedor, investigado por los delitos de evasión fiscal, tráfico de monedas y lavado de activos, se encuentra en una celda de aislamiento desde que se negó a ingerir alimentos. La huelga, comenzó también con el rechazo a ingerir líquidos, pero el martes pasado el cubanoamericano tomó "un poco de agua".

Las autoridades penitenciarias le han permitido a Cuspinera hacer llamadas telefónicas a su familia para intentar que los parientes lo convenzan de desistir de la huelga de hambre, pero hasta el momento no han logrado que vuelva a comer. La primera semana de ayuno, recibió una visita de su esposa Camila Castro, en libertad pero también investigada por los mismos delitos, para hacer "dinámica familiar", refiere Luis. Así le dicen, explica, "cuando traen a los familiares de un plantado para que lo convenza de que deje la huelga". 

La estrategia tampoco resultó: "Querían hacer la dinámica familiar sin ni siquiera conocer el perfil emocional de Frank, sin haber averiguado ni siquiera las causas de por qué está llevando a cabo la huelga", reflexionó entonces Luis. "Obviamente solo estaban cumpliendo con un protocolo institucional, para que quede registrado en algún expediente que ellos cumplieron con su parte, que citaron a la familia".

La esposa de Cuspinera no aceptó la "dinámica" y, aunque se trasladó hasta la prisión, no pudo ver al empresario

La esposa de Cuspinera no aceptó la "dinámica" y, aunque se trasladó hasta la prisión, no pudo ver al empresario. Los parientes temen, refiere Luis, que el cubanoamericano acabe en el hospital y que su cuerpo sufra daños permanentes por no ingerir alimentos ya que padece de diabetes y de presión arterial alta.

Cuspinera anunció su huelga de hambre en una carta manuscrita firmada el 21 de mayo y enviada desde el Combinado del Este, casi un año después de su detención y de no saberse absolutamente nada sobre su paradero. En la misiva, hacía "un llamado de atención a la comunidad internacional, a los organismos internacionales y de los derechos humanos", así como al Departamento de Estado de Estados Unidos, "para que intervengan ante las instituciones cubanas por las violaciones constantes de mis derechos y la negación de garantías legales a mi defensa por parte de las instituciones estatales cubanas y sus representantes".

El empresario arremetió en el texto contra la Seguridad del Estado (DSE) y el aparato judicial cubano "que se activan con saña sobre mí" y que lograron, con "múltiples falsedades", comenzar una investigación en su contra "sin derecho a defensa".

El caso de Cuspinera ha provocado una honda preocupación en el sector empresarial privado en la Isla. La falta de garantías procesales y el ensañamiento que denuncia desde la cárcel han hecho crecer la suspicacia de los emprendedores para invertir en la Isla. Mientras unos acusan de ingenuidad al cubanoamericano, por poner su dinero en un negocio local, otros ven en su detención una venganza del oficialismo. 

"Tenían una denuncia por evasión fiscal, sin haberles hecho en ningún momento una auditoría previa", asegura Luis

"Tenían una denuncia por evasión fiscal, sin haberles hecho en ningún momento una auditoría previa", asegura Luis. Estos funcionarios "revisaron todo" y, después de ellos, se presentó la Dirección Técnica de Investigaciones (DTI). Arrestaron a los empresarios y les quitaron "de inmediato" las licencias comerciales tanto de Cuspinera SURL –la firma bajo la cual operaba el supermercado– como de Kmila-mart [la empresa de su esposa], dejándolos "inoperables".

Para la pareja fue, asegura Luis, una conmoción: "Pensaron que se trataría de una confusión, que les dejarían abrir las empresas después de resolverla, que les permitirían devolverle la mercancía a algunos proveedores o incluso que Frank podría responder al proceso en libertad bajo fianza, pero no han accedido a nada de eso". Las autoridades fueron, dice, "más severas y arbitrarias mientras más pasaba el tiempo".

A la hora del arresto, los funcionarios alegaron "que no se depositaba el dinero de las ventas en el banco y causó daño al mismo y descontento a la población", indica Luis. "Aquí todo el mundo sabe que todas las mipymes hacen tráfico de moneda, porque cuando hicieron la ley de empresa privada la hicieron a sabiendas de que nunca iba a haber disponibilidad en el banco de obtener la divisa legalmente. Se sabe que el mayor porciento de todo lo que se comercializa en Cuba son productos importados obtenidos con transacciones en divisa, porque aquí no se produce nada, por eso hay que importar para después producir", sostiene la fuente.

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