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Ingratos, resentidos y traidores, califica el régimen cubano a los médicos que critican las misiones

Salud

“No se escupe el plato que te formó”, titula el Ministerio de Salud Pública en el texto difundido en redes sociales

Médicos cubanos asignados al hospital rural comunitario de Vícam Switch, en Sonora. / Facebook/Servicios de Salud IMSS Bienestar
14ymedio

20 de octubre 2025 - 12:04

Madrid/No hay derecho a la crítica para el Ministerio de Salud Pública de Cuba, que en un comunicado difundido en Facebook deja clara su consideración sobre la gratuidad del sistema de educación: más que un derecho ciudadano es un mecanismo para silenciar a la población, se desprende del texto. En él, se afirma que los sanitarios que se formaron en la Isla y cuentan la cara más amarga del sistema “se dedican a insultar la medicina que los hizo médicos. No es crítica: es ingratitud. No es testimonio: es traición”.

El post, tomado originalmente del perfil Sindicato de Salud Pública en Santiago de Cuba, aparece firmado a nombre del Ministerio y ha sido difundido por distintas cuentas en redes sociales, incluyendo la de la televisión de Santiago. El título es contundente: “No se escupe el plato que te formó”, dice, encabezando el texto en el que, entre otros calificativos, utiliza el de “resentidos” para los médicos que critican la situación en que desarrollan su labor. 

En la publicación se reconoce que faltan recursos, el personal está cansado y hay muchas cosas que mejorar, “pero eso no borra el hecho de que el médico cubano se forma con excelencia, con ética, con vocación”. Entre los reproches se incluye como principal el de haber emigrado, un acto que considera “legítimo”, con un pero. “Usar tu libertad para escupir sobre lo que te formó es miserable”, espeta el texto, una frase particularmente llamativa por el hecho de dar a entender que solo en el exilio se logra esa libertad.

“No todos los que se quedan son cómplices. No todos los que se van son valientes”

“No todos los que se quedan son cómplices. No todos los que se van son valientes”, agrega el mensaje, que también lamenta la acusación que pesa sobre el Estado cubano de esclavizar a los médicos en misión internacional en base a estos testimonios, aunque no lo hace claramente, sino con indirectas. 

Además, insiste en que quienes hablan en contra de “la medicina cubana” –de la que dicen que “no necesita propaganda”– la “denigran”. “No se destruye lo que te dio las herramientas para ser quien eres. Se honra. Se transforma. Pero no se pisotea”, añade el texto, que cierra con: “La medicina cubana es faro. Y los faros no se apagan por el veneno de quienes olvidaron de dónde vienen”.

La publicación de este mensaje se produce sin un motivo aparente que justifique el inesperado ataque, aunque los médicos que deciden abandonar las misiones han sido denostados desde hace décadas por el discurso oficial. No en vano, para todos ellos están previstas acciones penales que pueden acarrear penas de prisión de hasta ocho años o la prohibición de regresar al país.

Los médicos cubanos que han trabajado en el exterior llevan años denunciando las prácticas del régimen cubano, que, además de quedarse con cantidades que pueden llegar al 90% de su salario, les confisca los pasaportes con el fin de evitar su huida, les impide relacionarse con los residentes en el lugar de destino o les obliga a hacer propaganda favorable al Gobierno. Todo ello sumado a unas condiciones económicas cada día más complejas, por cuanto les ha intentado ingresar los dólares que se les debía en una tarjeta Clásica en vez de entregarles las divisas en efectivo, como esperaban. 

Por estas prácticas, el Gobierno de EE UU considera desde hace años que Cuba esclaviza a sus médicos y, en los últimos meses, la Administración de Donald Trump ha presionado a varios países para que modifiquen los acuerdos con La Habana intentando que se contrate directamente a los profesionales, algo que se ha conseguido ya con Bahamas, Granada o Jamaica. 

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