José Daniel Ferrer recoge la Medalla Truman-Reagan de la Libertad que le concedieron en 2020
EE UU
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La Habana/El opositor José Daniel Ferrer, líder de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), recibió este lunes en Washington DC la Medalla Truman-Reagan de la Libertad, un reconocimiento que la Fundación Víctimas del Comunismo le había otorgado en 2020, cuando permanecía encarcelado en la Isla.
“Los últimos años, casi por completo, los pasé en una tenebrosa prisión comunista en el oriente de mi patria. Me honraron en aquel momento, honraron a los presos políticos cubanos y a todas las víctimas del comunismo en Cuba”, dijo Ferrer al tomar la palabra durante la ceremonia.
En su discurso, evocó a José Martí, a quien definió como “apóstol de nuestra independencia y un hombre de ideas profundas que, antes incluso de la revolución bolchevique, advirtió sobre los peligros del comunismo”. Al respecto, agregó que Martí, “en un artículo que escribió donde analizaba un tratado del filósofo inglés Herbert Spencer, coincidía con éste en que, con semejante socialismo, al que todo parecía tender en Inglaterra, la miseria y la servidumbre serían palpables y grandes”.
Sus “proféticas palabras se hicieron realidad con el triunfo de los comunistas en la Unión Soviética, en Rusia y las demás repúblicas soviéticas en las naciones de Europa oriental, y lo hemos visto también en China, Corea del Norte, Vietnam, Laos, Cuba y ahora con los neocomunistas de Venezuela y Nicaragua”, añadió.
"Su nombre será recordado y venerado por mucho tiempo en la historia de su país"
En el acto, realizado en el Museo Memorial de las Víctimas del Comunismo, estuvieron presentes el ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Kestutis Budrys, y el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, quien reconoció “la extraordinaria valentía de José Daniel. Su nombre será recordado y venerado por mucho tiempo en la historia de su país”.
El canciller lituano también destacó el pasado de Ferrer y su “inquebrantable resistencia a la dictadura cubana”. Agregó que el opositor “se ha mantenido firme contra el régimen comunista cubano a pesar de años de opresión”, y que su país “se solidariza con el pueblo cubano en su lucha por la democracia, la prosperidad y los derechos humanos”.
La Fundación Víctimas del Comunismo indicó a través de X que “fue un verdadero honor entregarle al disidente cubano José Daniel Ferrer, recientemente liberado, la Medalla Truman-Reagan de la Libertad por su incansable lucha por la libertad de todos los cubanos”.
La presea es uno de los reconocimientos emblemáticos que otorga la Fundación Víctimas del Comunismo y, de acuerdo con la descripción institucional, se le entrega a quienes han mostrado “un compromiso de por vida con la libertad y la democracia y oposición al comunismo y a todas las formas de tiranía”.
El galardón se entrega a quienes han mostrado “un compromiso de por vida con la libertad y la democracia y oposición al comunismo y a todas las formas de tiranía”
Este galardón se suma al que recibió a finales de octubre, cuando obtuvo el Premio Carlos Alberto Montaner 2025, concedido por el InterAmerican Institute for Democracy (IID), que se les da a las personas que se destacan por su defensa de la libertad, la democracia y los derechos humanos en América Latina.
El premio tiene sus raíces en 2010, cuando comenzó a entregarse bajo el nombre de Francisco de Miranda. No obstante, en 2023 fue rebautizado para honrar al intelectual cubano que presidía el IID y que falleció ese año. Montaner representaba una tradición de crítica liberal, exiliada, contrapuesta al discurso oficial del régimen cubano.
Ferrer, quien llegó a Miami el 13 de octubre pasado en un exilio forzoso junto con su familia, fue parte del grupo de los 75 disidentes encarcelados durante la Primavera Negra de 2003, con una condena de 25 años de prisión. En 2011 fue excarcelado y optó por quedarse en Cuba para continuar su trabajo en la oposición interna. Con el tiempo, su liderazgo en la Unpacu lo convirtió en uno de los símbolos más visibles de la ciudadanía organizada para cambios pacíficos.
El opositor fue encarcelado en 2021 de nuevo, cuando intentaba participar en las masivas marchas antigubernamentales del 11 de julio. Condenado a una pena de cuatro años de prisión, fue excarcelado en enero de 2025 al formar parte del grupo de más de 500 personas que dejaron las cárceles cubanas con libertad condicional a consecuencia de lo que el Gobierno denominó un “gesto” con el entonces papa Francisco, que había declarado este año como jubileo, aunque en realidad se trataba de un acuerdo con la gestión de Joe Biden en EE UU, triangulado por el Vaticano, en el que Washington se comprometía, a cambio, a sacar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Poco después, Donald Trump asumió la presidencia e incluyó al régimen de La Habana nuevamente en la lista el mismo día de la toma de posesión. En abril, tras la muerte del papa Francisco, Ferrer volvió a prisión por una decisión del Tribunal Supremo, que consideró que había vulnerado los términos de su libertad condicional.
"Yo hago responsable a la Seguridad del Estado por mi salud, por lo que me pueda suceder"
El hostigamiento y represión que viven los opositores en la Isla abarca casi cualquier aspecto de sus vidas, como lo ha vivido en carne propia la Dama de Blanco y activista cubana Leticia Ramos Herrería, quien este lunes denunció en redes sociales que le impidieron salir del país, cuando intentaba viajar a Estados Unidos para recibir atención médica especializada.
“Estaba tratando de hacer una directa, pero me es imposible por la conexión. Estoy en el aeropuerto (de Varadero) rumbo a Estados Unidos para atender mi salud, pero una teniente coronel me detuvo y me llevaron a un cuartico”, relató.
Ramos Herrería explicó que ya había pasado el proceso de chequeo para abordar su vuelo cuando fue interceptada por los oficiales, quienes la retuvieron varias horas antes de comunicarle que no podría salir del país.
“Yo hago responsable a la Seguridad del Estado por mi salud, por lo que me pueda suceder, porque estoy a expensas de una operación de corazón”, recriminó.
La activista recordó que estuvo nueve años regulada, lo que le impedía viajar fuera de Cuba por motivos políticos, y acusó que el régimen sigue utilizando este tipo de medidas como forma de represalia y castigo a la disidencia.