Llegan 20 microbuses Foton a Santiago de Cuba, donde casi no hay transporte público
Transporte
Cerca de 14.000 motocicletas privadas llenan el vacío dejado por las autoridades
La Habana/Los nuevos microbuses Foton van llegando poco a poco a las capitales provinciales donde han sido asignados después de que el Gobierno anulara su decisión de concentrar en La Habana las 100 unidades compradas a China. Este miércoles, el diario Sierra Maestrainformó del arribo de los 20 enviados a Santiago de Cuba para reforzar "las cuatro rutas de mayor movilidad", en un intento por mitigar los efectos del prolongado déficit de combustible y de piezas de repuesto.
Las nuevas unidades, según Jaime Codorniú Furet, delegado del Ministerio del Transporte en la provincia, forman parte de las acciones por el aniversario 510 de la ciudad y de un esfuerzo por sostener un servicio que desde hace años se ha visto seriamente limitado. El funcionario también recordó que 20 triciclos eléctricos operan en la parte sur de la ciudad, desde 2023, con una media de diez recorridos diarios, aunque no escapan a las interrupciones provocadas por los frecuentes y largos apagones.
Esta cobertura es claramente insuficiente
Santiago de Cuba, con más de medio millón de habitantes, cuenta con 190 rutas oficialmente establecidas, de las cuales actualmente funcionan 131, según datos del propio organismo encargado del transporte. Estos trayectos son atendidos por una combinación de medios estatales, vehículos de empresas, autos privados y medios arrendados, algunos de los cuales también se utilizan como ambulancias o carros fúnebres.
Sin embargo, esta cobertura es claramente insuficiente. Ante la escasez de ómnibus y la irregularidad del servicio ferroviario –donde muchos de los llamados "ferrobuses" permanecen fuera de circulación–, los usuarios han encontrado en las motocicletas una alternativa rápida, relativamente asequible y adaptable a las condiciones del momento.
Los santiagueros han encontrado en las motocicletas una alternativa rápida, relativamente asequible y adaptable a las condiciones del momento
El auge de las motorinas o motocicletas eléctricas en Santiago ha sido documentado tanto por medios estatales como por publicaciones independientes. Su popularidad se disparó en los últimos cinco años, especialmente tras la pandemia, cuando las restricciones a la movilidad y el colapso del transporte público empujaron a muchos ciudadanos a adquirir vehículos personales.
Aunque las motocicletas privadas no están reguladas como transporte público, en la práctica se han convertido en un servicio semi-informal de taxi. Muchas circulan en puntos estratégicos de embarque como las avenidas Trocha, Garzón y Martí, así como en zonas periféricas con escasa cobertura de guaguas.
No sirvió de nada el intento de prohibir, en 2021, la transportación de pasajeros en motos. Santiago de Cuba tenía en esa fecha cerca de 14.000 motocicletas circulando en la ciudad. Ante las quejas de los motoristas, el gobierno se vio obligado a retroceder.
Los costos de estos viajes: desde 150 hasta 300 pesos
Cuatro años después, las motos y los precios se han multiplicado. En redes sociales, los santiagueros comentan con frecuencia los costos de estos viajes: desde 150 hasta 300 pesos, dependiendo de la distancia, el horario y la disponibilidad de combustible. Para muchos trabajadores estatales o estudiantes, esta tarifa resulta inasumible de forma regular, lo que agudiza la desigualdad en el acceso al transporte.
La proliferación de motocicletas no está exenta de riesgos. Las autoridades han reportado un aumento en los accidentes de tránsito relacionados con estos vehículos, así como incendios, robos y hechos violentos. Pese a estos problemas, su presencia es tan extendida que incluso en barrios sin rutas de ómnibus, constituyen el único medio de conexión con el centro urbano.
En paralelo, el Gobierno ha intentado aliviar la situación habilitando 18 puntos de embarque en la capital provincial y uno en cada municipio, según cifras oficiales. También se mantiene la tracción animal y los bicitaxis como opciones para trayectos cortos, aunque su disponibilidad es limitada y su cobertura desigual.
En barrios sin rutas de ómnibus, las motos constituyen el único medio de conexión con el centro urbano
La escasez crónica de combustible ha impactado directamente en el transporte. En marzo de 2024, el ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, reconoció ante la Asamblea Nacional que el parque automotor cubano se encontraba "al borde del colapso".
Ante este panorama, la movilidad urbana en Santiago de Cuba parece cada vez más sostenida por el ingenio individual que por una planificación estatal efectiva. Las motocicletas, símbolo del rebusque cotidiano, siguen teniendo un protagonismo que, aunque no oficial, resulta esencial para el funcionamiento de la ciudad.