Los organizadores de las marchas del 20N en Cuba publican un decálogo de "conducta cívica"
Archipiélago y el Consejo para la Transición Democrática piden alejarse de la violencia, no responder a insultos y ser respetuosos "con toda forma de propiedad"
La Habana/El Proyecto Archipiélago y el Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) publicaron este lunes un Decálogo para manifestantes dirigido a todos los cubanos que se unan a la convocatoria de salir a las calles pacíficamente el próximo 20 de noviembre.
Formado por 30 organizaciones opositoras, entre las que se encuentran la Unión Patriótica de Cuba, el Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, el Movimiento San Isidro o la Red Femenina de Cuba, el CTDC se une así a la iniciativa del colectivo Archipiélago, liderada por el dramaturgo Yunior García Aguilera, para manifestarse el próximo 20N, y que ha notificado oficialmente a las autoridades sobre su intención de marchar en las calles de las ciudades de La Habana, Holguín y Santa Clara.
En su comunicado, las dos organizaciones recuerdan que "el pueblo cubano expresó pacíficamente el 11J su deseo de un cambio político que garantice los derechos y libertades de los cubanos" y que, sin embargo, "fue reprimido de modo indiscriminado".
La "resistencia pacífica a través de diferentes modalidades", como "marchas pacíficas, paros nacionales, sentadas, concentraciones, expresiones culturales y recogidas de firmas", dice el texto, "tienen y tendrán el apoyo del Proyecto Archipiélago y del Consejo para la Transición Democrática en Cuba".
No responder a los insultos y ser respetuosos "con toda forma de propiedad, bien sea de naturaleza pública o privada" forman parte también del decálogo
Este tipo de acciones, continúa comunicado, son las que "el régimen deslegitima", a pesar de estar respaldadas por el artículo 56 de la Constitución cubana, que ampara el derecho "a la manifestación, a la reunión y a la asociación con fines lícitos y pacíficos".
Por eso, sugieren diez normas de "conducta cívica" encabezada por la consigna "aléjese de la violencia". No responder a los insultos y ser respetuosos "con toda forma de propiedad, bien sea de naturaleza pública o privada" forman parte también del decálogo, que cierra con un llamado a no perder la serenidad ni el sentido del humor: "Ellos nos ayudan a controlar situaciones dramáticas. Por eso, nunca se resista a un arresto policial".
Desde el momento en que Miguel Díaz-Canel salió en televisión nacional aquel domingo 11 de julio conminando a "los revolucionarios" a salir a "combatir" a las calles, el empeño del régimen fue presentar a los manifestantes, que salieron espontáneamente en decenas de lugares en toda la Isla, como peligrosos y violentos.
Así, por ejemplo, los artífices de la volcadura de una patrulla policial en el municipio Diez de Octubre, en La Habana, que se convirtió en uno de los iconos de esa jornada, a quienes, a pesar de no provocar heridos, llamaron "vándalos" en la prensa oficial.
El único muerto en las protestas, por contra, Diubis Laurencio Tejeda, fue por mano del policía Yoennis Pelegrín Hernández, quien según fuentes jurídicas cercanas al caso, será investigado y juzgado por la Fiscalía Militar.
Ante la expectativa de un nuevo 11J en noviembre, la Seguridad del Estado no está de brazos cruzados. Este sábado fue retenido durante varias horas el opositor Juan Antonio Madrazo Luna, coordinador del Comité por la Integración Racial y miembro del Consejo para la Transición, con el objetivo de disuadirle de participar en el 20N.
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