El régimen cubano no ha llegado aún a la conclusión de que el jefe de la Embajada de EE UU "es un peligro"

Diplomacia

En una entrevista con EFE, el viceministro de Relaciones Exteriores Fernández de Cossío no descarta expulsar a Mike Hammer y se niega a comentar la posibilidad de que los países contraten directamente a los médicos cubanos

Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exeriores.
Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exeriores. / Prensa Latina
EFE

18 de junio 2025 - 10:18

La Habana/El Gobierno de Cuba no descarta expulsar al encargado de negocios de Estados Unidos en La Habana, Mike Hammer, a quien La Habana ha llamado la atención en varias ocasiones acusándole de injerencia en asuntos internos y criticado públicamente por reunirse con activistas y disidentes.

En una entrevista exclusiva a EFE que se publica íntegramente este miércoles, el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba Carlos Fernández de Cossío asegura, al ser preguntado sobre la posibilidad de declarar persona non grata a Hammer, jefe de la misión diplomática estadounidense, que todas las opciones están sobre la mesa.

"Nosotros no vamos a descartar ninguna acción en la medida en que pensemos que es un peligro lo que hace –si llegamos a esa conclusión, que no hemos llegado– y en la medida que le prestemos mucha atención a lo que está haciendo", explicó.

Fernández de Cossío aseguró que Hammer se mueve por Cuba "pavoneándose" con "un equipo de producción audiovisual", ejerciendo de "instrumento" de la política "muy agresiva" contra Cuba del secretario de EE UU, Marco Rubio, pero que realmente el encargado de negocios "no goza de respeto" en la Isla.

Washington "no tiene interés en discutir ningún tema serio ni oficial" con La Habana

"A él le han instruido hacer esto (...) Yo diría ahí Marco Rubio con una política muy agresiva, y este es el instrumento que, al pobre, le han dado la tarea de ser una especie de espantapájaros en Cuba que aleja a la gente", afirmó.

El viceministro agregó que el jefe de la misión estadounidense no tiene ningún contacto con el Gobierno cubano. Al ser interrogado sobre la disposición de su ministerio a reunirse con él, argumentó que Washington "no tiene interés en discutir ningún tema serio ni oficial" con La Habana.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba convocó el 30 de mayo a Hammer en protesta por lo que consideró la “conducta irrespetuosa” del diplomático estadounidense y le entregó una nota verbal en la que le acusó de conducta “injerencista", "inamistosa”, "irrespetuosa", "provocadora e irresponsable", además de “ajena a la que corresponde a un diplomático".

La Cancillería acusó entonces al diplomático de "incitar a ciudadanos cubanos a cometer actos delictivos de marcada gravedad" y a "atentar contra el orden constitucional", "estimularlos a actuar contra las autoridades, y a manifestarse en apoyo de intereses y objetivos de una potencia extranjera hostil".

Hammer, con 35 años de carrera diplomática, llegó a Cuba en noviembre pasado tras ser nombrado por la Administración demócrata previa

La Convención de Viena de las Relaciones Diplomáticas prevé la declaración de persona non grata a un representante de otro país por motivos como los que ha alegado Cuba con Hammer, lo que implicaría la salida del estadounidense de la Isla y otro paso atrás en las relaciones bilaterales.

Hammer, con 35 años de carrera diplomática, llegó a Cuba en noviembre pasado tras ser nombrado por la Administración demócrata previa y desde entonces se ha destacado por una intensa agenda de encuentros con disidentes, emprendedores y activistas, reuniones que difunde activamente en redes sociales. Su actividad no ha disminuido pese a las quejas de La Habana.

Medios oficialistas cubanos han dedicado en las últimas semanas una serie de artículos contra Hammer, evidenciando el malestar de La Habana mientras se tensan las relaciones bilaterales y se aplican nuevas sanciones de Washington contra la Isla.

A todo ello se ha referido Fernández de Cossío en la entrevista con EFE, donde señala que "cualquier alternativa" a este panorama sería aparentemente "mejor".

"Las medidas evidentemente tienen daño", reconoce Fernández de Cossío al hablar de las decisiones del secretario de Estado, que, afirma, tienen "impacto" en la economía, la agricultura, la industria, el turismo, el sistema energético y la "vida cotidiana" de la población. No obstante, asegura que estaba previsto y que contemplan que otras más "son posibles", aunque las tratarán de "esquivar".

"La historia ha demostrado que cada vez que (los sectores favorables a la línea dura contra La Habana) tienen un periodo como el actual, en el que creen que su meta de derrocar al Gobierno cubano y destruir a la revolución cubana está cerca, se apresuran a tomar medidas pretendiendo que es el paso que necesitan", sostiene.

El viceministro señala que por el momento La Habana tiene la impresión de que Washington tiene previsto seguir cumpliendo con los acuerdos bilaterales en materia de migración

Sin embargo, el viceministro señala que por el momento La Habana tiene la impresión de que Washington tiene previsto seguir cumpliendo con los acuerdos bilaterales en materia de migración.

El vuelo mensual con migrantes cubanos calificados por EE UU de "inadmisibles" sigue operando y Cuba –argumenta– tiene "la disposición de continuar aceptando esas devoluciones". Washington, por su parte, parece que este año va a cumplir con las 20.000 visas de no turistas para cubanos, según la información de la que dispone la Cancillería. "El día que no, valoraremos qué acción tomaremos", señala.

Pese a esto, las reuniones semestrales para la implementación de los acuerdos migratorios están en suspenso, luego de que no se celebrase la que estaba prevista para primavera. "Estados Unidos hasta ahora quiere cumplir con los acuerdos, pero no está dispuesto a reunirse", dice.

Por su parte, la coordinación bilateral de la era Biden en materia de seguridad, lucha contra el terrorismo y la delincuencia internacional "se ha detenido prácticamente en términos absolutos" y apenas queda "cierto grado de intercambio, sobre todo de Cuba hacia Estados Unidos", indica el viceministro.

Fernández de Cossío asegura que Cuba mantiene esa comunicación por "responsabilidad", no por "capricho" o "cálculo político", pero considera que "no existe voluntad política por parte del Gobierno de EE UU" para hacer lo propio.

La falta de comunicación y coordinación también afecta, en su opinión, a las deportaciones de cubanos a terceros países (según medios, al menos dos cubanoamericanos fueron llevados a Sudan del Sur) y de las repercusiones de la decisión de Washington de revocar el parole humanitario a unos 100.000 cubanos.

Según el funcionario, Washington no les ha contactado para ninguno de estos dos asuntos. "No existe ninguna coordinación. Esto es una decisión unilateral de un Gobierno que ha asumido el criterio de que ser fuerte es legítimo y que hacer uso –e incluso abuso– de la fuerza es legítimo", señala sobre la revocación del parole. A su juicio, Washington está tratando a los migrantes "como si no fueran ni siquiera seres humanos".

"No existe ninguna coordinación. Esto es una decisión unilateral de un Gobierno que ha asumido el criterio de que ser fuerte es legítimo y que hacer uso –e incluso abuso– de la fuerza es legítimo"

Sobre la posibilidad de que Donald Trump quisiera en algún momento dar un giro de 180 grados a la situación bilateral, responde que La Habana puede "contemplar cualquier escenario" y que está dispuesta a una "relación respetuosa", incluso "de amistad", pese a las "diferencias".

"Si a Estados Unidos y a los estadounidenses les resultara posible relacionarse comercial y económicamente con Cuba, hacer dinero en Cuba, nosotros no tendríamos ningún inconveniente", sostiene, obviando las exenciones que facilitan algunos de estos intercambios.

El viceministro también abordó el asunto de las misiones médicas que insistió en negar que supongan "trabajo forzado". Fernández de Cossío sostiene que son pactos de "cooperación médica" basados en "acuerdos bilaterales soberanamente firmados" entre La Habana y terceros países.

A su juicio, Rubio las ataca con sanciones para "tratar de desprestigiar un aspecto de la política exterior solidaria de Cuba", aunque, a continuación, reconoce que el objetivo es "cortar ingresos que recibe el sistema de salud pública cubano".

El funcionario acusa a EE UU de imponer un "prejuicio" con "falacias" y "poner una duda sobre la legitimidad" de estos programas cuando, asegura, son similares a algunos de Naciones Unidas.

"Hay países donde, por decisión de la cooperación médica, se han agrupado los pasaportes"

"El Gobierno de Estados Unidos, con una maquinaria respaldada por decenas de millones de dólares, ha logrado ubicar y generar este interrogante que rechazan los gobiernos que reciben (a las misiones médicas). Pretende poner como ilegítimo un programa que es absolutamente legítimo y que salva vidas", afirma.

Preguntado sobre las denuncias de que a los médicos en misión se les retira el pasaporte, reconoce que "hay países donde, por decisión de la cooperación médica, se han agrupado los pasaportes", pero que "en la mayoría de los casos eso no sucede".

Ante la opción de que los países anfitriones paguen directamente a los médicos, como ha afirmado Bahamas que hará en adelante, Fernández de Cossío prefiere no contestar: "Si yo respondo esa pregunta, parece que es ilegítimo lo que hace Cuba en los lugares donde no se paga directamente".

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