El régimen destituye a la ministra que dijo que en Cuba no había mendigos, sino "disfrazados"
Cuba
De hecho, las palabras de Marta Elena Feitó reflejan la política oficial de negación de la pobreza
Madrid/“Muy cuestionable la falta de sensibilidad en el enfoque de la vulnerabilidad. La Revolución no puede dejar a nadie atrás, esa es nuestra divisa, nuestra responsabilidad militante”. El comentario del mandatario Miguel Díaz-Canel en su cuenta de X este martes por la mañana, refiriéndose sin nombrarla a las palabras de la ministra del Trabajo, Marta Elena Feitó, ante el Parlamento el lunes, fueron el preludio de la destitución de la funcionaria, hecha pública unas horas después.
En un breve comunicado, el Ministerio anunció que Feitó fue “liberada de su cargo” después del “análisis” por parte del Partido y del Gobierno de la intervención de la ministra en la reunión de dos comisiones de trabajo de la Asamblea Nacional. En ellas, afirmó que en Cuba “no hay mendigos”, sino ciudadanos “disfrazados de mendigos”.
“La compañera reconoció sus errores y presentó su renuncia al cargo”, dice el reporte, que añade que la destitución –a la que en ningún momento llaman así sino “liberación”– se dio “a partir de la falta de objetividad y sensibilidad con que abordó temas que centran hoy la gestión política y gubernamental, enfocada en atender fenómenos reales y nunca deseados por nuestra sociedad”.
La destitución se dio "a partir de la falta de objetividad y sensibilidad con que abordó temas que centran hoy la gestión política y gubernamental"
Feitó había sostenido en las Comisiones Permanentes de Atención a los Órganos Locales del Poder Popular y de la Niñez, la Juventud y la Igualdad de la Mujer que quienes deambulan por las calles en condiciones precarias no padecen pobreza extrema, sino que simulan con fines oportunistas. Los calificó de “borrachos, simuladores e ilegales”, y afirmó que la función del Estado no es reconocer la pobreza estructural, sino “prevenir el oportunismo social” y “combatirlo”. Según la ministra, el deterioro social que atraviesa el país no se explica por fallos del sistema económico, sino por el “egoísmo individual” y la “falta de valores”.
La ministra dijo que quienes limpian parabrisas en los semáforos no son deambulantes, sino “personas que han encontrado un modo de vida fácil”, e incluso negó que en la Isla existiera el hambre: “¿Buzos? No, los buzos están en el agua. Esas personas que están en los tanques de basura están buscando latas”. Y añadió: “No están buscando comida. Eso tampoco es verdad. Esos son patrones que nos tratan de imponer. Son ilegales del trabajo por cuenta propia que están violando el fisco”.
No ofreció cifras, planes ni soluciones para enfrentar la precariedad que golpea a millones de cubanos, ni tampoco abordó el deterioro de las pensiones o el desamparo de miles de jubilados, mucho menos la inflación descontrolada que ha convertido los salarios estatales en papel mojado. Su intervención se centró en rechazar las imágenes de indigencia que circulan en medios independientes, reduciendo el fenómeno a “cosas de películas”, o “una percepción impuesta desde el exterior”.
Johana Tablada se mostró “indignada” por “las declaraciones insensibles, inaceptables y repudiadas de una alta funcionaria de mi país”
Una ola de indignación se levantó de inmediato entre los cubanos de dentro y fuera de la Isla. No se quedó en los habitualmente críticos con el régimen, como el economista Pedro Monreal, que acusó a la ministra de hacer “el discurso más insolentemente reaccionario de la continuidad”. Si bien 24 horas tarde, el presidente designado se pronunció contra el incidente.
Johana Tablada, subdirectora de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, también se mostró “indignada” por “las declaraciones insensibles, inaceptables y repudiadas de una alta funcionaria de mi país”. En un largo comentario publicado en Facebook, aludió a la opinión de Díaz-Canel en sus redes y confesó: “Me gustaría a otra persona al frente de tan sensible responsabilidad como el Trabajo y la Seguridad Social de Cuba. Hay tareas urgentes, sistemáticas e importantes que merecen lo mejor”.
A continuación, inicia una extensa diatriba contra los críticos al Gobierno, sugiriendo que están al servicio de Estados Unidos. “Qué tiernos los que hacen un post cada 10 minutos haciéndose los que les importa la pobreza en Cuba pero no hablan ni critican las barbaridades de allí por hipocresía, miedo o complicidad”, escribe Tablada.
El hijo de la ya ex ministra, Alejandro Fernández Feitó, vive en EE UU desde el año pasado, adonde llegó gracias al 'parole' humanitario
Sin embargo, Tablada y los demás funcionarios nunca habían criticado hasta ahora las múltiples declaraciones de representantes del régimen contra los "deambulantes", como las de un alto cargo del gobierno de la provincia de Matanzas, el pasado mayo, que reflejan el abandono de los pobres en una situación de profunda crisis social.
Hipocresía, precisamente, es lo que muestra la noticia revelada, también este martes, por el periodista de Martí Noticias Mario Pentón: el hijo de la ya ex ministra, Alejandro Fernández Feitó, vive en EE UU desde el año pasado, adonde llegó gracias al parole humanitario, y está en proceso de conseguir su residencia por la Ley de Ajuste Cubano.
En su nota, Pentón señala el perfil en LinkedIn de Fernández Feitó, donde figura que trabajó en Cuba como gerente de Tecnologías de la Información en la agencia de viajes Cubatur, que pertenece al conglomerado militar Gaesa, y que fue ingeniero en DATYS, la empresa estatal que hace certificados digitales para el Ministerio del Interior, “donde participó en el desarrollo de sistemas de reporte para el control fronterizo en la Isla”.