El Supermercado en MLC de 3ra y 70 sucumbe ante su rival en dólares
La Habana
"Hace un mes que no abre", aseguró a '14ymedio' una empleada de un pequeño kiosco de confituras
La Habana/El pulso entre el dólar y la moneda libremente convertible (MLC) lo sigue ganando la moneda estadounidense. El Supermercado de 3ra y 70, en La Habana, ha sucumbido finalmente a la falta de suministros y a la dura competencia de su vecino, el bien surtido comercio en fulas inaugurado en enero de este año. Este domingo, los clientes que llegaban a una de las tiendas más famosas desde los años 90 en la barriada de Miramar, se encontraron con sus puertas cerradas y el interior a oscuras.
"Hace un mes que no abre", sentenciaba una empleada de un pequeño kiosco de confituras a las afueras del local, el único punto de venta que ha sobrevivido a la debacle. Con el rostro pegado al cristal, un cliente trataba de descifrar si quedaba alguna mercancía que presagiara una reapertura. La puerta dañada en las esquinas, los vidrios sucios y las losas del suelo llenas de hueco no auguran, sin embargo, un pronto regreso del que se convirtió hace más de tres décadas en un sitio muy frecuentado por diplomáticos, funcionarios y extranjeros.
El que fuera emblema de la dolarización a partir de 1993 y se abrió entonces al público, ha sucumbido debido a la debilidad de la MLC. Sus estantes y neveras, escasas de ofertas, no han podido competir con el nuevo local, ubicado en esa misma esquina pero en la acera de enfrente, justo en los bajos del hotel Gran Muthu Habana.
Perteneciente a las Tiendas Caribe de la corporación Cimex, uno de los numerosos brazos del todopoderoso Grupo de Administración Empresarial de las Fuerzas Armadas, el lujoso establecimiento admite tres formas de pago: dólares en efectivo, tarjetas extranjeras o la tarjeta llamada Clásica que se recarga con dólares. Mientras la carnicería del oponente languidecía, sus vidrieras refrigeradas exhibían jamones, cortes de res, infinidad de embutidos y esas pechugas de pollo que muchas familias cubanas no prueban hace años.
Hace un mes la sorda batalla terminó. Derrumbado en la lona de la falta de recursos, sin poder recuperarse, el mercado en MLC terminó por rendirse. Al otro lado de la calle, apalancado en los verdes, su adversario en divisas ha seguido facturando, desde entonces, decenas de miles de dólares cada día.