El petrolero ‘Centuries’, decomisado por EE UU, fue escoltado por la Armada venezolana

Caribe

  • No figuraba en la lista negra de Washington, pero sí transportaba crudo que “se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región”, según la Casa Blanca
  • Las condenas "enérgicas" del Partido Comunista de Cuba y del canciller, Bruno Rodríguez, reflejan la preocupación de La Habana por sus propios tanqueros

El buque transportaba alrededor de 1,8 millones de barriles de crudo venezolano Merey.
El buque transportaba alrededor de 1,8 millones de barriles de crudo venezolano Merey. / X / Homeland Security
14ymedio

21 de diciembre 2025 - 07:46

La Habana/Estados Unidos confirmó la identidad del petrolero incautado este sábado en el Caribe, un dato que hasta ahora no había sido revelado y que aporta nuevas claves sobre la estrategia de Washington. El buque decomisado es el Centuries, registrado en Panamá, que navegaba bajo falsa identidad y forma parte de la llamada flota fantasma utilizada para evadir las sanciones al petróleo venezolano. 

Aunque no figuraba en la lista de embarcaciones sancionadas por EE UU, transportaba crudo de origen venezolano sujeto a sanciones, un elemento decisivo que permitió su intercepción en aguas internacionales. Este hecho refuerza el cerco sobre una ruta petrolera clave no solo para Caracas, sino también para La Habana.

Según la versión estadounidense, lo que sí figura en la lista de sanciones es el cargamento. El buque transportaba alrededor de 1,8 millones de barriles de crudo venezolano Merey, adquiridos por un intermediario que opera con refinadores chinos. Esa condición –el origen y destino del petróleo– es la base legal que Estados Unidos invoca para justificar el decomiso.

El analista Jorge Piñón, consultado por 14ymedio, advirtió de que si un buque no sancionado puede ser interceptado por llevar crudo venezolano, “eso quiere decir que la flota cubana enfrenta el riesgo de ser también interceptada por la armada estadounidense”. El Centuries, recordó Piñón desde Houston, tiene capacidad para dos millones de barriles, un volumen similar al de algunos envíos que históricamente han terminado directa o indirectamente en Cuba.

Desde La Habana, la reacción fue inmediata. El canciller Bruno Rodríguez condenó la confiscación y calificó la operación como un “acto de piratería y terrorismo marítimo” en aguas internacionales. Según el jefe de la diplomacia cubana, se trata de una violación del Derecho Internacional, del Derecho Marítimo y de la libertad de navegación y comercio. El pronunciamiento del canciller llegó después de que el Partido Comunista de Cuba expresara su respaldo al Gobierno de Maduro, alineándose con Caracas en la denuncia del decomiso. Venezuela, por su parte, habló de “robo y secuestro” del buque y denunció incluso la “desaparición forzada” de la tripulación, una acusación que Washington no ha confirmado.

El petrolero había zarpado días antes de un puerto de Venezuela tras cargar el crudo bajo el falso nombre de 'Crag'
El petrolero había zarpado días antes de un puerto de Venezuela tras cargar el crudo bajo el falso nombre de 'Crag' / X / Homeland Security

La operación tuvo lugar al este de Barbados, fuera de las aguas territoriales venezolanas. El petrolero había zarpado días antes de un puerto de Venezuela tras cargar el crudo bajo el falso nombre de Crag, una práctica habitual dentro de la flota fantasma que utiliza cambios de identidad, apagado de sistemas de rastreo y banderas no autorizadas para ocultar la procedencia del petróleo. De acuerdo con imágenes satelitales y fuentes de seguimiento marítimo, el Centuries fue escoltado brevemente por unidades de la Armada venezolana en las aguas nacionales, pero la protección no se extendió más allá de ese punto.

EE UU esperó precisamente a que la escolta se retirara para ejecutar la intercepción. La Guardia Costera dirigió la operación, que se convierte en la segunda confiscación de un petrolero con crudo venezolano en menos de dos semanas, tras el caso del Skipper

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, fue explícita al defender la actuación. “Estados Unidos seguirá persiguiendo el movimiento ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región”, escribió en sus redes sociales, en un mensaje que marca el tono de la estrategia estadounidense en el Caribe. 

Los documentos internos de la petrolera estatal Pdvsa indican que el cargamento del Centuries fue comprado por Satau Tijana Oil Trading, uno de los intermediarios habituales en las ventas de crudo venezolano a China. Según el sitio especializado TankerTrackers, más de 70 petroleros forman parte actualmente de la flota fantasma que opera en torno a Venezuela. De ellos, unos 38 están formalmente sancionados por Estados Unidos y al menos 15 permanecen cargados de crudo o combustible. 

Más de 70 petroleros forman parte actualmente de la flota fantasma que opera en torno a Venezuela.
Más de 70 petroleros forman parte actualmente de la flota fantasma que opera en torno a Venezuela. / X / Homeland Security

El endurecimiento de la política estadounidense incluye el anuncio de un “bloqueo total y completo” a los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela. Aunque en la práctica se trata de incautaciones selectivas en aguas internacionales, el impacto ya se siente en las exportaciones venezolanas, que han caído tras las primeras incautaciones. El chavismo denuncia que el objetivo de fondo es asfixiar financieramente al régimen, mientras Estados Unidos dice que se trata de impedir que el crudo sancionado siga financiando a un Gobierno al que acusa de corrupción, narcotráfico y alianzas con grupos hostiles.

El régimen de Maduro asegura haber alcanzado una producción de crudo de 1,2 millones de barriles por día (bpd), pese al “acoso” de las sanciones internacionales. Según cifras oficiales recogidas en los informes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), en enero de este año la producción superó –por primera vez desde junio de 2019– el umbral del millón de barriles diarios. Entre enero y noviembre el bombeo aumentó un 10,7%, hasta una media de 1.142.000 bpd. Aun así, los niveles actuales quedan muy lejos de los alcanzados antes del actual régimen, ya que en 1998, un año antes de la llegada de Hugo Chávez al poder, Venezuela producía alrededor de 3,1 millones de bpd.

En el caso cubano, cualquier interrupción adicional del flujo de petróleo venezolano agravaría una crisis energética ya extrema, con apagones masivos y un déficit diario de generación que ronda alrededor de 2.000 megavatios, el 60% de la demanda nacional. El decomiso del Centuries no solo refuerza la presión sobre Maduro, sino que envía una señal clara a todos los actores que participan, directa o indirectamente, en el comercio de crudo sancionado en el Caribe. 

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