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Con el asesinato de una joven de 19 años, ya van cuatro feminicidios en agosto en Cuba

Feminicidio

Ledisvannielis Acosta Echavarría fue apuñalada en su casa de Centro Habana por su pareja

El asesinato de Acosta Echavarría se suma a un ciclo particularmente sangriento. / Facebook
14ymedio

18 de agosto 2025 - 14:54

La Habana/El cuerpo de Ledisvannielis Acosta Echavarría, de 19 años, fue hallado en el baño de su vivienda, ubicada en la calle Amistad, entre San José y Barcelona, en el municipio habanero de Centro Habana. El Observatorio de Género Alas Tensas (Ogat) confirmó este lunes el suceso a través de sus redes sociales. 

El crimen ocurrió el pasado martes 12 de agosto y, según vecinos de la zona, el agresor fue visto intentando vender su mascota antes de entregarse a la Policía cerca de las ocho de la noche. El victimario, también muy joven, declaró encontrarse bajo los efectos de las drogas al momento de cometer el asesinato.

El asesinato de Acosta Echavarría se suma a un ciclo particularmente sangriento. La joven habanera se convirtió en la víctima más joven de los feminicidios registrados este mes.

La violencia contra las mujeres atraviesa todo el territorio nacional

Con este caso, 14ymedio contabiliza 24 feminicidios en Cuba en lo que va de 2025. Solo en agosto, cuatro mujeres han perdido la vida en circunstancias similares.

Los registros de este diario y de las plataformas feministas muestran que la violencia contra las mujeres atraviesa todo el territorio nacional. Holguín encabeza la lista con cuatro feminicidios confirmados. Le siguen La Habana y Camagüey, con tres víctimas cada una. Con dos casos aparecen Ciego de Ávila, Sancti Spíritus, Granma y Santiago de Cuba, mientras que en Pinar del Río, Cienfuegos, Matanzas, Las Tunas y Artemisa se ha documentado al menos un asesinato de este tipo.

La dispersión de los hechos evidencia que casi ninguna provincia está exenta de un fenómeno que las organizaciones feministas califican de emergencia nacional. La ausencia de datos oficiales y de protocolos de prevención eficaces agrava el panorama.

No todos los asesinatos de mujeres en el contexto de un robo se clasifican como feminicidios

El 4 de agosto, en la localidad pinareña de Puerta de Golpe, municipio de Consolación del Sur, fue asesinada Mailenis Blanco Amor, de 47 años. Tres hombres desconocidos, que se hicieron pasar por policías para entrar en su casa y robar, acabaron con su vida. Tanto Ogat como Yo Sí Te Creo en Cuba subrayan que, aunque no todos los asesinatos de mujeres en el contexto de un robo se clasifican como feminicidios, en este caso “el sesgo de género es evidente”, dado que los agresores esperaron a que la víctima estuviera sola y ejercieron una violencia desproporcionada sobre ella.

Un día después, el 5 de agosto, ocurrió otro crimen en la ciudad de Holguín. Milagros Batista Estévez, de 56 años, murió a manos de su ex pareja, en su vivienda del reparto Alex Urquiola. De acuerdo con los reportes de las plataformas feministas, la víctima había presentado múltiples denuncias previas contra su agresor, sin que las autoridades policiales adoptaran medidas efectivas de protección. Batista, madre de dos hijos mayores y abuela de varios nietos, era muy conocida en su comunidad, que quedó conmocionada por el hecho y por la pasividad institucional.

El plazo de 72 horas exigido para reportar oficialmente la desaparición de una persona pone en mayor riesgo a las mujeres víctimas de violencia machista

La tercera víctima de agosto fue Bárbara Elena Tejería Magdaleno, también de 56 años, residente en Calabazar, municipio de Boyeros, en La Habana. El 11 de agosto fue atacada a machetazos por su pareja, quien negó durante días haberla visto. El cuerpo de Bárbara Elena fue hallado tres días después en un descampado de la barriada de Las Cañas. El agresor se quitó la vida poco después. Su caso reavivó el debate sobre el plazo de 72 horas exigido para reportar oficialmente la desaparición de una persona, un protocolo que, según activistas, pone en mayor riesgo a las mujeres víctimas de violencia machista.

Ni la Federación de Mujeres Cubanas ni otras instituciones estatales han ofrecido una reacción pública ante estos crímenes, a pesar de la creciente alarma social que provocan. Los observatorios independientes advierten que la ausencia de un reconocimiento efectivo del feminicidio en el Código Penal cubano se refleja en la falta de políticas de prevención, en la desprotección de las víctimas y en la opacidad de las estadísticas oficiales.

La respuesta estatal se limita a procesar judicialmente a los agresores y a establecer “condenas ejemplarizantes"

Tampoco existe, denuncian estas organizaciones, una red de casas de acogida para mujeres en riesgo, ni líneas de atención especializadas que funcionen de manera sistemática en todo el país. La respuesta estatal se limita, en la mayoría de los casos, a procesar judicialmente a los agresores y a establecer “condenas ejemplarizantes". 

Las cuatro víctimas de agosto comparten elementos comunes: la soledad frente a sus atacantes, la falta de protección institucional y la violencia extrema ejercida contra ellas. Desde los asesinatos cometidos por ex parejas resentidas hasta los perpetrados en contextos de robo, el denominador común es el uso de la fuerza desmedida contra mujeres en situaciones de vulnerabilidad.

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