Bahamas ajusta los contratos de los maestros cubanos para que cumplan con las exigencias de EE UU
Bahamas
La Habana sigue mandado personal educativo a Honduras o Colombia, mientras las aulas en la Isla se quedan sin profesores
La Habana/A pesar de las advertencias del Gobierno de Estados Unidos sobre los acuerdos de contratación de profesionales con La Habana, más de un centenar de maestros cubanos regresarán a las aulas bahameñas en los próximos días, durante el inicio del curso escolar, anunció el jueves la directora de Educación de ese país, Dominique McCartney-Russell. La funcionaria defendió asimismo la presencia de los docentes en sus escuelas, que calificó de “crucial” debido a la escasez de personal del sistema educativo local.
El regreso de los profesionales de la Isla, explicó McCartney-Russell, se hará bajo una nueva fórmula que busca satisfacer lo acordado durante las negociaciones con Washington, que advirtió al Gobierno bahameño de que retiraría los visados de funcionarios que estuvieran implicados en acuerdos que violen los “protocolos de contratación”. “Su apoyo es clave para garantizar que podamos brindar oportunidades de experiencia a nuestros niños”, insistió.
También explicó que no regresarán al país todos los profesionales, sino solo aquellos cuyos contratos con Bahamas estén todavía vigentes.
En febrero pasado, tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, EE UU comenzó a restringir la entrada al país de quienes se beneficien de lo que califica como “esclavitud moderna” de trabajadores cubanos enviados al extranjero, entre ellos médicos y maestros. Cuba, como era de esperar, ha rechazado categóricamente las acusaciones y ha defendido que sus programas de misiones son legítimos y solidarios, pese a que todo apunta a lo contrario.
El hecho de que el Estado controla los salarios de los profesionales en misión en el extranjero y se queda con gran parte de estos fue precisamente uno de los puntos clave en las conversaciones entre EE UU y Bahamas.
Además del caso de Bahamas, Cuba continúa exportando programas educativos y maestros a otros países
El pasado junio, el ministro de Salud de Bahamas, Michael Darville, anunció después de “negociaciones difíciles” con Washington que los nuevos contratos de médicos cubanos se realizarán de forma directa con los sanitarios y cancelarían todos los que firmaron con el Gobierno.
Además del caso de Bahamas, Cuba continúa exportando programas educativos y maestros a otros países. En Honduras, por ejemplo, el secretario de Estado para Ciencia, Tecnología e Innovación, Luther Castillo Harry –formado en las facultades de Medicina de la Isla– defendió recientemente estos convenios cuyo prestigio, dijo, no debería ponerse en duda.
El pacto con Honduras incluyó la llegada de 123 maestros cubanos con un salario de 10.000 lempiras mensuales (menos de 400 dólares) en 2023, por un monto anual de más de medio millón de dólares. El convenio ha sido cuestionado por su opacidad, el riesgo de adoctrinamiento político en las aulas y las acusaciones de “esclavitud moderna” que pesan sobre las misiones educativas cubanas.
Colombia, otro aliado político de La Habana, anunció esta semana que a la capital del departamento de Magdalena llegó una comisión encabezada por la directora nacional de Educación para Adultos y Jóvenes del Ministerio de Educación de Cuba, Maura Tomasén Leon, y por la doctora en Ciencias Pedagógicas Aida Terrero Lafita, con la meta de asesorar a la región en la alfabetización de 30.000 adultos.
El objetivo, según los organizadores, es “fortalecer” la fase 2 del programa Yo Sí Cambio, Todos Alfabetizados con ayuda la Isla, “un país potencia mundial en educación”.
Cuando quedan pocos días para que las escuelas vuelvan a llenarse de estudiantes, la prensa oficial ha reportado numerosos problemas en la educación
Mientras tanto, en Cuba, cuando quedan pocos días para que las escuelas vuelvan a llenarse de estudiantes, la prensa oficial ha reportado numerosos problemas en la educación. No solo no se ha terminado de distribuir los uniformes ni imprimido los libros de texto, sino que la falta de maestros, un año más, es preocupante.
La crisis del profesorado, que se extiende ya por varios años, tiene sus mayores causas en la migración de los maestros al extranjero o hacia otros sectores de la economía, así como en los bajos salarios y malas condiciones a los que los somete el Estado. En Camagüey, una de las provincias más afectadas, el pasado febrero Educación reportaba una cobertura docente de apenas el 75,5 %, con más de 2.500 bajas definitivas durante el año anterior, 942 de ellas provocadas por las salidas del país.
Entonces, la viceministra Marlen Triana Mederos reconoció la necesidad de captar alumnos desde la secundaria básica ante la falta de interés por las carreras pedagógicas y admitió que muchos de los contratos que había logrado la provincia con profesores eran temporales. Apenas seis meses más tarde, es improbable que la situación haya mejorado.