Un capitán de la Policía es asesinado con su propia pistola en Caibarién
Cuba
Un perfil oficialista describe al agresor como “un delincuente, específicamente matarife y traficante de ganado mayor”
La Habana/El Ministerio del Interior confirmó muy pronto lo que estaba corriendo como la pólvora en redes sociales: el capitán de la Policía Nacional Revolucionaria Leonel Mesa Rodríguez fue encontrado “en horas de la mañana” de este viernes “con seis heridas de arma blanca y un disparo en la cabeza”, en el Consejo Popular La Reforma del municipio de Caibarién, en la provincia de Villa Clara.
Según la breve nota publicada en Granma, el oficial, que era jefe de sector, “se trasladaba de completo uniforme” entre Remedios y Caibarién “en la moto asignada”, que se encontró al lado del cuerpo. Entre los pocos datos proporcionados del policía indican que tenía 62 años y que “con casi 24 años de servicio estuvo siempre en la primera línea de combate contra el delito y fiel defensor del orden interior”.
Asimismo, prometen “la respuesta contundente de las leyes revolucionarias y la condena unánime de nuestro pueblo, que no permitirá jamás la impunidad ni el estímulo a la violencia”.
Agregan que las autoridades “investigan el hecho para su total esclarecimiento y profundizan en informaciones iniciales”.
"El presunto autor del atroz y vil asesinato empleó tres medios para ejecutar el mismo"
El perfil Ignacio Ramiro Hernández Crombet, uno de los primeros oficialistas en confirmar la noticia dada con anterioridad por periodistas independientes, se explaya en el suceso, diciendo que el agresor fue “un delincuente, específicamente matarife y traficante de ganado mayor”.
“El presunto autor del atroz y vil asesinato –que estremeció y conmocionó a la comunidad Batey Reforma o CAI Marcelo Salado Lastra y a toda la Villa Blanca– empleó tres medios para ejecutar el mismo: un cuchillo, un machete y la propia arma reglamentaria del capitán Mesa, realizándole innumerales heridas en su cuerpo, especialmente en la zona de cuello”, narra.
Y refiere sugiriendo que el disparo provino de la propia arma del policía, una pistola Makarov soviética, con la que le dio un tiro en la cabeza y con la que huyó. “Lo cazó, aprovechándose de que estaba solo y que aún los rayos del sol no habían salido”, se lamenta. “Lo dejó tendido, tinto en sangre, en medio de la carretera”.
Las fuerzas de seguridad, prosigue, realizan “importantes acciones de búsqueda y captura del delincuente y presunto asesino”.
En su post, Hernández Crombet varía la edad y los años de servicio del oficial respecto a la nota del Ministerio del Interior –64 años de edad y “más de 25 ininterrumpido de servicio”– y agrega que “su brillante hoja de servicio a la patria y sus excelentes resultados en el enfrentamiento al delito y la delincuencia” lo hicieron acreedor de numerosas distinciones por parte del Ministerio, entre ellas el “Elogio a la Virtud”. Y especifica: “El capitán Mesa era considerado por su pueblo como un policía integral”.
“Ese señor era un abusador, un desgraciado”, decía un mensaje firmado por una “maestra” que pedía no revelar su nombre
Sin embargo, un testimonio recibido por el periodista cubano residente en Estados Unidos Mario J. Pentón, hecho público antes de que el Ministerio del Interior se pronunciara, contradice esas palabras. “Ese señor era un abusador, un desgraciado”, decía un mensaje firmado por una “maestra” que pedía no revelar su nombre y que informaba: “Hoy mataron a un policía en la salida de Remedios hacia Caibarién. Le dieron un tiro y se llevaron su pistola. El cuerpo sigue tirado en la carretera, esperando a los peritos”.
Según Pentón, algunos vecinos llamaban a Mesa con el apodo de “Cal Viva”, y lo recuerdan por excesos como jefe de sector.
En cualquier caso, la celeridad con la que las autoridades han confirmado el hecho no es habitual. La muerte de un policía en Calabazar (La Habana), en junio de 2020, en un ataque en el que también fueron heridos otros dos oficiales, fue reportada en primer lugar por la prensa independiente. Ello molestó al Gobierno, que culpó a “medios anticubanos” por “manipular” el incidente.
El atacante en aquella ocasión, Yusniel Tirado Aldama, de 27 años de edad y calificado por la prensa oficial como “un individuo de pésima conducta social y antecedentes penales”, fue condenado a cadena perpetua. Para quien resulte culpable del asesinato de este viernes, los perfiles oficialistas piden directamente la pena de muerte.
Atacar a un policía, algo impensable en otros tiempos, ya no es tan infrecuente en Cuba. El pasado mayo, una mujer policía fue apuñalada por la espalda y herida gravemente en Camagüey, en mitad de la calle, por un individuo que “se paseaba por el lugar ingiriendo bebidas alcohólicas” y que, de acuerdo al Ministerio del Interior, fue detenido de inmediato.