APOYO
Para ayudar a 14ymedio

Vivo se queda en Miami

El mayor detractor público del filme ha sido el director de cine Juan Carlos Cremata, que considera impecable el trabajo formal de animación, pero despedaza el guion

El viaje de Vivo y Gabi desde Key West a Miami se convierte en un lugar de encuentro entre personajes inicialmente antagónicos. (Netflix)
Rosa Pascual

25 de septiembre 2021 - 16:26

Madrid/Una Habana vieja y un músico anciano. Una joven cantante que salió de Cuba para triunfar en Estados Unidos. Una historia de amor tan detenida en el tiempo como el propio paisaje. El inicio de Vivo (Netflix) remite a la deslumbrante Chico y Rita (Fernando Trueba, 2011) pero hasta ahí llegan las semejanzas. Si la cinta española tenía como telón de fondo la irrupción de la Revolución en la vida y olvido de Chico al prohibirse el jazz "imperialista", la nueva película de animación del gigante audiovisual es una cinta blanca en la que muchos exiliados cubanos han echado de menos alguna referencia política. Claro, que aquella era una película de adultos.

Vivo es un kinkaju (mamífero procedente de las selvas centro y sudamericanas) que recala accidentalmente en Cuba y se convierte en la única compañía de Andrés Hernández, un anciano músico que vivió días de gloria en su juventud y ahora callejea con su amigo y un acordeón intentando ganarse unos fulas en una Habana irreal y prepandémica.

Todo es felicidad para el artístico animal hasta que llega una carta de Miami. Marta Sandoval, pareja musical y amor platónico de Andrés pone fin a su exitosa carrera en EE UU y lo invita a tocar el piano en su último concierto. Vivo no quiere ni oír hablar de cruzar el Estrecho, pero se conmueve al saber que Andrés escribió una canción a su amor medio siglo atrás confesándole sus sentimientos, callados para no comprometer su futuro.

Todo es felicidad para el artístico animal hasta que llega una carta de Miami

Una improvisada colecta (lluvia de monedas que resulta el momento más inverosímil de la película, aun por delante de que los animales hablen) permitirá un viaje que se ve truncado repentinamente por el fallecimiento de Andrés. Así se pone en marcha el nudo de la película, que relata la odisea de Vivo por cumplir el último deseo de su amigo: entregar la canción a Marta.

Para ello contará con la ayuda de Gabi, sobrina nieta cubanoamericana de Andrés; una niña aparentemente feliz con sus singularidades a pesar de la desesperación de su madre, que trata de forzar su integración con Galletas de Mar, una tropa de muchachas que poco tienen que ver con su pequeña.

El viaje de Vivo y Gabi desde Key West a Miami atravesando los Everglades en tiempo récord se convierte en un lugar de encuentro entre personajes inicialmente antagónicos que unen sus fuerzas por un fin común y acaban construyendo una nueva especie de familia. Símbolo de esa moraleja es, particularmente, la escena en que Vivo descubre que es inútil que Gabi sepa de memoria la letra de Para Marta hasta que se da cuenta de que él recuerda la melodía: juntos pueden reconstruir la canción.

Porque de canciones va este filme que la crítica ha considerado más valioso por su música que por su guion. Vivo mejora cuando se convierte en el musical colorido y colorista que es y en el que, si acaso, se echa de menos una mayor presencia de los ritmos cubanos, una ausencia que puede justificarse en la juventud de sus personajes, más cercanos al hip-hop que al son.

La banda sonora está compuesta por el popular y multipremiado compositor neoyorquino de origen puertorriqueño Lin-Manuel Miranda, que interpreta también a Vivo. Su amigo del alma, Andrés Hernández, lleva la voz de Juan de Marcos González, conocido internacionalmente por ser parte de Buena Vista Social Club. Y Gloria Estefan es Marta Sandoval, un personaje construido a partir de la gran Celia Cruz y, sobre todo, de su madre. "Mi mamá quería ser una artista famosa. A los seis años ganó un concurso para ser la doble de Celia Cruz, pero su papá no la dejó. A decir verdad ella nunca se imaginó que yo cumpliría su sueño por mi personalidad", contó la estrella en el estreno del filme, que vio la luz apenas un mes después de las protestas del 11 de julio en Cuba.

‘Vivo’ mejora cuando se convierte en el musical colorido y colorista que es y en el que, si acaso, se echa de menos una mayor presencia de los ritmos cubanos

Aunque la crítica ha celebrado la película con moderados elogios, entre los cubanos en el exilio si algo ha brillado por su ausencia son precisamente las medias tintas. Muchas han sido las voces que han lamentado la falta de verosimilitud de la película y han tildado de clamorosa la ausencia de la más mínima referencia a la precariedad, la vulneración de los derechos humanos o la corrupción rampante en la Isla.

El mayor detractor público del filme ha sido el director de cine Juan Carlos Cremata, que considera impecable el trabajo formal de animación, pero despedaza el guion y se confiesa indignado por la visión costumbrista y deformada de la Isla, pese a los pocos minutos de metraje que ocupa la parte de la trama que se desarrolla en ella.

En otros foros, en cambio, se celebra su musicalidad, su colorido y su mensaje sobre la amistad, recalcando que es una película para niños y que el exilio haría bien en dejar de buscar un trasfondo político a todo.

Pero, ¿no es político acaso el mensaje que deja Vivo? Vivo es una película inclusiva. No importa de dónde vengas, serás aceptado. Da igual que seas diferente, podemos ser amigos. No importa, al contrario, será mejor que cada uno tenga unas capacidades, porque su suma dará un mayor resultado. Vivo habla de la añoranza y los lazos imperecederos entre Cuba y Miami, de cómo podemos encontrar a la familia en el lugar más inesperado y de cuánto es de importante decir te quiero a tiempo. Unos valores que pueden parecer moralina infantil, pero tienen más que ver con el pluralismo democrático de lo que una mirada corta permite ver.

Al fin y al cabo, Vivo se queda en Miami.

________________________

Colabora con nuestro trabajo:

El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.

3 Comentarios
Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último