"El Estado cubano utiliza la violencia de género como herramienta de represión", denuncia Amnistía Internacional
Informe
Los testimonios muestran que las autoridades utilizan, entre otros sesgos, "el rol maternal para intentar que las mujeres abandonen el activismo"
Madrid/La organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este miércoles la violencia que el régimen cubano ejerce contra mujeres activistas, periodistas y defensoras de derechos humanos al recurrir a abusos y prácticas autoritarias diferenciadas por razón de género.
"No es la represión tradicional", dijo a la agencia EFE Johana Cilano Peláez, investigadora regional para el Caribe de AI y autora del informe Nos quieren calladas, pero seguimos resistiendo: prácticas autoritarias y violencia estatal contra las mujeres en Cuba, que en sus 40 páginas documenta este tipo de prácticas.
Los testimonios muestran que el Estado cubano "utiliza el rol maternal para intentar que las mujeres abandonen el activismo". Además, afirma Cilano Peláez, "a muchas madres y esposas de personas presas por acciones políticas las han obligado a desnudarse para poder acceder a visitas" .
Las activistas también reciben amenazas de "negación de alimentos, medicinas, visitas, llamadas telefónicas y penas mayores para sus hijos detenidos" si continúan con su labor, explica la investigadora.
"A muchas madres y esposas de personas presas por acciones políticas las han obligado a desnudarse para poder acceder a visitas"
Amnistía denuncia además "la subordinación del sistema judicial al poder político", la falta de mecanismos de denuncia y reparación, y la inexistencia de una ley integral contra la violencia de género, como "factores que perpetúan la impunidad".
Cilano Peláez subraya que la represión no afecta por igual a todas las mujeres, dado que la violencia institucional se cruza con género, raza y nivel socioeconómico.
"Las mujeres negras sufrían procesos más agravados y la violencia física llegaba antes que en el caso de las mujeres blancas. También vimos que activistas de barrios más empobrecidos o alejados de la capital eran más vulnerables", señala.
Para el informe, AI ha entrevistado a 52 personas, 34 de ellas mujeres víctimas, analizando específicamente los casos de cinco de ellas. Yenisey Taboada, Luz Escobar, Carolina Barrero, María Matienzo, Camila Lobón y Alina Bárbara López han sido entrevistadas y han puesto de manifiesto que el patrón de violencia estatal no es incidental ni aislado, sino "estructural y sostenido".
Además, las mujeres negras , madres solteras y con orientación sexual diversa enfrentan formas agravadas de violencia, lo que exige una respuesta interseccional urgente, alerta AI.
Amnistía Internacional señala que estas situaciones se producen en un entorno de restricciones al ejercicio y defensa de los derechos humanos y donde la subordinación del sistema judicial al poder político, la falta de mecanismos de denuncia y reparación, y la inexistencia de una ley integral contra la violencia de género perpetúan la impunidad.
“La comunidad internacional no puede seguir guardando silencio ante la represión diferenciada que sufren las mujeres en Cuba”, subrayó Ana Piquer, directora regional para las Américas de Amnistía Internacional. “Las mujeres defensoras en Cuba son castigadas no solo por alzar la voz, sino también por ser madres, periodistas y lideresas sociales. El Estado utiliza la violencia de género como herramienta de represión: busca quebrar su dignidad, su entorno familiar y su fuerza colectiva”, agrega.
La organización subraya que la falta de garantías, la falta de independencia judicial y la ausencia de libertades políticas ahogan cualquier posible legislación que sobre el papel se muestre beneficiosa para la protección de la mujer
El documento incluye un apartado en el que analiza la legislación cubana, que ayer mismo fue reivindicada por la prensa oficial como referente y modelo de protección e integración de la mujer en la vida pública. AI considera, no obstante, que hay una recurrente falta de datos estadísticos –específicamente los de muertes por violencia de género, cuyo anunciado registro actualizado ha sido reservado para consumo interno– y ausencia de normativas demandadas por las asociaciones feministas.
Además, la organización subraya que la falta de garantías, la falta de independencia judicial y la ausencia de libertades políticas ahogan cualquier posible legislación que sobre el papel se muestre beneficiosa para la protección de la mujer.
El informe concluye con un apartado específico que demanda a las autoridades cubanas el fin del hostigamiento contra las mujeres activistas con sesgo de género. “Es hora de que los Estados, especialmente los organismos interamericanos y la Unión Europea, exijan medidas concretas de protección. La represión estatal contra mujeres activistas y defensoras en Cuba constituye una forma de violencia de género institucional que debe ser visibilizada y públicamente condenada”.
AI reclama medidas específicas de protección para las mujeres defensoras de derechos humanos y una vigilancia sostenida de la comunidad internacional.
"Lo que vimos es que la represión contra las mujeres es sistemática y diferenciada. El Estado instrumentaliza la maternidad y castiga con más dureza a las que tienen menos visibilidad o recursos. Por eso se necesita una acción internacional sostenida", concluye Cilano Peláez.