España aprueba la apertura de un consulado en Camagüey
Trámites
Retrasada en múltiples ocasiones, la creación de la nueva sede se ha vuelto indispensable para atender a los cubanos solicitantes de la nacionalidad española
Madrid/El centro de Cuba contará por fin con una nueva sede consular española. Seis años después del anuncio de que Camagüey acogería el segundo consulado de España en la Isla, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó finalmente este martes en Consejo de Ministros el Real Decreto por el que se crea la dependencia, fundamental para atender al creciente número de ciudadanos con pasaporte español que viven en la Isla.
“El principal objetivo es que este nuevo Consulado General impulse una mejor atención a la colectividad española en la región central y oriental del país, pues La Habana está situada cerca del extremo occidental de Cuba, mientras que la colectividad española se encuentra diseminada por toda la Isla, que tiene una red de comunicaciones y transportes limitada, existiendo además una destacada presencia de turismo español en la zona oriental del país”, reza el Real Decreto.
El texto añade que con esta medida “se va a mejorar la atención a los españoles residentes y de visita en la Isla, dado que este complementará la labor y las capacidades del Consulado General de España en La Habana, que hace frente a un número creciente de inscritos y a una creciente demanda de visados, entre otros trámites consulares”.
La iniciativa de crear un nuevo consulado español llegó al Gobierno en la pasada legislatura, cuando Josep Borrell –entonces ministro de Exteriores y posteriormente canciller europeo– recibió presupuesto para aumentar el número de delegaciones en los países con mayor carga de trabajo, ya que, durante los años de la crisis, se paralizaron este tipo de obras. La cancillería española anunció entonces su intención de reforzar la capacidad de La Habana, Caracas, Buenos Aires, Londres y Edimburgo, principalmente.
La pandemia llegó para cambiarlo todo y el proyecto de la sede consular en Camagüey había quedado congelado, generándose, además, una situación especialmente complicada para las necesidades de los solicitantes cubanos de nacionalidad española de acuerdo con la Ley de Memoria Democrática (LMD). Desde su aprobación, suman más de 600.000 las personas que han presentado formalmente su solicitud y han realizado la petición de cita en la Isla, desbordando por completo las capacidades de la Embajada de La Habana.
Aunque el problema ha sido generalizado, ya que la norma ha permitido que más de 3,2 millones de personas hayan pedido la nacionalidad española en todas las oficinas habilitadas del mundo, ha habido países con complejidades particulares. Este ha sido el caso de Cuba, donde se han conjugado una demanda desbordante –es el segundo país en número de solicitantes, solo por detrás de Argentina, con un millón, pero al menos tres consulados– con unos medios excesivamente precarios. El mal estado de las telecomunicaciones dificulta las operaciones online y la pésima situación del transporte –y económica– complica aún más la atención al público.
La situación alcanzó tales cotas que el Gobierno español intentó incluso poner oficinas móviles, pero según el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, no fue posible. Aunque no dio detalles, se interpretó de sus palabras que la escasez de vehículos y, sobre todo, de combustible, complicaron el despliegue.
El pasado noviembre, pocos días después de cerrar el plazo de solicitudes, el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (Cgcee) alertó de que muchos cubanos podrían tardar años en obtener la ciudadanía porque el personal es escaso para la demanda –aunque se ha contratado un refuerzo temporal y se ha habilitado a algunos funcionarios a ayudar desatascando trámites– y pedía al Gobierno una intervención urgente para aumentar las plantillas de manera permanente, así como los servicios y las sedes consulares, algunas de ellas muy necesitadas de obras de reforma y rehabilitación.
La presidenta del Cgcee, Violeta Alonso, llevó un plan de propuestas a Pedro Sánchez en una reunión mantenida el 5 de diciembre, en la que manifestó al presidente del Gobierno la “necesidad de reforzar los recursos consulares y de agilizar la tramitación de los expedientes de la LMD”. Según el organismo, las necesidades de los consulados no solo se incrementarán por la tramitación de la nacionalidad, sino que al aumentar exponencialmente la cantidad de españoles habrá cada vez más trámites que gestionar, desde la emisión de pasaportes a partidas de nacimiento, certificados de matrimonio o defunción. “No se trata solo de ampliar la plantilla, que también, sino que en muchos casos hace falta más espacio físico”, dijo Alonso.
España dispone hasta ahora de tres viceconsulados honorarios en Cuba, cuyas funciones son mucho más limitadas, particularmente en cuestiones relativas a documentos de viaje, Registro de Matrícula Consular o Registro Civil Consular. Uno de ellos está en Santa Clara, otro en Santiago de Cuba y el último en Camagüey, que ahora pasará a un rango superior, aunque no se ha precisado si en su actual dirección de la calle Artola, 360, entre Capdevila y J. Agüero.
“Nuestros viceconsulados honorarios son para nosotros y nuestros ciudadanos una ayuda importantísima. Pueden orientar a quien lo solicite sobre los trámites en este Consulado General”, avisa la página del Ministerio de Asuntos Exteriores, un dato importante, ya que la fecha de inicio de operaciones con el nuevo rango del consulado camagüeyano aún se desconoce.