La factura del gas es impagable para los más pobres en Cuba

Con el metro cúbico a 2,50 pesos, muchas familias ven comprometida su economía doméstica

A partir del 1 de enero de 2021 y como parte de la Tarea Ordenamiento, el servicio de gas manufacturado pasó a costar de 0,11 pesos el metro cúbico a 2,50. (14ymedio)
A partir del 1 de enero de 2021 y como parte de la Tarea Ordenamiento, el servicio de gas manufacturado pasó a costar de 0,11 pesos el metro cúbico a 2,50. (14ymedio)
Serafín Martínez

09 de marzo 2021 - 19:54

La Habana/Los tiempos de todas las hornillas encendidas en una cocina o de ablandar los frijoles por horas se terminaron para muchos cubanos. La subida de la tarifa del gas manufacturado ha rediseñado las prácticas culinarias y también pone en jaque a las familias que no pueden pagar los nuevos precios, vigentes desde enero pasado.

Enma Quiala Povea, de 31 años, madre soltera de tres niños y embarazada de otro, no sabe cómo podrá saldar el costo del "gas de la calle" que supuestamente consumió durante el segundo mes de este año. Con una ayuda social que apenas le alcanza para comprar los productos básicos, la mujer acaba de recibir una cuenta de 1.000 pesos, más de 50 veces lo que pagaba hasta diciembre pasado.

A partir del 1 de enero de 2021 y como parte de la Tarea Ordenamiento, el servicio de gas manufacturado pasó a costar de 0,11 pesos el metro cúbico a 2,50. Pero la subida se inserta en un paquete de alzas en el que se incluye también nuevos costos para la electricidad, el transporte y los productos del mercado racionado, lo que tensa aún más el bolsillo.

Quiala, vecina de Velázquez 514, entre Guasabacoa y Melones, en Luyanó, La Habana, explica a 14ymedio: "Vivo con mi papá y mis hijos y habitualmente pagamos entre 14 y 19 pesos mensuales por la cuenta del gas, que son ciento y pico de metros cúbicos mensuales según la lectura del metro contador".

"Este mes de febrero, sorpresivamente la lectura del metro contador del gas subió de los habituales ciento y pico de metros cúbicos a 400. Eso no puede ser porque mi papá trabaja en el enfrentamiento al covid-19 y siempre está movilizado y no hubo consumo adicional"

"Este mes de febrero, sorpresivamente la lectura del metro contador del gas subió de los habituales ciento y pico de metros cúbicos a 400. Eso no puede ser porque mi papá trabaja en el enfrentamiento al covid-19 y siempre está movilizado y no hubo consumo adicional", reclama la mujer.

"Soy consciente de que si lo hubiera gastado tendría que pagarlo, pero no voy a pagar 1.000 pesos para reclamar un error del cobrador. Recibo 2.860 pesos de asistencia social para cuidar de mis hijos, no me alcanza para vivir y no puedo trabajar en la calle. No puedo pagar todo ese dinero en gas".

Mientras otras tarifas como la eléctrica, el costo del abono a la prensa oficial y el del gas licuado han sido rectificadas tras las quejas populares, el gas manufacturado que en la Isla se consume especialmente en La Habana se ha mantenido según lo fijado en la nueva política de ajustes económicos.

"Aquí somos dos adultos y dos niños", explica a este diario Moraima Ríos, residente en el municipio del Cerro de la capital cubana. El menor de sus hijos tiene una parálisis cerebral y está encamado, por lo que requiere atención continua, una preparación especial de alimentos y una higiene que demandan un alto consumo de gas.

"En esta casa las entradas prácticamente no han cambiado, porque aunque el precio de los servicios de mecánico que realiza mi esposo por cuenta propia han subido el de los recursos que necesita para su trabajo también, así que ahora prácticamente tiene ganancias similares pero pagamos más por todo, incluyendo el gas".

"Tuve que ir a reclamar pero antes debí pagar ese dinero porque me dijeron que si no lo hago no puedo pedir una revisión del caso"

Durante el mes de febrero la familia recibió una factura de 1.260 pesos por el consumo de gas manufacturado ese mes. En la calle donde viven de la barriada del Cerro la mayoría de los vecinos "se dieron el mismo susto" cuando revisaron sus cuentas. "Tuve que ir a reclamar pero antes debí pagar ese dinero porque me dijeron que si no lo hago no puedo pedir una revisión del caso".

Desde que comenzó el mes de marzo, Ríos apenas enciende el fogón. "Le he cogido miedo a la cocina porque uno no sabe después en cuánto va a venir la cuenta del gas", explica a este diario. "Con estos días fríos he tenido que priorizar calentar el agua para poder bañar a mi hijo, pero no puedo encender el horno de la cocina ni hacer nada que no sea lo elemental".

Cuando fue a reclamar la factura de febrero, una trabajadora de la oficina de Gas Manufacturado que gestiona la empresa estatal Cuba-Petróleo le advirtió a Ríos que "el país atraviesa problemas con el gas manufacturado y necesita ahorrar", por lo que la subida del precio iba a "ayudar a evitar el despilfarro".

Sin embargo, recientemente el jefe de combustibles domésticos de Cupet, Lucilo Sánchez, aseguró a la prensa nacional que "no hay dificultades" para los consumidores de gas natural manufacturado, que se procesa a partir de los yacimientos de petróleo existentes en la franja norte occidental de Cuba.

Cuba produce 3,5 millones de toneladas de petróleo al año (22 millones de barriles), de los cuales se obtienen 2,6 millones de toneladas (16,3 millones de barriles) de petróleo crudo y aproximadamente 1.000 millones de metros cúbicos de gas natural, que cubren el 97% del que se utiliza para la generación eléctrica y el consumo de gas doméstico en La Habana.

"No entiendo que un día digan que el gas manufacturado está garantizado y que la mayor parte se produce en el país y al otro nos cobren estos precios", reclama Ríos. "Puedo comprender que eso ocurra con un producto importado, como los alimentos que no se obtienen en Cuba pero esto es algo que sale de nuestro propio suelo, que es propiedad de la gente".

"A partir de la entrada en vigor de las nuevas tarifas para el cobro del gas manufacturado, se ha producido un notable incremento de la afluencia de clientes"

En la oficina de cobros a la población de Cupet, en la calle Paz del municipio Diez de octubre, una funcionaria reconoce el problema. "A partir de la entrada en vigor de las nuevas tarifas para el cobro del gas manufacturado, se ha producido un notable incremento de la afluencia de clientes", advierte.

La empleada, que prefiere mantener el anonimato, asegura que las elevadas facturas se deben fundamentalmente al desconocimiento de los clientes y a las malas prácticas en el uso cotidiano del gas. "La población no se ha familiarizado con la nueva tarifa de la Tarea Ordenamiento de 2,50 pesos el metro cúbico de gas manufacturado, donde existen metrocontadores".

Tomará su tiempo adaptarse, pero cada caso va a ser analizado puntualmente. Si un cliente no tiene dinero para pagar, puede solicitar la presencia de un inspector para que revise si existen salideros. Pero al final tendrá que pagar su consumo porque el objetivo es eliminar las gratuidades indebidas y potenciar el ahorro y eficiencia en la población de los portadores energéticos", advierte la empleada.

"Si yo pago este dinero, no me queda nada para comprar comida para mis hijos, pero si no lo pago, me quedo sin gas para cocinar los alimentos que ellos necesitan. ¿Qué hago?", se cuestiona Moraima Ríos. "En lo que hago la reclamación y revisan mi reloj contador, me quedo sin dinero para el día a día". La solución que ha encontrado por el momento es "desbaratar algunos muebles y armar un fogón de leña en el patio".

Y concluye: "Los vecinos ya se están quejando de la peste a humo pero el gas no quiero usarlo a ese precio y con esas sorpresas. La electricidad tampoco, que también es muy cara".

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