Por múltiples irregularidades y con su dueña en el extranjero, una tienda habanera es obligada al cierre
La Habana
Si no se cumple la sanción, que es por una semana, se incurrirá a un delito por desobediencia
Madrid/La dueña de Todotuti se fue de Cuba. La tienda, ubicada en el municipio de Diez de Octubre, en La Habana, recibió una inspección por parte de las autoridades después de que una clienta se quejara de que la empleada le negó el pago con tarjeta, pero la visita reveló una buena cantidad de irregularidades de las que la propietaria tendría que hacerse cargo. El problema es que ya no está.
“La comisión de inspectores y especialistas indicaron que la titular debe de presentarse en un término de siete días en la Dirección Provincial de Comercio de La Habana, sita en calle 33 entre Avenida de Paseo y calle A, Plaza de la Revolución, con toda la documentación original que respalde la actividad de Trabajo por Cuenta Propia”, precisa Tribuna de La Habana, que ha desvelado este caso que amenaza con ir a más.
La historia comenzó la pasada semana, cuando una vecina de Arroyo Naranjo dejó un comentario en una nota de la prensa oficial contando su experiencia de compra. “Al intentar realizar una compra en un establecimiento ubicado en calle Finlay 910, entre Gestrudis y Lagueruela, municipio de Diez de Octubre, se encontró con una negativa rotunda: ‘Aquí no aceptamos transferencias’, le indicó la dependienta cuando intentó pagar su compra de refrescos y confituras para sus nietos”, detalla el medio.
“Al intentar realizar una compra en un establecimiento ubicado en calle Finlay 910, entre Gestrudis y Lagueruela, municipio de Diez de Octubre, se encontró con una negativa rotunda"
La queja captó –en este caso– la atención de las autoridades, que enviaron rápidamente una inspección para verificar lo sucedido. Una trabajadora de la tienda indicó que, en efecto, es imposible hacer pagos por transferencia y la razón es que el comercio no posee una cuenta fiscal.
Pero ya estando en el lugar se encontraron muchas otras violaciones de la ley. Entre ellas, la falta de documentación de todo tipo. No había licencia sanitaria, ni solicitud de los productos comercializados, ni comprobantes del pago de impuestos… ni, por supuesto, titular, “por encontrarse residiendo en Estados Unidos”, y sin representantes designados en Cuba.
La contravención de hasta tres normas, ha supuesto, de entrada, una multa de 30.000 pesos, además del cierre del local por siete días. Si esta medida se incumple, afirman, se abrirá un proceso por el delito de desobediencia.
Los incumplimientos no solo afectan a cuestiones burocráticas, sino a otras violaciones más vinculadas con lo sanitario. El establecimiento tenía varios artículos a la venta con fecha de caducidad vencida y el diario lo ilustra con imágenes de productos como la mermelada de mango y el sorbeto Renata. También se subraya el hecho de que la tienda violaba los topes de precios impuestos por las autoridades. “Cobraban la libra [de pollo troceado] a 350 pesos”, dice el medio.
Tribuna de La Habana destaca que el operativo “pone de manifiesto la importancia de mantener un sistema de control riguroso en los establecimientos comerciales sean estatales, mipymes o trabajadores por cuenta propia, con el fin de asegurar que se respeten las normativas vigentes, y se protejan los derechos de los consumidores”, sin embargo, las reacciones han reprochado que se actúe a veces con criterios dispares.
“Es una de las barbaridades más grandes que he leído. Todo está fuera de la ley y le ponen una multa de 30.000, que eso en un ratico lo hacen. No pagan impuestos, el dueño se fue de Cuba y no vive aquí y nadie lo representa…”, lamenta una comentarista.
“Es una de las barbaridades más grandes que he leído. Todo está fuera de la ley y le ponen una multa de 30.000, que eso en un ratico lo hacen"
“No me hagan reír, ustedes y el Gobierno saben que no hay pollo a 312 pesos, el pollo está de 360 hacia arriba. Y, en cuanto a las trasferencias, otro caos. Van a tener que desplegar una inspección por cuadra, porque para no ser absoluto casi ninguna mipyme, TCP y otros aceptan transferencia, porque después ese dinero no pueden extraerlo en efectivo de los bancos o cajeros por regulaciones del mismo Estado y ustedes también lo saben”, denuncia otro.
La bancarización sigue siendo una asignatura pendiente dos años después de que, en agosto de 2023, el Banco Central de Cuba aprobara varias disposiciones para fomentarla, debido a la escasez de billetes en el país. Entre ellas se limitaron las retiradas de efectivo y se obligó a todos los actores económicos a ofrecer un medio de pago electrónico a los clientes, lo que a su vez debía redundar en un mayor control de las operaciones y reducción del fraude, pero en el comercio sigue primando con rotundidad el efectivo.