El promedio diario sin luz en Cuba fue de casi 16 horas en julio y 15 en agosto

Energía

  • El director general de Electricidad señaló que “hubo circuitos que se apagaron más tiempo”
  • Se mantienen en el país dos centrales flotantes turcas, que entregan unos 70 megavatios al día

Una calle de San Antoniode los Baños durante un apagon al anochecer.
Una calle de San Antoniode los Baños durante un apagon al anochecer. / cortesía
14ymedio

09 de septiembre 2025 - 06:13

Madrid/Las conclusiones del informe del Ministerio de Energía y Minas son demoledoras. Durante el mes de julio, el promedio diario de horas sin luz en Cuba fue de 15 horas y 50 minutos. En agosto, la ínfima mejoría, dejó apagones de 14 horas y 54 minutos. Son datos oficiales que corroboran el sufrimiento diario de los cubanos, cuya máxima preocupación actual son los cortes eléctricos. En una comparecencia ante la prensa este lunes, Lázaro Guerra Hernández, director general de Electricidad, insistió además en que la cifra solo refleja la media, ya que “hubo circuitos que se apagaron más tiempo”.

El funcionario, que es también ingeniero, dio explicaciones de la desconexión del sistema eléctrico en la zona oriental este domingo, que se produjo cuando el mal tiempo agravó la situación de una generación que en ese momento ya era muy baja. “Una línea ya se encontraba desenergizada por alta tensión en la región, y la tormenta provocó la salida de servicio de la segunda línea de 220 kV. Esto generó un corte de transferencia, separando la zona oriental del resto del país”.

La avería, que incluyó la salida intempestiva de la unidad 6 en Mariel, estaba resuelta en torno a la 1:25 de la madrugada, pero los problemas están lejos de terminar. “Actualmente el sistema opera de manera estable”, afirmó, “aunque persiste un déficit de capacidad de generación que ya se había pronosticado”. 

Es la tónica habitual en la Isla. La comparecencia de Lázaro Guerra sirvió para hacer un balance de lo ocurrido este verano, que volvió a marcar otro punto crítico para la generación eléctrica en Cuba. El directivo adujo que julio y agosto habían sido los meses con mayor consumo energético en la historia del país. La coincidencia de altas temperaturas con aparatos que cada vez demandan mayor consumo pone a prueba un sistema eléctrico moribundo al que de nada sirven todos los planes anunciados en invierno. 

“Actualmente el sistema opera de manera estable”, afirmó, “aunque persiste un déficit de capacidad de generación que ya se había pronosticado”

Guerra Hernández recordó que para este año se había diseñado una estrategia que ayudara a comenzar el verano “en las mejores condiciones posibles”, un plan que fue largamente desgranado por el ministro del ramo, Vicente de la O Levy, en una entrevista difundida por el diario Granma en cuatro entregas el pasado marzo. Uno de los puntos más importantes era la energía térmica, considerada básica para el Gobierno porque las centrales se alimentan de crudo nacional. Sin embargo, el cronograma –como de costumbre– ha vuelto a fallar por las idas y venidas de unas termoeléctricas que han superado, de largo, su vida útil.

Lo explicó con claridad en la rueda de prensa de este lunes Alfredo López Valdés, director general de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE). “Cuando usted comienza a desarmar, empieza a encontrarse problemas que no previó originalmente”, advirtió. El caso más destacado es el de la unidad 2 de la CTE Ernesto Guevara, ubicada en Santa Cruz del Norte (Mayabeque). El directivo cuenta que se había previsto fabricar un nuevo economizador para la caldera, pero rápidamente se descubrió que era necesario también hacer un sobrecalentador y un recalentador.

A pesar de que se llevaron a la fábrica componentes y se contó con la ayuda de soldadores chinos “el mantenimiento se ha extendido más de lo previsto”, expuso.

Otro de los casos paradigmáticos es el de la unidad 4 de Céspedes, cuyo mantenimiento reveló un defecto en los tubos fabricados entre 2019 y 2020. “Aunque las soldaduras contaban con certificación, no se realizó el tratamiento técnico adecuado en su momento”, admitió López Valdés.

La producción prevista en las termoeléctricas era de 27 gigavatios por hora diarios, pero en julio solo se llegó a 23, fundamentalmente por los problemas recurrentes de la central Antonio Guiteras, en Matanzas. “Un GWh dejado de producir es equivalente más o menos a una hora de afectación promedio a todos los circuitos apagables del país”, indicó Guerra, quien añade que tampoco funcionó como se esperaba la unidad 5 de Renté (en Santiago de Cuba). Aunque en agosto hubo una leve mejoría, al generarse justamente 1 GWh por más.

No se cumplió, además, lo previsto en la generación distribuida y aquí la hecatombe fue mayor. De los 9,8 GWh planificados, apenas se llegó a 2,8 en julio y 5,8 en agosto. Ahora, afirmó el director de la UNE, se han realizado trabajos que permitieron recuperar más de 1.000 MW, incluyendo en las cinco mayores turbinas del país, aunque el problema sigue estando en la caída del combustible importado, a pesar de que los envíos de crudo mexicano han supuesto un ligero alivio en medio del escaso petróleo venezolano, que ahora aparece con cuentagotas.

Ahora, afirmó el director de la UNE, se han realizado trabajos que permitieron recuperar más de 1.000 MW, incluyendo en las cinco mayores turbinas del país, aunque el problema sigue estando en la caída del combustible importado

Ese mismo problema incidió en la generación móvil: de 10,2 GWh previstos, se lograron 8.9 GWh. En agosto, con la salida, el día 6, de la patana turca Suheyla Sultan, la cantidad pasó a 6,4 GWh. En estos momentos se mantienen en el país dos centrales flotantes entregando unos 70 megavatios (MW) al día. Aunque los directivos no aclararon cuáles son, se trata de la Erol Bey, ubicada en Regla y que produce 63 MW, y la Belgin Sultan, que está en el puerto de La Habana y cuya función es sobre todo logística, aunque tiene capacidad de producción de hasta 15 MW.

En cuanto a la gran esperanza del Gobierno, las renovables, la situación marcha según lo previsto, pero aún es más que insuficiente. Por el momento, se han sincronizado 29 de los 51 parques solares proyectados para este año, que a mediodía aportan 500 MW. Sin embargo, esta energía es “intermitente, por lo que se han contratado cuatro sistemas de acumulación por baterías para estabilizar el sistema”, explicaron. Esta tecnología –que permite acumular y liberar lo producido– se instalará en la subestación de Cueto en Holguín, de Bayamo en Granma, y de Cotorro y la Cuaje, en La Habana. “Es una inversión enorme”, afirmaron.

Tras el fracaso de casi todas las previsiones y que el director de la UNE reconoció que “la situación es muy dura” y grave, Guerra Hernández destacó que los trabajadores eléctricos –uno de ellos fallecido este lunes en un accidente laboral– están comprometidos pese a ser cada vez menos. “No ha faltado el combate, no ha faltado el trabajo”, afirmó.

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