El segundo criadero de peces de Cuba, en crisis por falta de energía, combustible y agua
Pesca
De los 14,8 millones de alevines planificados para 2025, apenas 5,4 millones han podido producirse en lo que va del año
La Habana/La mayor estación de crianza de peces de Granma y la segunda más grande del país, la unidad empresarial de base (UEB) René Ramos Latour, en el municipio de Bartolomé Masó, vive una crisis de producción. De los 14,8 millones de alevines planificados para 2025, apenas 5,4 millones han podido producirse en lo que va del año. En el mejor de los casos, la cifra podría superar los 6 millones, lejos aún de la mitad esperada.
De acuerdo con un texto publicado este martes en el diario oficialista Granma, la debacle en la producción data al menos desde 2023 y tiene diferentes causas. Hace dos años hubo escasez de pienso. Sin embargo, este año, la crisis energética es la que ha dado el golpe a la crianza.
Para la reproducción de los peces se requieren condiciones específicas, “no se reproducen por sí solos en estanques”, explicó Alejandro Socarrás Parra, técnico de la empresa. Los ciprínidos, entre los que están la tenca blanca y la manchada, la carpa común, la amura y el labeo, vienen de ríos caudalosos, de Asia y Europa. “Allá el macho le cae atrás a la hembra dándole golpecitos en el abdomen hasta sacarle los huevos e inmediatamente los fecunda”, agregó el trabajador. Por ello, dijo, necesitan una corriente de agua constante, porque, cuando los huevos se riegan, es esa presión la que los hace eclosionar. “De lo contrario, lo más seguro es que nazcan mal o no nazcan”.
Este año, la crisis energética es la que ha dado el golpe a la crianza
Pese a que en el lugar las incubadoras están preparadas para imitar ese proceso con mecanismos que generan esa corriente, la falta de electricidad no permite llevarlo a cabo. Ante ello, la empresa instaló un motor de combustión interna que “ha sido un alivio”, pero a medias, pues “hay que tirarle más de 700 litros de combustible, y esos no se tienen en todo momento”, por lo que, en el mejor de los casos, se hace dos veces por mes, abundó Socarrás Peña.
Otro factor ha sido la escasez de agua, algo que ha impactado a todo el país en los últimos meses. En febrero, cuando el plan de producción marchaba conforme a lo establecido, bajó el nivel en los estanques, lo que provocó que a los alevines les faltara oxígeno y murieran. “Desaparecieron completicos”, contó el técnico.
Pese a tener “unos 20 estanques de hormigón”, pocos están en uso. Las clarias habitan tres de los últimos y no en grandes poblaciones. Los demás están vacíos, “con mala yerba o el concreto cenizo de engullir tanto sol”. De los que contienen agua, ninguno está lleno. “Se necesita un día entero de corriente para llenar”, detalló el director de la empresa, Rudisnel Santos.
Como apenas hay electricidad unas tres horas al día, solo rellenan los que ya están en uso
Como apenas hay electricidad unas tres horas al día, solo rellenan los que ya están en uso, porque el motor de combustión “no da para tanto. Las bombas de llenado son inmensas. No cualquier corriente las mueve”, remarcó el funcionario.
“Hace unas semanas hicimos una propuesta para que nos pusieran 12 horas diarias de corriente durante, al menos, 10 días. Con eso podríamos llenar, aunque sea, cuatro estanques. La cuestión es que, para dar energía a esta estación, hay que dársela también a una mitad de Masó. Y eso, para los tiempos que corren, sería como presumir de lo que se carece”, señaló resignado Yuniesky Rosabal Rosa, director de Servicios Generales de la empresa al diario oficialista.
Otro problema en el lugar es la presencia de “depredadores de todo tipo. Con más de 50 hectáreas a la desbandada, en una noche pueden entrar hasta 10 o 12 personas”.
Aunque hay lugares disponibles para integrar el cuerpo de seguridad, nadie toma el trabajo. “Lo que pasa con esos puestos es que ya la gente tiró los números”, indicó Rudisnel Santos. Se pagan 2.300 pesos al mes por esa labor. “Esa es la desmotivación que tiene la tropa: no llega dinero al bolsillo. El trabajo político puedes adoptarlo un día, pero… ¿y la comida? Es complicado. Lleva sacrificio. Lleva permanencia”, agregó.
"El trabajo político puedes adoptarlo un día, pero… ¿y la comida? Es complicado. Lleva sacrificio"
El caso de Granma es solo un botón de muestra de la crisis en la producción pesquera del país. Ya también se vio reflejada en el mayor embalse de Cuba, en Sancti Spíritus. La pesca frenética iniciada el año pasado en Zaza –debido a la sequía– provocó que las cooperativas se lanzaran al agua a pescar todo lo que pudieran.
Un año después, la fauna del lugar se volvió arisca, escasa y temerosa de salir a la superficie, lo que ha impactado en el plan previsto para este año: de 914 toneladas que tenían programas para el cierre del primer cuatrimestre del año, apenas llegaron a capturar 658.