Trasladan a prisión preventiva en Valle Grande a dos manifestantes del 7 de octubre en Marianao

Represión

Yuniel Serrano Batista y otro vecino del barrio de Pogolotti fueron acusados de “desórdenes públicos”

Uno de los trasladados a Valle Grande es Yuniel Serrano Batista, señalado por, supuestamente, prender fuego a un contenedor de basura.
La manifestación, ocurrida en horas de la noche, reunió a decenas de vecinos que salieron a exigir el restablecimiento del servicio eléctrico. / Captura de pantalla / X
14ymedio

14 de octubre 2025 - 15:31

La Habana/Dos de los detenidos en la protesta vecinal del pasado miércoles 7 de octubre en el municipio de Marianao, en La Habana, fueron acusados de “desórdenes públicos” y enviados a prisión preventiva en la cárcel de Valle Grande. Al menos 15 ciudadanos habían sido arrestados en relación con esa manifestación pacífica y llevados al centro de detención conocido como El Vivac, en Arroyo Naranjo.

Según confirmó este lunes Martí Noticias, uno de los trasladados a Valle Grande es Yuniel Serrano Batista, señalado por, supuestamente, prender fuego a un contenedor de basura. Se desconoce aún el nombre de la otra persona, quien fue arrestada por tratar de impedir la detención de Serrano. Ambos son residentes de la barriada de Pogolotti.

La manifestación, ocurrida en horas de la noche en la avenida 51, reunió a decenas de vecinos que salieron a exigir el restablecimiento del servicio eléctrico, que permanecía intermitente desde hacía cuatro días, y a denunciar la falta de agua y libertades. Al grito de “¡Queremos luz!” y golpeando calderos, los residentes bloquearon parcialmente la vía utilizando contenedores y objetos incendiados para iluminarse en medio del apagón.

Al menos 15 ciudadanos habían sido detenidos en relación con esa manifestación pacífica y llevados al centro de detención conocido como El Vivac

La Policía intervino en cuestión de minutos. Algunos testigos relataron que varios patrulleros y agentes vestidos de civil dispersaron a los manifestantes por la fuerza, arrestando a más de una decena de personas.

La organización Cubalex denuncia que el régimen cubano “ha reprimido a los participantes de la protesta y ha criminalizado un acto legítimo de disenso como mecanismo para silenciar el descontento ciudadano en Cuba”. 

Entre los detenidos se encontraba el activista Liván Gómez, coordinador en La Habana del partido Unión por Cuba Libre. Gómez fue arrestado un día después de la manifestación y acusado de liderar la protesta, a pesar de que, como posteriormente se comprobó en grabaciones, no estuvo presente en el lugar. 

Tras revisar las imágenes, las autoridades decidieron liberarlo el viernes 11 de octubre. Sin embargo, Gómez fue advertido de que podría ser encarcelado si se le vincula con pintadas antigubernamentales aparecidas en la zona. “Durante el interrogatorio también me acusaron de estar detrás de unos carteles. Me dejaron claro que me están vigilando”, declaró el activista.

El traslado desde El Vivac a Valle Grande suele indicar que la Fiscalía ha formalizado la acusación y que los detenidos podrían enfrentar un juicio. Este paso endurece su situación legal y personal, ya que implica más aislamiento, mayor control estatal y dificultades para el acceso a la defensa y a visitas familiares. En casos políticos o de protesta, también funciona como un mensaje disuasorio para el resto de la comunidad.

El mes de octubre ha estado marcado por una mayor tensión social en Cuba

Aunque la mayoría de los detenidos han sido liberados en las últimas horas –algunos con multas y otros con advertencias– el hecho de que dos manifestantes hayan sido enviados con prisión preventiva a Valle Grande, una de las cárceles más utilizadas en la capital para opositores y manifestantes, demuestra que “la protesta social se trata como delito, no como expresión de un derecho ciudadano”, ha señalado Cubalex. 

En las últimas semanas, este diario ha documentado un aumento de manifestaciones espontáneas en barrios de La Habana y otras provincias, motivadas por la crisis energética, la escasez de agua y la falta de respuestas oficiales.

La semana previa, un grupo de residentes en el barrio de Casino Deportivo realizó un cacerolazo durante un apagón, en un área históricamente privilegiada por no sufrir cortes eléctricos prolongados. Días antes, mujeres con niños y cubos vacíos bloquearon la calle Monte para exigir agua. Aunque fueron encaradas por agentes policiales, poco después llegó un camión cisterna al lugar.

El mes de octubre ha estado marcado por una mayor tensión social en Cuba. Los apagones diarios, que superan en muchas zonas las 12 horas sin servicio eléctrico, han exacerbado la frustración de la población. A esto se suma la inflación, la escasez de alimentos y medicamentos, la proliferación de epidemias y la represión política.

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