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Espectacular ‘nocao’ de los Industriales a Ciego de Ávila

La actual temporada beisbolera llega a la mitad

El Estadio Latinoamericano de La Habana. (Wikicommons)
Ernesto Santana

18 de enero 2016 - 21:36

La Habana/Este domingo, los Leones de la capital cayeron sobre los Tigres avileños en el Latinoamericano, con una lluvia de batazos a la altura de los aguaceros que han empapado en estos días La Habana. Yulieski Gurriel —506 de promedio— causó el nocao, 11-1, con su jonrón número 14. Noelvis Entenza fue el ganador y Osmar Carrero el derrotado.

En el Victoria de Girón, Matanzas batió a los Cachorros holguineros 8 a 6, con victoria para Alexander Rodríguez y revés para José Ángel García. Como se suspendieron los encuentros Granma-Pinar del Río en el Capitán San Luis y Las Tunas-Isla de la Juventud en el Cristóbal Labra, hoy se jugará doble desde las 10 de la mañana.

Ciego de Ávila sigue aferrado a la cima con 44 éxitos y 22 fracasos, seguido a dos juegos y medio por Pinar del Río (40-23). Matanzas, con 38 y 25, se halla a 4,5, mejor que Industriales (39-26) aunque esté también a cuatro y medio. Holguín, con 38-28, está a seis juegos de distancia del primero. Granma (36-30), a ocho. Las Tunas a diez con 34 y 32. Isla de la Juventud tiene el peor balance, 32-33, hundido a 11,5 juegos de la cima.

Pese a la paliza dominical, los Tigres siguen cosechando éxitos, con más de cuatro meses encabezando la tabla de posiciones, después de iniciar la contienda con una decena de victorias seguidas y acumular 31 victorias en la primera fase, para igualar un récord matancero. A ello, los muchachos de Roger Machado acaban de sumar una marca nacional de siete double plays, jugada en la que los avileños comienzan a perfilarse como especialistas tradicionales.

Pinar del Río, sin sonar mucho y con poca cobertura de televisión, ha llegado a la mitad de esta temporada muy cerca de los punteros

Pinar del Río, sin sonar mucho y con poca cobertura de televisión, ha llegado a la mitad de esta temporada muy cerca de los punteros, y su mentor, Jorge Ricardo Gallardo, ha demostrado estar a la altura del desafío que significó sustituir a Alfonso Urquiola en la dirección de uno de los grandes equipos de la pelota cubana.

Lo ha hecho imponiendo un estilo de juego para su conjunto muy juvenil, creativo y animoso, atinando, además, a la hora de escoger y utilizar a sus refuerzos —como vemos a la hora en que actúan Denis Laza, Yusniel Ibáñez o Andy Sarduy— o de mover a sus lanzadores —2,94 de efectividad—, entre los que destacan noveles como Yaifredo Domínguez y fogueados como Vladimir Baños.

Liván Moinelo ha permitido una sola carrera limpia en 20 innings, ha ponchado a una veintena de bateadores y dado solo cinco bases por bolas, con una efectividad de 0,45 y un promedio oponente de solo 147, números que le han permitido obtener dos victorias y realizar cuatro rescates en nueve salidas.

Los vegueros estaban hace menos de un año en una situación muy precaria, con problemas graves de alineación y dirección, lo que hacía lógica toda preocupación sobre sus perspectivas como equipo de primera clase. Pero el nuevo mando supo apelar al pasado y al presente en dosis fructíferas, como salta a la vista viendo cuán peligrosos son los jugadores no solo para quienes quieran estar entre los cuatro finalistas, sino incluso para el que pretenda titularse campeón de esta 55 Serie Nacional.

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