La española Blau gestionará un tercer hotel en Cuba en plena crisis del turismo
Economía
Pese a una tasa de ocupación de apenas 23% en 2024, las empresas extranjeras siguen apostando a este negocio en la Isla
La Habana/Es fácil entender que, para hoteleras con hasta 30 instalaciones en Cuba como Meliá, es difícil retirarse de la Isla cuando los resultados se vuelven desfavorables después de décadas de bonanza. En cambio, desconcierta ver el entusiasmo con que algunas compañías extranjeras firman nuevos contratos en un país donde el turismo está viviendo una verdadera debacle. Es el caso de la sociedad española Blau Hotels, que acaba de acordar con la estatal Gran Caribe la gestión de un tercer hotel.
El acuerdo, rubricado a principios de este mes, durante la Feria Internacional de Turismo en La Habana (FITCuba), prevé el inicio de la explotación del actual hotel Las Morlas de Varadero para la próxima temporada alta. El complejo de cuatro estrellas con 148 habitaciones, que la compañía estima prometedor por estar en primera línea de playa y a 30 kilómetros del aeropuerto del balneario, pasará a llamarse Blau Las Morlas Varadero Beach.
Las Morlas será la segunda instalación que gestione en Varadero, junto al hotel Blau Varadero Only Adults, y el tercero en todo el país incluyendo otro ubicado en las playas del Este de La Habana, el Blau Arenal Habana Beach.
También es la primera vez que la firma mallorquina cierra un contrato con la estatal Gran Caribe
También es la primera vez que la firma mallorquina cierra un contrato con la estatal Gran Caribe. En declaraciones durante FITCuba, ambas partes prometieron “ofrecer experiencias de hospedaje de primer nivel, elevando los estándares de calidad y fortaleciendo la oferta hotelera del país”, especialmente en Varadero, un enclave donde, según la prensa oficial, “aumenta la presencia de compañías foráneas”.
Lo cierto es que, pese a la debacle innegable del turismo y el hecho de que la Isla ya no es un destino tan seguro y atractivo como antes, muchas hoteleras extranjeras insisten en abrir nuevos negocios en Cuba. A inicios de este año, la también española Iberostar inauguró su hotel Selection La Habana, ubicado en la polémica Torre K de El Vedado, el edificio más alto de la capital.
A finales del pasado año, a pesar de haber registrado una tasa de ocupación de apenas 40% en el primer trimestre de este año, también Meliá anunció la apertura de cuatro nuevas instalaciones en 2025 –además de remodelar cinco de las que ya administra– para llegar a 39 hoteles a lo largo del país. Los cinco nuevos hoteles sumarían 837 nuevas habitaciones. Para asegurar su mantenimiento, la española también creó Mesol, una importadora que suministra desde alimentos hasta productos de aseo y todo tipo de insumos a sus instalaciones.
La canadiense Blue Diamond también ha ganado terreno en la escena turística cubana y se ha posicionado como el segundo gran operador hotelero en la Isla
La canadiense Blue Diamond también ha ganado terreno en la escena turística cubana y se ha posicionado como el segundo gran operador hotelero en la Isla, solo detrás de Meliá. Hasta ahora, gestiona 29 hoteles y más de 10.000 habitaciones. “El grupo ha hecho de Cuba un bastión clave dentro de su portafolio regional, aprovechando sinergias con el Grupo Gaviota y fortaleciendo su apuesta en un contexto económico muy complejo”, explicó en un artículo reciente la revista económica Panamerican World.
No obstante, el crecimiento en hoteles manejados por firmas extranjeras contrasta con la caída en picada del turismo en los últimos años. En el primer trimestre de 2025, en plena temporada alta, la llegada de viajeros cayó un 30% en comparación con el mismo período del año anterior.
También cayó la ocupación hotelera al 24,1%, según los datos oficiales del turismo internacional de enero a marzo de este 2025, y la cifra de todo 2024 fue aún más baja (23%). La tendencia se ha ido agravando, puesto que en los tres primeros meses del año pasado el porcentaje era del 35,6%.
En el caso específico de Meliá, sus hoteles tuvieron un 40% de ocupación, 6,4% menos que en el primer trimestre de 2024. También experimentó una bajada el precio por habitación (92,9 euros, un 8,3% menos). Pero el desplome más abrupto es el del beneficio obtenido por habitación, de solo 37,6 euros, un 20,8% menos que hace un año.
Los números no solo reflejan la pérdida de clientes, sino también de ingresos millonarios. Según el propio informe de Meliá, sus enclaves presentan un “desempeño positivo en todas las regiones, excepto Cuba”. “La situación sigue siendo retadora, sin un signo de mejora claro de los problemas de abastecimiento y escasez de energía”, señala, pero asegura que la mala prensa que tiene el destino y la disminución de los vuelos son las causas de la debacle.
Sin embargo, Meliá y el resto de hoteleras están lejos de dar un paso atrás en sus proyectos en la Isla. Así lo aseguró Gabriel Escarrer Jaume en un documental estrenado el pasado 10 de mayo con el que la compañía balear quiere celebrar el 35 aniversario de su llegada a la Isla: “Siempre digo que Cuba es la gran Perla del Caribe. Seguro que nos quedan por lo menos otros 50 años más de seguir creciendo conjuntamente”.