La hotelera Meliá se salva parcialmente del naufragio del turismo en Cuba
Economía
En el primer trimestre de 2025, la empresa española registró una ocupación del 40%, mientras el promedio nacional fue aún más pobre, un 24,1%
Madrid/La ocupación hotelera cayó en el primer trimestre del año al 24,1%, según los datos oficiales del turismo internacional de enero a marzo de este 2025. El número es más que alarmante, ya que se produce en el mejor período de la temporada alta para el sector. De hecho, aunque la cifra de todo 2024 fue aún más baja (23%), en los tres primeros meses del año pasado el porcentaje era del 35,6% y esta caída de 11 puntos pone de manifiesto una realidad aplastante: de cada cuatro habitaciones de hotel que hay en la Isla, solo una se llenó.
Teniendo en cuenta esta cifra global, no parece tan mala noticia el 40% de ocupación en los hoteles que Meliá gestiona en la Isla. El dato aparece en el documento de información pública periódica que la hotelera balear entrega a sus accionistas de manera trimestral. La compañía divulgó el viernes pasado el informe, en el que se observa una notable caída de la ocupación (6,4% menos que en el primer trimestre de 2024) y del precio por habitación (92,9 euros, un 8,3% menos). Mientras, la bajada más abrupta es para el Revpar (beneficio por habitación), de solo 37,6 euros, un 20,8% menos que hace un año.
La compañía, que celebra sus buenos resultados globales, comienza su informe diciendo, sin paliativos: “Desempeño positivo en todas las regiones, excepto Cuba”. Más adelante, en el apartado específico que dedica a la Isla, abunda en que “la situación sigue siendo retadora, sin un signo de mejora claro de los problemas de abastecimiento y escasez de energía” y apunta fundamentalmente a dos causas más que contribuyeron a reducir el turismo internacional: el descenso de vuelos y “la cobertura y eco de las noticias, [que] han afectado de forma negativa al sector turístico, reduciendo la demanda por el destino en importantes mercados durante la temporada alta”.
No puede esperar Meliá que la prensa se haga eco de otra cosa que del penoso estado del sector turístico en Cuba, cuando los propios datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei) dejan claro que en los tres primeros meses del año los ingresos fueron de 34.860.641.400 pesos, 290,5 millones de dólares si se calcula al cambio de 1 x 120 o 1452,5 millones si es al oficial de 1 x 24. No se sabe con exactitud qué tipo de tasa aplican las autoridades, pero el economista Pedro Monreal ha estimado en varias ocasiones que, a juzgar por las declaraciones que ofrecen sobre divisas obtenidas, puede ser la primera opción. Frente a esta cantidad, el año pasado en el mismo plazo se lograron 44.411.416.700 pesos, casi 10.000 millones más.
En cuanto a los turistas, la cantidad se conocía por los informes mensuales que difunde la Onei y que dejaban en solo 571.772 las llegadas hasta el 31 de marzo, un 30% menos que en el mismo período de 2024, cuando fueron 808.941. Gracias a ese documento, se conocía la reducción importantísima de mercados esenciales para Cuba, como los canadienses –que siguen liderando pero caen un 30%– y los rusos –la gran apuesta de las autoridades ha perdido la mitad de cuota con respecto al año anterior–, pero este informe, más detallado, ofrece resultados de otros países.
Así, se observa un peculiar crecimiento de cuatro de ellos: Panamá (16,1%), Perú (20,2%), Turquía (32,8%) y la deseada China, que deja aún una cantidad escasa de turistas, 6.880 en tres meses, pero mejora (18% más) con respecto a los 5.831 de hace un año, lo cual no es poco en un panorama como el actual.
El dato de pernoctaciones tampoco lleva, precisamente, al optimismo, ya que en este primer trimestre hubo 3.601.870, frente a las 5.040.451 del mismo período de 2024.
Por lo demás, los patrones del turista prototipo se mantienen. La mayoría de personas (95,8%) viaja a la Isla por ocio, dejando una mínima cuota para los viajes de negocios y eventos. Las mujeres de 45 a 59 años son el perfil con más visitas, aunque no hay grandes diferencias salvo en el sector joven. Por debajo de los 25 años se reduce mucho la cuota de viajeros, que es similar a la de menores de 15. América sigue siendo el continente que más turistas aporta, con el 74,5%, seguida de Europa, con un 21,6%. Asia se queda con solo un 3,2% y mucho más residuales son las llegadas desde África y Oceanía.
También se reitera el sector que más beneficios obtiene del turismo, la gastronomía, con más de un 40%, seguida del alojamiento (28%). Sin embargo, esos ingresos también descendieron cuantiosamente, al pasar de 59.430.903.200 pesos a 48.820.647.400.
Sin embargo, esos ingresos también descendieron cuantiosamente, al pasar de 59.430.903.200 pesos a 48.820.647.400
El desplome del sector no solo afecta al turismo internacional, también al nacional, aunque las causas se adivinan distintas. En el primer trimestre del año, 310.318 cubanos vacacionaron en la Isla, frente a 413.098 el mismo período del año anterior. Como nota positiva, quienes pudieron darse el lujo, gastaron más: 13.737 pesos por persona al día, cuando en 2024 fueron 12.228. Los datos internos ponen de manifiesto que cada vez hay menos nacionales que pueden permitirse unas vacaciones en su propio país, pero que, quienes lo hacen están en mejores condiciones, abundando en la brecha entre clases que se está ensanchando en Cuba.
A pesar de todos los datos negativos que acumula el turismo, el sector sigue gozando del trato preferencial de las autoridades, pero no solo del país. Los empresarios de las grandes cadenas hoteleras se comprometieron a seguir confiando en la Isla, desde la canadiense Blue Diamond, que se ha hecho un hueco en el país, a Iberostar y Meliá, cuyos consejeros delegados acaban de mostrar su singular cierre de filas con Cuba pese a las pérdidas que les produce.