Un accidente ferroviario en Matanzas deja tres heridos leves
Accidentes
El descarrilamiento afectó la Línea Central, que comunica buena parte del oriente y el occidente del país
Matanzas/Un accidente ferroviario ocurrido este miércoles alrededor de las 2:30 de la tarde en Matanzas ha puesto nuevamente en evidencia el deterioro de la infraestructura ferroviaria cubana. El suceso tuvo lugar en un tramo cercano a la carretera de las Cuevas de Bellamar, cuando el tren nacional Guantánamo-La Habana sufrió el descarrilamiento de siete de sus coches, cuatro de los cuales quedaron completamente separados del resto del convoy. A pesar de la magnitud del hecho, solo se reportaron tres personas lesionadas de forma leve, según confirmaron fuentes médicas y del sector.
Según Rafael Roldán Simón, veterano miembro de la tripulación con más de 30 años de servicio, el maquinista detectó a tiempo las malas condiciones de la vía y activó el freno de emergencia conforme a los protocolos establecidos. “Gracias a esa reacción rápida, los coches no se volcaron”, explicó. El tramo afectado abarca aproximadamente 200 metros de vía férrea, lo cual provocó la interrupción del tráfico ferroviario por la Línea Central, una de las más importantes del país. Las autoridades estiman que las labores de reparación tomarán al menos 24 horas.
Las personas lesionadas se encuentran bajo observación y fuera de peligro
Entre los lesionados se encuentran dos ferromozas y una pasajera. Lusmery Yedra Flores, oriunda de La Habana, fue aplastada por un grupo de pasajeros que cayó sobre ella durante el descarrilamiento. Noelis Walwyn, también ferromoza, sufrió un aumento súbito de la presión arterial tras un golpe leve. La tercera persona herida fue identificada como Amnelis Rodríguez González, pasajera procedente de Camagüey, quien sufrió una caída que le provocó golpes en la cabeza y el codo. Los tres fueron atendidos en el Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente Faustino Pérez, donde se encuentran bajo observación y fuera de peligro.
Gretel Robaina Rodríguez, subdirectora de Asistencia Médica del hospital, confirmó que “ninguno de los lesionados presenta peligro para su vida” y que todos evolucionan favorablemente. Posteriormente, se incorporó al grupo de pacientes Dairys Espinosa Samora, pasajera habanera que presentó malestar al descender del tren y fue ingresada por precaución, aunque sin señales de lesiones graves.
Ana Moreno, ferromoza del coche siete, describió el momento del accidente como “un susto grande”. Agradeció la calma y disciplina de los pasajeros durante el incidente. “Sentí un rechinar de hierros y movimientos bruscos. Estábamos ya atentos al descenso de los viajeros que iban a bajarse en Matanzas”, relató. Según Moreno, la separación de los últimos cuatro coches ocurrió sin que se produjeran mayores daños internos en los vagones.
Más de 820 pasajeros viajaban en el tren en el momento del incidente. El descarrilamiento ha generado importantes afectaciones logísticas, dado que la Línea Central comunica buena parte del oriente y el occidente del país. Directivos de la empresa ferroviaria nacional se encuentran evaluando los daños en el tramo afectado y elaborando estrategias para su restablecimiento. “El impacto ha sido severo en la infraestructura vial”, admitieron, y se espera que las reparaciones tomen al menos un día completo.
La hipótesis preliminar apunta al mal estado de la vía como factor determinante, aunque las autoridades no han emitido una declaración oficial sobre posibles responsabilidades.