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Admiten que Cuba no estaba preparada para una epidemia de chikungunya de "gran magnitud"

Virus

En Mesa Redonda, los expertos piden a los padres que actúen de inmediato con los menores de 1 año y los de entre 10 y 15 porque son los más expuestos a las formas mortales de la enfermedad

Las autoridades instan a mantener la protección frente al contagio, sobre todo en niños muy pequeños / Granma
14ymedio

05 de diciembre 2025 - 08:52

Madrid/La preocupación es máxima en Cuba por el chikungunya y la alta tasa de mortalidad en el caso de los niños “por tratarse de la primera experiencia de exposición al virus que genera una epidemia de gran magnitud y extensión”, afirmó este jueves María Eugenia Toledo Romaní, investigadora del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK). En la Mesa Redonda de Televisión Cubana, la experta abordó nuevamente una enfermedad que “puede realmente llevar a la muerte” y para la que el país no estaba preparado.

“Aunque habíamos tenido reportes de chikungunya por allá por el año 2015 en Santiago de Cuba, no en las magnitudes y en el comportamiento que está teniendo”, dijo la especialista, que advirtió de que los brotes internacionales son la única referencia en este momento, aunque la Isla tiene “un contexto particular que hace a su población más propensa”. Según Toledo, las “tasas de ataque oscilan entre el 30 y el 70%”, principalmente porque la población carece de inmunidad alguna. Además, la población cubana está muy envejecida y tiene numerosas comorbilidades, a lo que hay que añadir la circulación simultánea de otras arbovirosis, como el dengue. 

Además, la población cubana está muy envejecida y tiene numerosas comorbilidades, a lo que hay que añadir la circulación simultánea de otras arbovirosis, como el dengue

La experta menciona también una alta movilidad interior y exterior en la Isla, aunque este punto se sostiene menos –las propias limitaciones legales, técnicas y económicas no propician, precisamente, que haya más circulación de personas que en otros países–, pero sí son relevantes las “limitaciones en la efectividad de las estrategias de control, como la fumigación —cuya efectividad no es del 100%—, a lo que se suman condicionantes socioeconómicos, ambientales y de higiene urbana”. 

Este aspecto se lleva avisando desde que el Gobierno decidió comunicar datos e información de la epidemia: los criaderos de mosquitos, el mal saneamiento, la falta de agua potable, los vertederos improvisados, todo se ha unido al fracaso de la campaña antivectorial, sumida en su propio laberinto de falta de combustible, materiales y recursos humanos.

El estallido de la epidemia se vincula, como es habitual, a la reanudación del curso escolar. Las escuelas no concentran a la población con más riesgo, pero sí son lugares que favorecen la propagación. Las autoridades insistieron este jueves en la peligrosidad que tiene el chikungunya en lactantes y menores de dos años, donde la mortalidad, que según la mayoría de estudios es baja entre la población común (cercana al 0,4%) se eleva hasta casi el 3% cuando afecta a niños. 

En ellos se centró gran parte del programa, que incluyó entre sus invitados a Yamirka Montesinos Felipe, jefa del grupo nacional de terapia intensiva pediátrica, que intentó concienciar a una población desconfiada ya de su sistema de salud sobre la importancia de buscar ayuda médica cuando el enfermo tiene menos de tres años. 

"La presencia del virus en el niño, en el huésped, genera una respuesta inmune que a su vez genera una respuesta inflamatoria. Y cuando esa respuesta inflamatoria no es bien regulada por el huésped, pueden aparecer complicaciones potencialmente mortales, dadas por manifestaciones que se expresan con disfunción de diferentes órganos", alertó. 

Los síntomas de alarma son, además de la fiebre, las lesiones en la piel, dolores articulares, aftas en la mucosa bucal, conjuntivitis o manifestaciones intestinales, además de un tono general de decaimiento. Los niños menores de 1 año, principalmente por debajo de 3 meses, y los adolescentes de entre 10 y 15 años son los grupos que peor evolución están demostrando.

La doctora indicó que una de las peores presentaciones es la de niños que “comienzan con manifestaciones intestinales y evolucionan muy rápidamente a la falla intestinal aguda"

La doctora indicó que una de las peores presentaciones es la de niños que “comienzan con manifestaciones intestinales y evolucionan muy rápidamente a la falla intestinal aguda. Esto ocurre en el curso de manifestaciones como sepsis o shock séptico, que es otra forma en la que se presenta esta enfermedad en este grupo de edad, e incluso independientemente, como falla intestinal aguda propia". Además, hay otras formas atípicas, que van desde disfunciones cardíacas a neurológicas. 

Montesinos ha pedido que los padres estén familiarizados con el protocolo, no solo los médicos, ya que son los primeros que necesitan identificar los signos de alarma ante los que actuar de inmediato "para evitar desenlaces no deseados". Aunque hay criterios de ingreso definidos para los pacientes, en la edad pediátrica no hay nada que determinar. “Se está ingresando a todos los niños menores de 2 años”. El otro grupo de hospitalización inmediata es el de pacientes con comorbilidades. 

Mientras tanto, la doctora pidió proteger a los pequeños del contagio. “No se trata de aislar a nuestros niños en la casa, pero sí del uso de mosquiteros, y de no salir en horas específicas del día donde sabemos que el mosquito tiene mayor frecuencia y puede infectar a nuestros niños".

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