Agricultores de EE UU piden aumentar el comercio con Cuba: "Todos tenemos que comer"
Alimentación
Las exportaciones agrícolas a la Isla han crecido un 17% entre enero y julio de este año si se compara con el mismo período de 2024
Madrid/Las exportaciones agrícolas de EE UU a Cuba han crecido un 17% entre enero y julio de este año si se compara con el mismo período de 2024, un dato que pone en evidencia que el negocio se impone a las tensiones. El dato salió a relucir en la Conferencia Agrícola Cuba-Estados Unidos que se celebra estos días en La Habana. “Independientemente de la Administración o los cambios políticos, todos tenemos que comer”, resumió P. J. Haynie a la prensa estatal.
Director de Haynie Family Foods –una empresa dedicada al maíz, la soja, el arroz y el trigo–, el empresario agrícola está en la Isla promoviendo “técnicas sostenibles con productores cubanos para aumentar los rendimientos y asegurar el arroz de calidad”, señala. “Queremos asegurarnos de consumir productos de la mejor calidad posible”, subrayó.
No es el único de los participantes del acto que insistió en esa línea. También lo hizo Andrés Schade, que destacó la capacidad del viaje para fortalecer alianzas y que los guajiros logren más eficacia cultivando las variedades locales.
“Queremos asegurarnos de consumir productos de la mejor calidad posible”, subrayó
Paul Johnson, presidente de la Coalición Agrícola bilateral, por su parte, mencionó los inconvenientes de la presencia de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo que elabora la Casa Blanca, pero cree que la “diversificación comercial” y los memorandos entre universidades y entidades productivas permiten un margen de mejora, en referencia al acuerdo firmado en 2024 entre el Centro Agrícola de la Universidad Estatal de Luisiana, el Departamento de Agricultura de EE UU y el Ministerio de la Agricultura de Cuba.
La alimentación es, como recalcó la vicedirectora del departamento de Estados Unidos en el Ministerio cubano de Exteriores, Johana Tablada en la anterior edición de este evento –cuando se firmó el acuerdo citado– “la única ventana significativa” en medio de las sanciones, aunque solo permite vender a EE UU y no a Cuba.
“Hoy sabemos que las regulaciones, las leyes y las decisiones del Gobierno de EE UU no parecen ir en la dirección de flexibilizar la relación con Cuba o permitir las relaciones comerciales. Sabemos incluso que para el sector no estatal (cubano) se habló mucho de cambios, pero no los ha habido. Ojalá”, dijo en 2024 la funcionaria, pese a que la Isla tiene serios problemas para exportar debido a la incapacidad para producir, con excepción de unos pocos rubros como la langosta, el carbón vegetal o el ron.
De acuerdo con los datos de Cubatrade, el pasado mes de julio –último del que hay cifras publicadas– Cuba importó productos agrícolas y alimentarios desde EE UU por valor de 42,3 millones de dólares, un 34,6% más que el mismo mes del año anterior, con 31,4 millones.
En lo que iba de año, el valor de las compras al país vecino alcanzó los 285,7 millones de dólares, frente a los 242 del mismo período de 2024
En lo que iba de año, el valor de las compras al país vecino alcanzó los 285,7 millones de dólares, frente a los 242 del mismo período de 2024. Entre los productos destacados por la entidad comercial destaca el trigo, por un importe de 1,7 millones de dólares, seguido del huevo, con poco más de medio millón, y el maíz, con solo 12.000 dólares. También se mencionan el maní, el aceite de soya y algunos insumos industriales, aunque se ha omitido en esta ocasión el pollo, que suele destacar por ser, con amplia diferencia, el producto más adquirido en EE UU.
Las exenciones al embargo, introducidas en 2000 para contemplar productos alimenticios y sanitarios pagados por adelantado y al contado, se mantendrán al menos hasta el 14 de septiembre de 2026, ya que han sido prorrogadas –como ocurre desde su entrada en vigor– por el presidente de turno, en este caso Donald Trump.
En los últimos años, una exención autorizada por el Gobierno de Joe Biden –la de ventas de vehículos a las empresas autorizadas por el Departamento de Estado– ha estado en el punto de mira de estas operaciones, ya que las exportaciones han supuesto, como era de esperar, un alto volumen de comercio en términos económicos. Hasta ahora, la Administración de Trump no se ha pronunciado ni a favor ni en contra de que continúen estos permisos, aunque desde Florida se ha señalado que se pondrá la lupa sobre todas las empresas que mantienen intercambios con la Isla para garantizar que se atengan a la ley.