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El Gobierno cubano desmiente que esté negociando la salida de Maduro con Washington

Cuba

Con estas "burdas mentiras", los "sectores guerreristas" buscan "pretextos para justificar su agresión” contra Venezuela, dice la Cancillería

Nicolás Maduro rodeado de militares venezolanos, entrenados por miembros de la inteligencia cubana. / VTV
14ymedio

09 de diciembre 2025 - 09:02

Madrid/La Cancillería cubana califica de “burdas mentiras” la información publicada por Reuters este fin de semana según la cual el régimen de la Isla mantiene conversaciones con EE UU para valorar posibles escenarios ante una eventual salida de Nicolás Maduro del poder en Venezuela. En un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores se atribuye la noticia a un intento de “quebrar la unidad del gobierno y el pueblo venezolanos contra la agresión externa, así como involucrar a Cuba en la construcción de falsedades y pretextos para justificar su agresión”.

El texto ha sido publicado este lunes en la página de la Cancillería con el título Declaraciones de la viceministra de Relaciones Exteriores Josefina Vidal Ferreiro, aunque según la agencia estadounidense Associated Press se trata de una respuesta a su solicitud de información al respecto de lo divulgado por Reuters. La agencia británica citaba a dos fuentes con conocimiento directo del asunto según quienes “algunos miembros del régimen cubano” dialogaron con sus pares estadounidenses sobre cómo sería “un mundo sin el régimen de Maduro”. 

“Cuba rechaza por absurdos y falsos los reportes de prensa que afirman de supuestos contactos entre funcionarios cubanos y del Gobierno de Estados Unidos para abordar asuntos internos que solo competen al Gobierno de Venezuela”, subraya Josefina Vidal. De acuerdo con sus declaraciones, se trata de “sectores guerreristas” que actúan en el contexto de “agresiones y amenazas de guerra” contra la República “hermana”.  

“Cuba rechaza por absurdos y falsos los reportes de prensa que afirman de supuestos contactos entre funcionarios cubanos y del Gobierno de Estados Unidos para abordar asuntos internos que solo competen al Gobierno de Venezuela”

El comunicado no deja pasar la oportunidad de desmentir también “los intentos de manchar su limpio historial de lucha por la paz en América Latina y el Caribe y contra el tráfico de drogas”. Sin mencionarlo, queda claro que se refiere al testimonio de Hugo El Pollo Carvajal, ex jefe de la inteligencia venezolana y actualmente preso en EE UU– que en una carta escrita la pasada semana acusó al régimen cubano de estar involucrado en una estrategia de narcotráfico contra Estados Unidos. 

“Agencias especializadas estadounidenses conocen de primera mano la efectividad de Cuba en el enfrentamiento al narcotráfico, pues se beneficiaron directamente, hasta que el secretario de Estado, Marco Rubio, instruyó cortar unilateralmente el diálogo y la cooperación en materias de migración y aplicación y cumplimiento de la ley”, argumenta Vidal.

Desde que en 2015 Washington y La Habana retomaron relaciones bilaterales durante el mandato de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, las partes comenzaron a tener diálogos bilaterales sobre narcotráfico, unas conversaciones que se mantuvieron durante el primer mandato de Donald Trump y el de Joe Biden. Este hecho tenía como antecedente el Enlace del Servicio de Guardacostas en la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana en junio de 1999, momento en que empezó la cooperación. A pesar de los desencuentros y rupturas en otros terrenos, los intercambios siguieron celebrándose hasta hace justo un año, en diciembre de 2024. 

Carvajal, en la misiva dirigida al propio Donald Trump, acusaba al chavismo de haber organizado junto a La Habana décadas de operaciones de narcoterrorismo, cooperación con guerrillas y manipulación electoral, llegando a sostener que el plan “fue sugerido por el régimen cubano a Chávez a mediados de los 2000”. Además, afirmó que Cuba fue clave en la construcción del llamado cartel de los Soles –cuya existencia niega Venezuela– y dijo que la Isla ha dado asesoría estratégica, también en la creación de grupos criminales como el Tren de Aragua. 

Carvajal huyó de Venezuela en 2017 y estuvo varios años en España, desde donde fue extraditado para cumplir con la justicia de EE UU, donde está acusado de cuatro cargos penales que ha reconocido, entre ellos el de narcoterrorismo.

Nada más conocerse el contenido de sus acusaciones, funcionarios del Ministerio del Interior y de Justicia comparecieron en una rueda de prensa ante los medios internacionales, el pasado jueves, para negar cualquier implicación. “Cuba no es productor ni país de tránsito de drogas”, afirmaron, sin aludir a la carta de Carvajal.

Juan Carlos Poey, jefe del órgano antidrogas de Interior, calificó la presencia militar de Estados Unidos en la zona como “una seria amenaza a la seguridad y soberanía de Cuba” y acusó al país vecino de ser el responsable de “las drogas sintéticas que circulan hoy” en la Isla.

En un tono más calmado, el segundo jefe de las Tropas Guardafronteras recordó los años de colaboración entre los Gobiernos de ambos lados del estrecho. “Intercambiamos información en tiempo real con los guardacostas estadounidenses. Les damos posición, rumbo y características de las embarcaciones con droga”, alegó. 

En este caso, el general retirado no añade nada nuevo sobre Cuba, de la que se limita a decir que su inteligencia ha entrenado a Maduro e influido en sus actividades

Ahora, otro ex militar venezolano encarcelado en EE UU por narcotráfico, Cliver Antonio Alcalá Cordones, ha optado por seguir la estrategia de Carvajal y ha escrito una segunda carta en la que aporta su versión sobre los hechos. En este caso, el general retirado no añade nada nuevo sobre Cuba, de la que se limita a decir que su inteligencia ha entrenado a Maduro e influido en sus actividades. 

Alcalá Cordones, que en 2024 fue sentenciado a 260 meses de prisión por brindar apoyo material a la guerrilla colombiana de las Farc en relación con el tráfico de armas y la protección de cargamentos de cocaína, defiende que los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, vicepresidenta y presidente de la Asamblea Nacional, respectivamente, son los verdaderos cerebros del cártel de los Soles. 

Además, añade que en las cárceles venezolanas se desarrollaban conversaciones y negociaciones entre altos cargos del régimen y delincuentes de pandillas, entre ellas el Tren de Aragua. Los lazos con el grupo terrorista libanés Hezbolá, la minería ilegal para lavar dinero del narcotráfico y la manipulación electoral también se citan en la carta. 

El comunicado de la Cancillería llega ahora como refuerzo de lo que se dijo en aquella rueda de prensa, que se produce en un contexto de máxima presión de Washington sobre Caracas. “Cualquier intento de emplear el escenario actual contra la Revolución Bolivariana para poner en duda el apoyo invariable y firme de nuestro pueblo y Gobierno en estas peligrosas circunstancias para la América Latina y el Caribe será inútil”, cierra el texto.

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