Las guaguas fantasmas de la ciudad de Matanzas
Transporte
Entre paradas vacías, promesas incumplidas y aplicaciones que no funcionan, el transporte urbano sigue siendo una quimera
Matanzas/¿Pasará o no pasará? Esa es la pregunta que se repite entre quienes esperan en las paradas de ómnibus de Matanzas. La llegada de la guagua se ha vuelto tan impredecible que muchos prefieren echarse a andar bajo el sol o recurrir al transporte privado, aunque les vacíe el bolsillo.
Al mediodía, Marisela llega a la parada de la calle Contreras, frente al Obispado católico. El calor era insoportable. "Ni siquiera una sombra hay para aguantar la demora de las guaguas", se queja, con el sudor corriéndole por la frente. Según las notas del gobierno provincial en Telegram, en la ciudad circulan ocho rutas urbanas. Pero la realidad obliga a la gente a apelar a triciclos y mototaxis privados, el único modo seguro de moverse.
"Yo me paso todo el día en la calle y sólo puedo montarme en la ruta 13, cuando hace el primer recorrido en la mañana desde la Eide (Escuela de Iniciación Deportiva Escolar) hasta Canímar. Después de esa única vuelta, nadie sabe cuándo volverá", asegura la mujer. Por la tarde, al salir de su trabajo, no le queda más remedio que pagar 100 pesos a un chofer de una máquina particular para quedarse en el parque René Fraga. "Eso lo hago de lunes a sábado, y después de las 3:00 de la tarde no he visto ni una sola guagua local abrir las puertas frente a mí".
"Después de las 3:00 de la tarde no he visto ni una sola guagua local abrir las puertas frente a mí"
El periódico Girón anunció recientemente la llegada a la provincia de "más de 400 neumáticos y alrededor de 200 baterías" para reparar los ómnibus y restablecer las rutas. Pero la noticia choca con la experiencia cotidiana. "Ayer, temprano en la mañana, estuve más de hora y media en La Plaza, esperando la ruta 7 para quedarme en el parque Maceo. Si no pasa un amigo y me recoge, todavía estaría ahí", explica a este diario Roberto, con la mano apoyada en el poste donde cuelga una señal de parada con las casillas en blanco.
Uno de los reclamos más comunes de los pasajeros es la falta de información: nadie sabe cuándo pasa una ruta ni con qué frecuencia. Para resolverlo, se lanzó la aplicación Móvil Web Urbanos 330 en la plataforma APKlis, que promete mostrar en tiempo real la ubicación de los ómnibus. En Matanzas, sin embargo, solo funciona con la ruta 13, y de manera dudosa. "Vine corriendo porque me señaló que la guagua estaba por el Viaducto. Ya han pasado 25 minutos, tiempo suficiente para que hubiera llegado a su destino final. Parece que hasta la aplicación quiere desinformarnos", lamenta el hombre.
Las explicaciones oficiales tampoco convencen. Blas Bemier Dueñas, director de la UEB Transporte Municipal Matanzas, aseguró que si faltara combustible "los horarios se irían corriendo hasta el restablecimiento de las operaciones". En la práctica, el inspector estatal en la parada se limita a aclarar precios: el panorámico, pensado para recorridos turísticos, cuesta 10 pesos, la ruta 12 vale 5 y las demás mantienen la simbólica tarifa de un peso. "El problema no es el costo del pasaje, sino que la mayoría de las veces no funcionan. Las paradas muchas veces están vacías porque la gente no viene o se monta en lo que aparezca", admite uno de estos inspectores, vestido con su uniforme azul.
Las autoridades aseguran que las guaguas asignadas a empresas estatales volverán al servicio urbano cuando se restablezcan las rutas principales. Pero las incongruencias saltan a la vista. "Si la ruta 9 solamente cuenta con un ómnibus, ¿cómo es posible que tenga una salida a las 10:50 a.m. y otra a las 11:00 a.m., apenas diez minutos más tarde?", pregunta Mario, sin obtener respuesta.
Al final de la jornada, el ómnibus panorámico de dos pisos aparece bajando desde el Parque de la Libertad. Los pocos pasajeros dispersos en la parada corren a montarse en lo que, saben, quizás sea el último recorrido del día.