El régimen cubano acusa a EE UU de “presiones intimidatorias y engañosas” para votar en contra de levantar el embargo
ONU
Bruno Rodríguez organiza una conferencia de prensa para denunciar la "campaña calumniosa" del Gobierno de Trump contra Cuba
Madrid/Tenemos información fidedigna de presiones intimidatorias y engañosas que está ejerciendo el Gobierno de Estados Unidos sobre varios países, especialmente de América Latina y Europa, con el objetivo de conminarlos, obligarlos a modificar la posición tradicional, histórica, que han asumido y sostienen en apoyo a la resolución contra el bloqueo”. Con estas palabras se presentó el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, en una conferencia de prensa convocada en La Habana este mismo miércoles.
En ella, denunció la “política de presión extrema” que está llevando a cabo la Administración de Donald Trump de cara al debate de la resolución que La Habana presenta anualmente en la Asamblea General de la ONU para exigir el levantamiento de las sanciones estadounidenses contra la Isla, que se celebrará los próximos 28 y 29 de octubre.
El canciller cubano acusa a EE UU de realizar una “campaña calumniosa” y “totalmente inusual” destinada a generar “confusión”, “desesperanza”, “desmoralización”, “inseguridad” y “temor” en esos países a los que asegura que está presionando. Sobre ello el canciller dijo tener “evidencias irrefutables”.
Al respecto, cita una nota publicada por la agencia Reuters el pasado 5 de octubre, elaborada a partir de cables del Departamento de Estado estadounidense que demostrarían la ofensiva diplomática dirigida a naciones aliadas para que voten en contra de levantar el embargo a Cuba, al que en todo momento se refiere Rodríguez como “bloqueo”.
Para Rodríguez, se trata de "una tontería, pero una tontería muy peligrosa porque así empiezan las acciones agresivas, que pueden tener consecuencias incalculables"
El ministro leyó varias de las frases que recogía esa información, como “No es el bloqueo la causa de los problemas de la economía cubana”, “Los abusos de los derechos humanos en Cuba son mayores que nunca” o “Cuba es una amenaza a la paz y la seguridad internacionales”, calificándolas de “mensajes mendaces y calumniosos”.
“El bloqueo es la causa principal de los problemas de nuestra economía”, reiteró Rodríguez siguiendo el habitual mantra del régimen cubano, a pesar de que el propio presidente del país, Miguel Díaz-Canel, reconoció el año pasado que el embargo de EE UU no es la causa de todos los males de la Isla. “Muchas cosas no tienen que ver ni con bloqueo, ni con recursos. Tiene que ver con la manera en que nos organizamos, la manera en que cogemos lucha y decimos: esto lo tenemos que resolver, esto lo podemos atender”, declaró el mandatario entonces en una reunión en Las Tunas.
Rodríguez no se refirió a esto, y por el contrario insistió en satanizar la política exterior estadounidense respecto a la Isla. “No es diplomacia, es una presión con argumentos en los que nadie cree y que nadie va a creer”, dijo. Y prosiguió: “Detrás de los apagones y de la fragilidad de nuestro sistema eléctrico nacional está la persecución norteamericana de los suministros de combustible”.
Una segunda “prueba” que leyó el ministro es otro documento emitido por el Departamento de Estado el 17 de octubre, en el que el Gobierno de Trump explicaba por qué “no existe ningún bloqueo contra Cuba”, pues “no existe nada que le impida a Cuba establecer interacciones económicas con terceros países”. Para Rodríguez, se trata de “una tontería, pero una tontería muy peligrosa porque así empiezan las acciones agresivas, que pueden tener consecuencias incalculables, como se ha visto en el pasado con numerosos países de diversas regiones”.
En ningún momento precisó que, en efecto, La Habana puede realizar transacciones con terceras naciones, o que importa alimentos, medicinas y otros productos del mismo EE UU, con la obligación de pagarlos al contado.
En tercer lugar, el canciller denunció el envío de “cartas amenazadoras a un montón de países”, instándolos a votar en contra de la resolución. En una de ellas, sin decir a qué nación fue remitida, se aludía a la intervención de 20.000 cubanos en la invasión de Ucrania.
Ese dato, en realidad, lo proporcionó el pasado mayo la Asamblea de la Resistencia Cubana y el parlamentario ucraniano Maryan Zablotskyy. Washington ha apuntado que Cuba apoya “activamente” a Rusia “con hasta 5.000 cubanos”. Las estimaciones provenían de datos de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, que reportó una lista de 1.028 mercenarios cubanos con contratos con las Fuerzas Armadas Rusas entre junio de 2023 y febrero de 2024.
“Insto a su Gobierno a que muestre la misma claridad y convicción de objetivos y ética oponiéndose resueltamente a esta resolución”, leyó Rodríguez de la misiva, que consideró una “amenaza directa”, al incluir que se remitía de “conformidad con medidas legales aplicables”.
Según el canciller cubano, la “ansiedad inusual” del Gobierno de Estados Unidos se debe a “la convicción de que el bloqueo les provoca total aislamiento y profundo descrédito a la política exterior”.
La resolución, no vinculante y presentada cada año por Cuba desde 1992, ha contado en los últimos años con un apoyo prácticamente unánime de la comunidad internacional (187 votos a favor por solo dos en contra, de EE UU e Israel).