Intervisión, la venganza de los moralistas del Kremlin contra Eurovisión
Cultura
Cuba competirá de la mano de Zulema Iglesias, y Venezuela estará representada por el yerno de Diosdado Cabello
Moscú/Rusia, que fue expulsada de Eurovisión por la guerra, celebra este sábado la primera edición desde la Guerra Fría del festival internacional de la canción de Intervisión, una alternativa al certamen europeo que intenta promover los valores tradicionales que profesa el Kremlin, donde la ambigüedad sexual no tiene cabida.
“Estos valores tradicionales están pasando a un segundo plano en la agenda internacional. Ya es hora de que vuelvan”, dijo el presidente ruso, Vladímir Putin, durante su reciente viaje a China, uno de los 23 participantes en el concurso.
Putin y la Iglesia Ortodoxa defienden firmemente la moral tradicional, llaman a las mujeres a tener más de tres hijos, condenan la homosexualidad y prohíben las adopciones de niños por parejas del mismo sexo.
Intervisión, cuya última edición tuvo lugar en 1980, es un proyecto cultural y político controlado estrechamente por el Kremlin que se enmarca en el empeño del Kremlin en buscar un sucedáneo a todo lo que propone Occidente.
Rusia ha logrado atraer a sus socios tradicionales –China, Bielorrusia, Serbia, India y Vietnam–, varios países árabes y africanos, y a cuatro aliados latinoamericanos: Brasil, Colombia, Cuba y Venezuela.
Putin, al que se ha visto en público golpeando las teclas de un piano, subrayó que este proyecto retro está dirigido a promover “los valores culturales y espirituales universales”.
El mensaje de la organización es que en Moscú no habrá ni mujeres barbudas, ni orgullo homosexual
“Le deseo éxitos a todos los participantes”, dijo el jefe del Kremlin, quien imbuido por la nostalgia soviética ordenó a principios de año por decreto recuperar el festival comunista.
Intervisión fue creado bajo los auspicios de la Organización Internacional de Radio y Televisión de Europa del Este. Su primera edición, celebrada en Praga en 1965, premió al cantante checo Karel Gott, calificado por su compatriota, el novelista Milan Kundera, como “el idiota de la música” por sus canciones ligeras y comerciales.
Posteriormente fue acogido por Bulgaria, la URSS, Polonia e incluso Finlandia, pero se vio malogrado tras su controvertida edición de 1980 en la ciudad polaca de Sopot. Y es que en la vecina Gdansk se desataron las masivas protestas del sindicato opositor Solidaridad que marcaron el comienzo del derrumbe del campo socialista.
El mensaje de la organización es que en Moscú no habrá ni mujeres barbudas, ni orgullo homosexual, ni los tradicionales mensajes reivindicativos habituales en Eurovisión. “No habrá perversión ni vejación sobre la naturaleza del ser humano”, dijo Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores y principal promotor del festival, quien se congratuló de que los cantantes actuarán cómo sus padres les educaron y cómo Dios les creó. Solo música tradicional que refleje el folclore tradicional de cada uno de los países participantes, cuyos intérpretes mayoritariamente no cantarán en inglés.
Rusia se venga así de Eurovisión, a la que se sumó en 1994 –ganó en 2008– y de la que fue expulsada por orden de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) el 25 de febrero de 2022, es decir, al día siguiente del comienzo de la guerra de Ucrania. Con todo, no será el tradicional festival al uso, ya que los participantes no fueron elegidos por sus países, sino por un jurado ruso, según confesó a EFE la colombiana Nidia Góngora.
Los participantes latinos añaden prestigio a Intervisión. Góngora recibió dos Grammy en 2019 y 2021, y después de Moscú iniciará una gira por España y Francia. “Quienes no conocen Colombia no saben que existe una región mayoritariamente afro, incluso nos relacionan con cualquier lugar del mundo. Hablaré de identidad y cada frase será la voz del Pacífic”, comentó a EFE la colombiana que interpretará En los Manglares.
La cubana Zulema Iglesias Salazar, reciente ganadora del Gran Premio Cubadisco 2025, el máximo galardón otorgado a una producción discográfica en la Isla, llega a Intervisión con el tema Guaguancó, que según ella “muestra nuestras raíces, la cubanía, la esencia del cubano” que quiere transmitir al mundo entero.
Venezuela estará representada por Omar Aceo -yerno del ministro de Exteriores del país, Diosdado Cabello-, que presentará una propuesta La Fiesta de la Paz, que combina ritmos tropicales, urbanos y fusiones modernas.
Estados Unidos estará representado por la australiana Vassy, que sustituyó en el último momento a Brandon Howard. «La Administración estadounidense no se opuso», explicó Lavrov, quien precisó que en Washington lo consideran una decisión «individual». Mientras, el cantante ruso será Shamán, conocido como el intérprete de la banda sonora de la guerra.
El dúo familiar Luciano Calazans y Thais Nader defenderán el pabellón brasileño con Pipoca com Amor, para lo que están avalados por haber compartido escenario con figuras como Gilberto Gil, Caetano Veloso y Carlinhos Brown.