Yasmany González Valdés, el "culpable" perfecto para la Seguridad del Estado

Acusado de "propaganda contra los órganos del Gobierno", las últimas noticias sobre González resaltan que el activista corre constante peligro

El activista Yasmany González Valdés ha tenido que pasar largos períodos en una celda de castigo. (Facebook)
El activista Yasmany González Valdés ha tenido que pasar largos períodos en una celda de castigo. (Facebook)
14ymedio

23 de diciembre 2023 - 01:19

La Habana/Un cartel en la Facultad de Física el 20 de marzo, otro el 23 en el Parque Aguirre, un tercero el 17 de abril en la entrada del estadio universitario y el último en el número 7 de la calle Humboldt fueron suficientes para que la policía política buscara por toda La Habana al autor de las pintadas con la consigna "No al PCC".

Arrestado el mismo día en que apareció el último cartel, el "culpable" ideal para la policía política cubana fue Yasmany González Valdés, a quien, durante un "violento registro" en su casa, más de 15 agentes confiscaron una brocha, un mono de mecánico y el teléfono celular del activista, también conocido como Libre Libre.

González había sido citado a principios de abril en la estación policial de Zanja, donde lo acusaron de estar relacionado con el grupo clandestino que se hace llamar El Nuevo Directorio (END), que se atribuía en redes sociales las pintadas de las que se acusaba al activista. Tras salir, el activista explicó que le habían realizado pruebas grafológicas y habían intentado mantenerlo detenido con el supuesto impago de unas multas.

Esta vez, el régimen no dudó en mantener encerrado en Villa Marista, el cuartel general de la Seguridad del Estado, a González, que tras un mes de interrogatorios fue trasladado a la cárcel del Combinado del Este con su salud física y mental deteriorada y sin más pruebas que la brocha y el traje que usaba en su oficio de albañilería.

Acusado de "propaganda contra los órganos del Gobierno" y con la Fiscalía pidiendo seis años de prisión, las últimas noticias sobre González resaltan que el activista corre constante peligro.

Reos con tuberculosis o sida en los cubículos cercanos, acoso por parte de los presos comunes y acusaciones de intentar conformar un "movimiento opositor" dentro de la cárcel, son varias de las situaciones que ha denunciado la familia de González y que le han granjeado al activista largos períodos en una celda de castigo.

Ocho meses después de su detención, el caso de González sigue congelado.

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