Miles de trabajadores estatales subsisten en Cuba sin recibir su salario
Salarios
En Camagüey, el Grupo Empresarial de Comercio Interior, Materiales de la Construcción, Comunales y otras 10 entidades deben 176 salarios acumulados desde 2024
Madrid/“En mis 71 años de vida nunca pensé que llegaría el día en que no tendría dinero para comprar los alimentos”. Esta declaración, de un veterano empleado de Camagüey, Ernesto Bárzaga Sánchez, administrador de la Empresa de Materiales de la Construcción (EMC) provincial, no la ha recogido una organización opositora o algún medio independiente, sino el mismísimo diario Trabajadores, en un largo reportaje publicado este domingo dedicado al impago de los salarios en la Isla.
El órgano del sindicato único afirma que la situación, que lleva años dándose, ocurre de manera especial en el sector agrícola y en el comercio y “parece haber colmado la copa”. El dictamen es demoledor: Trabajadores constató “que se ignora el Convenio Colectivo de Trabajo como instrumento jurídico con fuerza legal para que no haya atrasos en el pago del salario”, que “son nulos o estériles los análisis de las administraciones, según consta en actas de consejos de dirección” y que “se llega hasta violar lo establecido por el sistema bancario” de acreditar la tarjeta magnética tres días antes a la fecha de pago".
Las razones esgrimidas al periódico por un funcionario son endebles. “Pueden ocurrir errores de ficheros, problemas de comunicación, fallos eléctricos, caídas de sistemas”, enumeró Michel Lara Mejías, director del Banco de Crédito y Comercio en Isla de la Juventud. Este añade “falta de personal en el área contable, insuficientes fondos en cuenta o que el director no estaba para firmar”, pero asegura que en ningún caso es por “inexistencia de efectivo”, pues “el ciento por ciento de las entidades estatales y presupuestadas están bancarizadas en nuestro Banco”.
En ese municipio especial, el impago ha ocurrido, según datos al cierre de 2024, nada menos que en “empresas de recursos hidráulicos, mantenimiento a inmuebles, comercio, ómnibus públicos, forestal, flora y fauna, servicios portuarios, tabaco, música y espectáculos y talleres”.
De Camagüey dan cifras más concretas: 675 trabajadores afectados por el “atraso del salario”, con 116 meses acumulados entre el año pasado y este al que le quedan tres semanas para terminar. Yaneisi González Toscano, especialista en la Dirección Provincial del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, señala a 13 entidades estatales que incumplen con el pago de los sueldos, entre las que destacan la Empresa Provincial de Servicios Comunales, del Grupo Empresarial de Comercio Interior del Ministerio de la Agricultura y, la peor de todas, la mencionada de Materiales de la Construcción.
“Vivo con mi hermana con discapacidad intelectual y por la falta de salario durante meses hemos pasado momentos negros y sobrevivido gracias a mi hijo, sin contar las veces de pedir prestado”
La funcionaria ofrece como razones la “falta de liquidez, de materias primas y cuentas por cobrar”. Son explicaciones pálidas frente a los testimonios recopilados por el diario oficial, como el citado más arriba de Bárzaga Sánchez, que tuvo que recurrir a su hermano para poder subsistir.
“Aquí en la EMC hay una sección sindical depauperada. Como no tenemos custodios, asumo esa tarea y la de recepción”, se lamentaba el hombre ante Trabajadores, que no omite en su relato que “por la carencia de dinero” Bárzaga tiene que recorrer diariamente los seis kilómetros que separan su casa del trabajo caminando. Y prosigue su historia: “Para cobrar una cuenta de 88.000 pesos a la Empresa Geominera, tomó dos años. Le dije a la directora y a la económica que yo iba a usar mis vacaciones para realizar las gestiones y erradicar esa deuda y así lo hice”.
Un colega suyo, también especialista en la misma empresa de construcción, Ramón García Chicoy, refleja un panorama parecido: “Vivo con mi hermana con discapacidad intelectual y por la falta de salario durante meses hemos pasado momentos negros y sobrevivido gracias a mi hijo, sin contar las veces de pedir prestado”.
“Bárzaga lleva 25 años en esa empresa y Chicoy 39, el sentido de pertenencia los mantiene, aunque les deben seis meses de salario; otros se han ido”, indica sobre ellos Trabajadores. La propia directora de la EMC, Aida Regla Antúnez Parrado, es consciente de la situación, y al respecto, asevera: “No obstante los esfuerzos, tenemos bajos ingresos y una mala situación financiera. En enero del 2025 debíamos el año anterior de salario a 302 trabajadores –que como promedio empleamos en nuestras 10 unidades empresariales de base (UEB)–; hoy solo quedan 120, fuerza insuficiente”.
En concepto de “cuentas por cobrar”, tienen pendientes más de 1.200.000 pesos, prosigue la funcionaria, y en cuatro municipios –Florida, Vertientes, Esmeralda y Carlos Manuel de Céspedes– hay UEB que deben nada menos que un año y dos meses de salario. En Céspedes y en Florida, concretamente, se acumula una deuda similar: 100.000 pesos en cada municipio.
Una de las soluciones, recolocar a los empleados en otras unidades, no está funcionando. En la EMC de Camagüey, indicó Antúnez Parrado, solo han logrado “reubicar” a 18, “el resto ya ni están en plantilla”. ¿Dónde los han recolocado? “En Servicios Comunales haciendo nichos y sarcófagos”.
En cuanto al comercio, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) registra “incidencias” especialmente en Granma, Camagüey, Matanzas y Santiago de Cuba, que explica a partir de la “inestabilidad de ofertas, insumos y niveles de actividad”, además de “la insuficiencia de equipos de recursos humanos y contabilidad, y la competencia del sector no estatal”.
Más de 20.000 trabajadores del sector estaban afectados por el retraso de sus salarios a principios de año, refirió Trabajadores, aunque la cifra ya disminuyó a 3.000. Hay, también, “cinco entidades que superan los cinco meses de impago, lo que acarrea ilegalidades, indisciplinas sociales y laborales”.
Dan como causas de los impagos “la falta de producción y eficiencia económica, además de “deudas, cuentas por cobrar, déficit de personal contable y de recursos humanos, y la competencia del sector privado”
Si la construcción y el comercio van mal, el sector azucarero no pinta mejor. En él, persisten los retrasos de pago entre cinco meses y un año por parte del Grupo Empresarial Azcuba, especialmente en Camagüey, Las Tunas, Granma y Santiago de Cuba.
En concreto, José Antonio Pérez, de la Comisión Organizadora del 22º Congreso de la CTC, afirma que hay seis entidades dedicadas a producir meladura que “quedaron sin combustible y no honran el pago del salario en centrales como Bartolomé Masó y Roberto Ramírez, en Granma, y Argentina y Brasil, en Camagüey”.
Sin ofrecer más números, dan como causas de los impagos “la falta de producción y eficiencia económica, además de “deudas, cuentas por cobrar, déficit de personal contable y de recursos humanos, y la competencia del sector privado, que atrae a profesionales con salarios más altos”. Una de las consecuencias es señalada claramente por el funcionario: “En las áreas rurales esa situación adquiere una dimensión crítica, por la desmotivación en quienes trabajan día tras día en el campo, lo cual se traduce en fluctuación hacia otras entidades y zonas urbanas, y consecuente aumento de tierras ociosas y despobladas”.
Sobre los impagos en el sector azucarero ya había incidido anteriormente Trabajadores. El pasado septiembre, destacó en otro reportaje las millonarias sumas de dinero que debía el Estado a los productores de caña. De igual manera, el mes pasado, otro extenso reportaje en el diario de la CTC recogía las quejas de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), la organización que agrupa a personas que presentan creaciones o ideas que permiten mejorar los resultados de un sector económico, la principal de ellas, precisamente, el impago de salarios.
El órgano del sindicato reconoce que “el salario tiene que estar respaldado por la creación de bienes y servicios y su impago no puede quedar en informes sindicales”, y termina su nota con una pregunta: “¿Dónde queda entonces la defensa sindical en la base a los derechos de los afectados, si los salarios de buena parte de los cubanos son tan insuficientes que rozan lo simbólico?”.