"Para la nacionalidad española, si no lo hace hoy, es el fin de todo"
Cuba
En el último día para realizar la petición por la Ley de Memoria Democrática, un funcionario atendía a los despistados delante de la Embajada en La Habana
La Habana/Ante una multitud frenética repartida en varias filas, el custodio ante el Consulado de España en La Habana no dejaba de repetir este miércoles, el último día para solicitar la nacionalidad española a través de la Ley de Memoria Democrática (LMD). “Para la nacionalidad, si no lo hace hoy, fin de todo”, advertía sacudiendo las palmas en un gesto resolutivo.
El hombre explicaba con paciencia a los despistados que debían consultar, en la página web de la Embajada, el apartado correspondiente a la norma para realizar la petición. “Olvídese que si su hermano, que esto, que lo otro”, los conminaba. O seguían las instrucciones, “o no van a poder hacerlo”. Las preguntas mostraban cómo, casi tres años después de entrar en vigor la ley, y a horas de finalizar el plazo para aceptar solicitudes, aún hay dudas entre los cubanos.
Una de las cuestiones que preocupaban a los que preguntaban estaba relacionada con el tiempo de espera antes de ser llamados a revisar los documentos y seguir con el proceso una vez realizada la solicitud y haber recibido el número de expediente por correo electrónico. Tal y como recordaron a este diario fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores español, procesar todos ellos “puede llevar años”.
Tal y como recordaron a este diario fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores español, procesar todos ellos “puede llevar años”
Publicada en octubre de 2022, la LMD ofrecía, en principio, la posibilidad de obtener la nacionalidad española a los descendientes de españoles exiliados por la Guerra Civil y el franquismo, a los nacidos de españolas que hubieran perdido su nacionalidad por casarse con extranjeros antes de la entrada en vigor de la Constitución de 1978 y a los hijos mayores de edad de quienes la adquirieron con la anterior ley de nietos –la Ley de Memoria Histórica de 2007– y que habían quedado excluidos de ella precisamente por tener más de 18 años.
Sin embargo, la instrucción de la norma, publicada unos días después con objeto de despejar, justamente, “posibles dudas que se planteen a los Encargados de las Oficinas del Registro Civil español en cuanto al alcance e interpretación del ámbito de aplicación de la mencionada disposición adicional octava”, interpretaba que no solamente podrían acogerse a ella los descendientes de exiliados de la guerra civil, sino todos los “nacidos fuera de España de padres o abuelos originariamente españoles”. Este supuesto ha hecho que el volumen de solicitudes sea ingente, especialmente desde Cuba, el segundo país en cantidad de peticiones por detrás de Argentina.
Según informaron a 14ymedio las fuentes de Exteriores, hasta principios de este octubre había en La Habana cerca de 400.000 peticiones por la LMD, y cada día calculaban estar recibiendo entre 5.000 y 6.000 más, por lo que esperaban que se alcanzaran las 500.000, e incluso que se superaran.
De todos los países, hasta el 31 de julio, 876.321 personas habían realizado la petición, de las que 414.652 ya la tienen aprobada y 237.145 consiguieron el pasaporte.
“A nosotros no nos interesa nada los problemas que usted tenga, a nosotros lo que nos interesa es que usted entre al sistema antes de que se venza el plazo”, repetía el custodio a los que esperaban en una fila que era exclusivamente para resolver preguntas.
En otra de las colas, la gente iba y venía, corriendo, tratando de resolver una copia necesaria, o algún documento olvidado.
Muchos cubanos han criticado el “caos” que han encontrado ante la sede diplomática española por los trámites de la LMD. Preguntado al respecto durante una visita oficial a Chile y Argentina, el ministro español de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, reveló que en La Habana había habido dificultades para agilizar el proceso. “Hemos intentado poner oficinas móviles y es complicado”, decía Torres en referencia específica a Cuba y Venezuela.
En la fila, este miércoles, un habanero que esperaba entrar para legalizar y entregar documentos de varios familiares, negaba el extremo: “Esta es la única cola bien ordenada en toda Cuba”.